Tara y yo sabemos muy bien que las pocas facturas en chelines keniatas que les dimos equivalÃan a escasas comidas y refugio durante sólo un par de dÃas. Después de lo que tú y Vincent probablemente tuvisteis que hacer para sobrevivir, es volver a las mezquinas calles de Nairobi, a merced de otras almas compasivas. Lamentamos profundamente no haber podido rescatarlos a ustedes y a otros de esta pesadilla.
Después de pasar caminando, dando mi cambio a personas cegadas y asfixiadas por la miseria, me pregunté repetidamente, ¿qué más puedo hacer? Las historias sobre la desigualdad han sido contadas una y otra vez. Sin embargo, decidà despertar el debate en un nuevo camino que podrÃa dar a Vicente y a otros niños inocentes como él la oportunidad de una vida decente. Mi mantra es que Vincent no sólo debe tener un techo sobre su cabeza, sino un hogar, no sólo agua, sino también bebidas limpias, no sólo alimentos, sino comidas saludables, no sólo un aula, sino una educación de calidad. Y todos estos factores deberÃan conducirle finalmente no sólo a un trabajo, sino al menos a una recompensa de vida universal por sus habilidades y destrezas. Cualquier otra cosa serÃa considerada como un fracaso de la humanidad y una tragedia continua.!
Sinceramente,
Jo M. Sekimonyo
Prefacio
Los imitadores de Maharishi han encasillado el capitalismo, el socialismo y el comunismo como maquinaciones económicas. Las exhaustivas y melodramáticas tête-à -têtes (cabeza a cabeza) económicas de estos pomposos bromistas no han sido más que alimento para tontos. Este libro recuerda la verdadera esencia del capitalismo, el socialismo o el comunismo, una encarnación de un credo social, polÃtico y económico.
Agradecimientos
"Si quieres cambiar el mundo, coge tu pluma y escribe."- Martin Luther King Jr.
Tara y yo nos conocimos en Tampa, Florida; ella se habÃa embarcado en una gran carrera que requiere largas horas de pie, pero que le proporcionó la seguridad financiera con la que sus padres, inmigrantes haitianos, han soñado. En contraste, yo era un hippie lunático idealista, lo que el viejo encontró extravagante. De alguna manera, pude convencerla de que saliera en paracaÃdas de su estable y brillante vida cotidiana para que se uniera a mà en el lado oscuro. ¿Qué se le metió en la cabeza para apostar por mà y las perspectivas de la escuela de postgrado? A medida que las especulaciones diabólicas fueron cobrando fuerza, nos trasladamos a la parte noreste de los Estados Unidos; qué alivio.
Nuestro primer dÃa de nieve fue interesante, por no decir más. Fue la primera vez que Tara me dio la mirada de "asesino en serie", sosteniendo un cuchillo afilado, y no dijo una palabra ni por un minuto. Tengan en cuenta que incluso mientras duermo, podrÃa hacer un berrinche denunciando la creciente brecha entre los que "tienen mucho" y los que "están en cuclillas" en todo el mundo. Poco sabÃa yo que mi adorable esposa estaba harta de mis homilÃas y lamentos por el malestar social, polÃtico y económico mundial, y más; asà como de mis planes de presentar al mundo lo que creo que es el remedio. Claro, anoté notas en millones de papeles que yacÃan como hojas muertas en el piso de nuestra oficina, pero me detuve antes de reunir la energÃa y la disciplina para completar un manuscrito. Un amigo de la familia incluso me sugirió que pusiera mis ideas en un libro para poder acumular seguidores. ¿Construir una secta? Una idea absurda, en ese momento. Por mucho que me duela admitirlo, Tara tenÃa razón. HabÃa hablado de la charla durante años, ya era hora de que yo hiciera la caminata, o en este caso, escribiera el texto.
¿Por qué el tÃtulo de este libro no es "EconomÃa Códice del diablo"? Bueno, Nassau padre me ganó a escribir la biblia económica del diablo. ¿ Mariginado? ¿Jihad económica? Tu mente perezosa podrÃa estar llegando a una conclusión inevitable ahora mismo. Las pÃldoras para el escalofrÃo serán útiles en este viaje; este libro excava desafÃos de larga información que generaciones de economistas indolentes y sus seguidores han suprimido o apuntado en la dirección equivocada durante dos siglos. No se trata ni de una parodia clandestina ni de una demostración cruel de destreza, sino de una disección genuina y provocadora de nuestro mundo y de la disciplina económica.
Aparte de mi enojo y ansiedad, tengo que agradecer a las personas que se sientan a mi lado en los autobuses de los galgos durante mis frecuentes y agotadores viajes de ida y vuelta, y con quienes tuve algunas de las discusiones más memorables de mi existencia. Entre ellos, el jefe de una universidad que tuvo palabras muy duras para el economista del Premio Nobel, Milton Friedman, por provenir de una humilde familia judÃa que comenzó en la ciudad de Nueva York y "se convirtió en un gilipollas" (sus palabras). A mi salsa especial de ingredientes, amigos y enemigos que han sido impulsados por el insaciable apetito de probar que mis ideas eran locas; me han ayudado a fortalecer mis argumentos y convicción. Los amo, damas y caballeros.
Sobre todo, estoy más que agradecido por mi esposa, mi compañera en el crimen, por sus tácticas excesivas pero efectivas que fueron instrumentales para que yo emprendiera la desalentadora tarea de escribir este libro.
Avant-propos
La relevancia de la economÃa heterodoxa está más amenazada que nunca. Ya se han disuelto algunos programas económicos heterodoxos. Si las instituciones que están inmersas en esta escuela de pensamiento económico se mantienen en el mismo camino y no ajustan su meta de producir economistas que aspiran a convertirse en teóricos exitosos, pensadores, a quienes se les va a convertir en pragmáticos consumados, humanos razonables, su papel en esta academia competitiva global se volverá obsoleto. El fin de la economÃa heterodoxa podrÃa ser también lo mejor para el renacimiento de la institucionalidad o, mejor aún, la adopción y difusión por parte de las instituciones del etosismo, una corriente moral más lúcida y relevante.
Parte I
Social
Interludio I
"Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta. Nos preguntamos, ¿quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Eres un hijo de Dios. Que juegues en pequeño no le sirve al mundo. No hay nada de iluminado en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor. Todos estamos destinados a brillar, como lo hacen los niños. Nacimos para manifestar la gloria de Dios que está en nosotros. No es sólo en algunos de nosotros; es para todos. Y mientras dejamos que nuestra propia luz brille, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a los demás".
Esta inspiradora cita de Marianne Williamson es de su libro Un Retorno al Amor: Reflexiones