TodavÃa no sabÃa mucho acerca de Kyou, pero a veces se preguntaba si pensaba que era
¿Demasiado bueno para estar cerca de sus hermanos ... o era ella la que evitaba a toda costa?
Kyoko alzó una ceja pensando en voz alta de nuevo, "Bueno, probablemente sea lo mejor de todos modos, porque todo lo que él y Toya hacen es pelear cuando están a poca distancia uno del otro ... y Kyou prácticamente ignora a sus otros hermanos". Ella soltó un suspiro. ParecÃa tener un rencor contra ella por ser la sacerdotisa que debÃa proteger.
No es que necesite su ayuda. Su pensamiento volvió al pasado. En su primer encuentro, Kyou habÃa estrechado sus ojos de oro en ella diciendo que ella no era nada sino un ser humano débil y no digno de su protección. Justo antes, habÃa sido aún más espantoso.
Cuando vino a su mundo por error ... Kyou y Toya habÃan tratado de matarla, pensando que ella estaba entrando a través del Corazón del Tiempo con la ayuda de su tÃo. Era el Corazón de Cristal del Guardián que la habÃa protegido de su ataque y eso es lo que comenzó todo este lÃo.
De alguna manera, mientras el cristal del corazón del guardián la protegÃa de los hermanos, se habÃa roto en los cuatro vientos ... enviando a los demonios dentro de su mundo en un frenesà destructivo. Si los demonios que recorrieran este mundo recolectaran suficientes pedazos destrozados, entonces podrÃan tener el poder de atravesar su mundo y arrastrarlo al caos.
Ella y los guardianes tendrÃan que encontrar los talismanes antes de que los demonios lo hicieran o todo se perderÃa.
Desde entonces, los cinco hermanos guardianes se habÃan dado cuenta de que ella era la verdadera sacerdotisa del cristal del corazón guardián y por lo tanto ... bajo su protección. Kyou era el único guardián que se mantenÃa alejado de ella. Las pocas veces que se habÃan cruzado, tenÃa la sensación de que era más un enemigo que un aliado. Sus ojos dorados parecÃan tan duros y frÃos cuando él la habÃa mirado ... como si destruirla fuera más a su gusto.
Toya le habÃa dicho una vez que Kyou pensaba que los humanos estaban debajo de él. Eso fue ponerlo suavemente. Según las propias palabras de Toya, Kyou era un idiota egocéntrico y presumido que
no podrÃa desarrollar un corazón si su vida dependiera de él. Kyoko recordarÃa esto de vez en cuando y siempre trajo una sonrisa a su rostro. Por alguna razón, la actitud distante Kyou poseÃdo sólo parecÃa ... correcto.
"Definitivamente lo lleva bien", dijo en voz alta.
Los otros cuatro hermanos guardianes la habÃan colocado bajo su protección mientras buscaban el talismán antes de que los demonios de su mundo los reunieran y usaran sus poderes para atacar.
Toya se habÃa designado como su vigilante y protector más cercano. Cubrió esa proximidad con el hecho de que ella habÃa comenzado este lÃo trayendo el cristal de nuevo a su mundo para comenzar. Pero de nuevo, podrÃa haber argumentado el asunto diciendo que si él y Kyou no la habÃan atacado cuando se conocieron por primera vez, no se habrÃan estrellado para empezar. Simplemente no vale la pena decir nada ... El temperamento de Toya siempre le daba dolor de cabeza y la irritaba.
Ãl todavÃa se molestó con ella, pero a veces tenÃa la sensación de que tal vez la amaba un poco demasiado. Simplemente prefirió esconder esos sentimientos detrás del enorme chip que tenÃa en el hombro ... un chip que a ella de verdad le gustarÃa derribar de vez en cuando. Tal vez en realidad le darÃa una mejor actitud sobre todo el asunto.
Ella sonrió suavemente al pensar en él. Era como si fuera su hijo... Toya se estaba convirtiendo rápidamente en su mejor amiga y tal vez incluso un poco más. Kyoko podÃa sentir el leve rubor que se extendÃa por sus mejillas. Toya habÃa salvado su vida muchas veces desde el dÃa en que los guardianes habÃan intentado matarla.
Ellos habÃan creado un vÃnculo muy fuerte y aunque ella y Toya todavÃa discutieron mucho, ese vÃnculo limita muy cerca de un amor profundo. Era como si el cristal conociera los sentimientos que se esconden el uno para el otro porque de alguna manera habÃa elegido a Toya para ser la única que podÃa seguirla de regreso a su mundo cuando los otros guardianes no podÃan romper el portal del tiempo. Eso habÃa impulsado algunas discusiones bastante humorÃsticas entre los hermanos. Kyoko estaba convencida de que lo hacÃan a propósito para hacerla sonreÃr.
Los otros tres hermanos Shinbe, Kamui y Kotaro también tenÃan un lugar en su corazón. Los labios de Kyoko se alzaron en una sonrisa cariñosa, que la dejó donde estaba ahora. Allà estaba, sola, en medio de la noche, en una tierra donde los demonios vagaban libremente. A veces se preguntaba si no necesitaba que le examinaran la cabeza.
-Más parecido a la necesidad de encerrarla en algún lugar en una habitación con paredes de goma, pensó sarcásticamente. No queriendo molestar a los guardianes todavÃa, Kyoko agarró una vid y se subió a sentarse en una de las rocas blancas circundantes.
Sólo porque no podÃa dormir no significaba que necesitaba despertarlos. Era demasiado tarde y todavÃa era muy temprano. Mirando hacia el cielo nocturno, ella se quedó sentada allÃ, disfrutando de la vista de los rayos que no parecÃan estar acercándose.
Los dedos de Kyoko se elevaron hasta la pequeña bolsa que llevaba alrededor del cuello, donde descansaba algo del talismán que habÃan recogido. No se daba cuenta de que al tocar el encuadernado, una suave luz azul fluorescente irradiaba de ella y la dirección de la fresca brisa rápidamente comenzó a cambiar.
Cerca, la cabeza de Kyou se inclinó como un olor manchado que fue atrapado en el viento de la tempestad que se acercaba se dirigió hacia él. Hyakuhei estaba cerca. Estrechó sus ojos dorados mientras la brisa cambiaba, ahora procedÃa de la dirección del Corazón del Tiempo. Ese olor, apretó los dientes ... la sacerdotisa y el poder del Corazón de Cristal del Guardián
TenÃa las manos puestas a su lado mientras la ira brillaba en su expresión, produciendo un pequeño gruñido en la quietud del bosque circundante. Estaba sola y sin vigilancia. ¡Cómo se atreve a estar en el santuario en esta peligrosa hora desprotegida! ¿Por qué sus hermanos no estaban con ella? Kyou inhaló profundamente a la mujer-niña que viajaba con sus hermanos.
En su mente, podÃa ver la imagen de la sacerdotisa de la que él y sus hermanos se habÃan convertido en guardianes. Pelo castaño ... sorprendentes ojos esmeralda, era como si la belleza de la estatua de soltera hubiera cobrado vida y color. Ella nunca deberÃa haber venido a este mundo con el cristal del corazón guardián. Ni ella ni nadie pertenecÃan aquÃ.
Si pudiera, la arrojarÃa por el portal y destruirÃa la estatua, pero hacerlo serÃa una bastardización de la barrera que su padre Tadamichi habÃa protegido. A pesar de su deseo, parecÃa que este punto era ahora muy discutible.
El poder peligroso que su tÃo seguÃa ganando era su culpa. ¿No sabrÃa qué pasarÃa? Si ella fuera la verdadera sacerdotisa, deberÃa haber sabido mantenerse alejada de este mundo demonÃaco. Su padre habÃa muerto porque habÃa cerrado el portal del tiempo y esta pequeña niña humana habÃa deshecho todo lo que habÃa sacrificado su vida. Todo habÃa sido por nada.
Tadamichi querÃa que él protegiera a los humanos ... todos ellos. Pero, ¿por qué? ¿Por qué ahora protegerÃa al humano que habÃa sido lo suficientemente estúpido para abrir el portal entre sus mundos? ¿Por qué Tadamichi se preocupaba tanto que diera su vida por ellos?
Kyou habÃa intentado asustarla y enviarla gritando de nuevo a su mundo. Pero para su incredulidad ... ella tenÃa que ser la única mujer que parecÃa no temerle por más de unos