Historia de Venezuela, Tomo I. Aguado Pedro de. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Aguado Pedro de
Издательство: Public Domain
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Жанр произведения: Историческая литература
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fuera del Imperio de las Indias, donde es mi prinçipal yntento tratar y dar cuenta de los descubrimientos y poblazones y gerras en ellas suçedidas, elo tratado porque estos dos capitanes o governadores, Jorge Espira y su teniente Fedreman, hizieron dos jornadas diferentes la vna de la otra, y con diferentes subçesos en la governaçion de Venençuela; y abiendo de tratar de sus descubrimientos y conquistas, pareçiome que tanbien era rrazon tratar de sus prinçipios, para mas claridad de lo que de ellos tengo descrevir, y lo mesmo se entendera en lo demas que se hallare escrito en esta Istoria que sea peregrino de las Indias(B).

NOTAS AL CAPÍTULO I

      (A) Uno de los que más contribuyeron á que se revocase el nombramiento de Fedreman fué el procurador Alonso de Lallana, el cual, durante la larga expedición de Micer Ambrosio, había quedado gobernando en Coro en unión de Luis González de Leyva. Lallana vino á España y ante el Consejo de Indias informó malamente del proceder de Fedreman. Entonces los Belzares designaron para Gobernador á Jorge de Spira ó Jorge Formut, natural de Spira, pero dejando á Fedreman como teniente general de éste.

      El verdadero nombre de Jorge Spira es, según una Cédula real, Jorge Hohermut.

      (B) Entre los que tomaron parte en esta expedición figuraron, según Oviedo y Baños, Alonso Pacheco, natural de Talavera la Vieja, progenitor de los caballeros de este apellido en la ciudad de Trujillo, y de los Tomares en Caracas; Francisco Infante, natural de Toledo, de quien descienden los caballeros Blancos Infantes de esta ciudad de Santiago; Francisco de Madrid, natural de Villa-Castin, de cuyos méritos son herederos los Villegas; Gonzalo Martel de Ayala, de quien quedó descendencia en el Tocuyo; Montalvo de Lugo, natural de Salamanca, que pasó después al Nuevo Reino, y desengañado con los reveses que le volvió la fortuna, se volvió á España, á gozar con quietud de un mayorazgo que había dejado en su patria; Francisco de Graterol, tronco de ilustres familias; Damian del Barrio, natural del reino del Granada, cuyos servicios en la América correspondieron á los que antes tenía obrados en la Europa, habiéndose hallado en la memorable batalla de Pavía, en el saco de Roma con el duque de Borbón y en otras célebres funciones de las de más importancia en aquel tiempo: descienden de este caballero los Parras, y Castillos de Barquisimeto; los Silvas de esta ciudad de Santiago, y otras ilustres familias que tienen su asistencia en la provincia.»

      CAPITULO SEGUNDO

      En el qual se escriue como llegado a Coro Jorge Espira luego echo la gente la bia de los llanos, y el se fue tras de ella para descubrir aquella via, y como el teniente Fedreman se quedo en Coro para yr a Santo Domingo a hazer mas gente.

      Llegado Jorge Espira a Coro, que fue por el año de treynta y quatro(A), y viendo el mal adereço que en aquel pueblo abia para poderse detener ni sustentar alli tanta gente como el abia traydo y los demas que en el pueblo estaban, dio luego horden en adereçar su entrada, y porque los nabios en que abia venido eran de vn flamenco vezino de San Lucar, llamado Pero Marques, no fuesen sin alguna joya de la tierra, embio çierta conpañia de soldados a vna provinçia de yndios dichos pirahavas66, ymfamados de gente yndomita y de mala digistion para con españoles, y entiendo que lo deven ser, porque hasta el dia de hoy se estan rrebeldes esos pocos que quedaron sin querer ninguna amistad ni conformidad con los españoles que siempre an rresidido en Coro, y trayendole çierta cantidad de yndios de la parte dicha, los hizo esclavos y los entrego al señor de los nabios, y con esto los despacho y se fueron la buelta despaña, y el se quedo aprestando con toda diligençia para entrar la tierra adentro a seguir su nuebo descubrimiento. Y porque como en el capitulo antes de este apunte, Jorge Espira y Fedreman hizieron dos jornadas casi a vn mesmo tienpo, avnque salieron por diferentes caminos, yremos tocando por su horden de cada vno y del subçeso de su descubrimiento sin hazer ninguna distinçion en sus Istorias, mas de dar entera notiçia de entrambos, avnque mezclada, pero de suerte que se entienda.

      Quiriendo, pues, salir de Coro Jorge Espira, como he dicho, a su descubrimiento, de pareçer de algunos españoles platicos en la tierra y diestros en la gerra de los yndios, a quien suelen llamar ysleños, dividio su gente en dos partes, y la vna, que serian dozientos, con los capitanes Cardenas y Martin Gonçalez y Micer Andrea, embio por las sierras que entiendo ser lo que agora llaman las sierras de Carora, a pie y sin caballos, por pareçelles que aquella tierra tenia dispusiçion de muy aspera y que por ella no podian yr ni atrabesar los caballos; y tanbien hizo esta division el gobernador Jorge Espira porque aquella provinçia no la tenian por muy fertil, y si todos yvan juntos por vn mesmo camino, yrian en abentura de padecer hanbre.

      Encamino esta gente delante, y mandoles que le esperasen en saliendo a los llanos, y el se quedo en Coro dando traça y horden como su tieniente Fedreman se abiase para seguir su jornada. Conçertaron que Fedreman fuese a Santo Domingo y tomase de los fatores de los Bezares todo lo que obiese menester para caballos y abios de soldados, y haziendo toda la mas gente que pudiese se bolviese a Coro, y con los soldados y capitanes que alli le quedaban siguiese su jornada por de la otra parte de la cordillera, que cae sobre los llanos de Venençuela, porque Jorge Espira abia de yr bojando67 la cordillera por la parte de los llanos, y llevandola entramos capitanes en medio, verian mejor lo que en ella abia, porque como en este tiempo no se abia visto lo que era la cordillera, considerabanla muy angosta y estrecha, y en tal forma que la podian tomar en medio los dos capitanes, lo qual era ymposible segun adelante se podra ber; y dando Jorge Espira para todo lo dicho muy cumplida ynstruccion y rrecavdos a Fedreman, se partio de Coro con el rresto de la gente y con ochenta caballos, y tomando la derrota de la Burburata por la rribera de la mar, prosiguio su camino a encontrarse con la gente de a pie que de delante abia enbiado por las sierras, los quales, como eran rrezien venidos de España y no hechos a aquel trabaxo, y el tiempo ynbernizo y de muchas aguas, tenian por yntolerable aquella manera de bivir y grangear la bida, y tambien, no obstante la pesadumbre quel camino y el ynbierno les daba, los yndios naturales de las tierras por do yvan les acometian muchas vezes dandoles guaçabaras, y procurando estorvalles el pasaje, los peones lo hizieron tan bien que rresistiendo a todas estas contrabersias, avnque trabajosamente, pasaron toda aquella serrania, que serian sesenta leguas, y fueron a dar consigo a vna provinçia llamada Burabre68, que esta al prinçipio de los llanos y a las espaldas de donde agora esta poblada en esta propia governaçion la çiudad del Tocuyo, cuyos naturales eran en mucha cantidad y muy belicosos, y gerreros en tanta manera que desde que esta gente española de a pie entraron en su territorio hasta que los echaron y ahuyentaron del, nunca çesaron de darles guaçabaras y alcançes, y avnque los españoles tenian cantidad de arcabuzes, no les aprovechaban de ninguna cosa, porque el tiempo era de aguas y los yndios estaban ya tan amaestrados y diestros que nunca benian a berse con los españoles y tener con ellos sus rrefriegas, sino era quando mas llovia, con que salian vitoriosos.

      Visto los españoles el daño que de los yndios rreçebian y el que la hanbre les cavsaba, que no hallavan comida en aquella provincia por tenella los naturales alçada y puesta en cobro, acordaron rretirarse y bolver atras a encontrarse con el governador Jorge Espira y la demas gente de a caballo que avn a esta sazon no abian llegado a donde ellos estaban; y tomando por ynstrumento y amparo desta su tornabuelta la escuridad de la noche, que para esto solo les era faborable, se rretiraron y salieron de aquel sitio y poblazon donde estaban con la mejor horden y silencio que pudieron para no ser sentidos de sus enemigos, los quales cada dia se yban acreçentando y tomando mas abilantez y osadia por no rrecebir ningun daño de los españoles, los quales si mas tiempo alli estuvieran o permaneçieran, rreçibieran muy gran daño de los naturales.

      Rretirados los españoles, como esta dicho, se alexaron y apartaron lo que pudieron destos naturales, de suerte que no pudiesen ser danificados de ellos; y avnque abia pareçeres que no parasen hasta donde topasen a su governador, los muchos heridos y enfermos que trayan no les dieron lugar a que hiziesen tan larga via o rrebuelta como querian. Rranchearonse o hizieron asiento en el desenbocadero que dizen de Barquiçimeto, donde esperaron al governador Jorge Espira y a los que con el yvan por la rribera de la costa, que con menos trabaxo que los de a pie abian llevado, por llevar consigo todos los caballos e yr por tierra mas apazible y andadera y de naturales mas domesticos.

      Ya que los soldados de a pie y sus capitanes abian descansado en el aloxamiento dicho del desenbocadero de Barquiçimeto,


<p>66</p>

En la edición de Caracas: jiraharas.

<p>67</p>

En la edición de Caracas: bajando por bojando.

<p>68</p>

En la edición de Caracas: Buravre. En el original está enmendada esta palabra, y sobre la v se ha escrito después la b.