¡Malhaya mi encogimiento!
Que te la pida en mi nombre:
Él, con injusto deseo,
Te la pidió para sí,
Juzga tú si fué bien hecho.
Á don Álvaro mandaste
Que se la diese, y él, ciego
De su riqueza y privanza,
Miéntras yo te voy sirviendo,
Se la dió contra su gusto,
Con tal violencia, que dejo
De encarecer la crueldad
Por no perderte el respeto.
Vine de Galicia, en fin,
Y cuando en su casa entro
Recíbenme en vez de brazos
Estos infames sucesos;
Remitílos á la espada,
Pero tu enojo temiendo,
Quiero probar mi justicia:
Pedirla por pleito quiero.
Ya queda depositada,
Y porque tu enojo temo
Por lo que amas á don Juan,
Á pedir licencia vengo,
Ya que no supe pedirla,
Señor, para el casamiento,
Para el pleito, si tú gustas,
Que si no, dejaré el pleito,
Que más me importa servirte
Que la vida que poseo,
Pues cuanto no fuere el alma,
Mi Rey y señor, te debo.
Alf.
Llamadme luégo á don Juan.
Cond.
Lo más ha escuchado atento
Detras de ese paño.
Alf.
Ansí
Tendré que decirle ménos.
DON JUAN DE ARAGON Y DON ENRIQUE.
Alf.
Don Juan, don Juan de Padilla
Me ha dicho... no os lo refiero,
Pues que ya lo habeis oido
Y sabeis que lo habeis hecho.
¿Cómo ó por qué le engañastes?
Arag.
Eso no, señor, primero
Me falte la vida á mí;
Verdad y lealtad profeso.
No le he prometido nada,
Y si el casarme fué cierto,
¿Qué obligacion le tenía
Para guardarle respeto?
Yo amé la bella Beatriz
Con tal fe como silencio;
Guerra es amor, y la guerra
Digna de reyes y imperios,
Allí todas son cautelas,
Estratagema les dieron
Por nombre sus capitanes,
De que ha sido Troya ejemplo;
Pues en ardides de amor
Juzga tú, señor, ¿qué pierdo
De mi opinion?
Alf.
Ahora bien,
Yo sé lo que es, yo lo entiendo;
Licencia á este pleito doy;
El que tuviere derecho
Le alcance, pero advertid
Que en tanto que dura el pleito
No habeis de sacar las armas,
Pena de traidores.
Pad.
Pienso
Que le perderé, señor,
Porque soy pobre y no tengo
Dineros para seguirle,
Que son menester dineros.
Alf.
Atento á vuestros servicios
Y á vuestra nobleza atento,
Caballero de la banda
Os hago, y en vuestro pecho
La quiero poner mañana,
Y daros, Padilla, quiero
Seis mil ducados de renta.
Pad.
Mil veces, Príncipe, beso
Los piés, que veais pisando
Todo el africano imperio.
(Váyase el Rey.)
Cond.
Muchos años los goceis,
Y con mayores aumentos.
Pad.
Cuantos yo tuviere, Conde,
Á vuestro servicio ofrezco.
Mart.
Señor, loco estoy de ver
Las mercedes que te ha hecho
Su alteza, mira la cara
Con que queda aquel soberbio.
¡Oh mudanzas de fortuna,
Ya levantais hasta el cielo,
Ya derribais al profundo!
¿No le miras?
Pad.
Ya le veo.
Mart.
Caballero de la banda,
Y seis mil...
Pad.
Habla más quedo.
Mart.
Musas, ministradme aquí,
Si no claro, dulce aliento;
Afectad emulacion
Al sol, y obstentando afectos,
Naufragar canoras plumas,
Por fulgores de concetos.
Pad.
Martin, deja desatinos,
Y demos principio al pleito,
Que remitido á las armas,
Gastáramos ménos tiempo
En letrados y notarios.
Mart.
Es engaño manifiesto.
Vamos, señor, y pleitea,
Pues que justicia tenemos,
Que es mejor que las consultas
De médicos y barberos;
Que allá se den los letrados
Con