En la nostra recerca hem trobat 50 referències a símptomes o malalties de tipus psíquic que suposen el 6,6% de les afeccions específiques. S’han recollit 31 manifestacions compatibles amb ansietat/depressió: pena, melancolías y tristezas, afligida, mucha pesadumbre, imaginaciones tristes i expressions semblants. Es van reconéixer trastorns del son en 6 ocasions: no poder dormir, vigilias, esto del sueño, etc. La follia aparegué clarament en 13 paràgrafs, de l’estil de: salió de su seso, ilusiones, loco, mancamiento di cervello, flaqueza de juicio. Vejam uns pocs exemples més detalladament.
Els símptomes depressius recollits formen un bloc important. Així, Francesca de Castre-Pinós va presentar un llarg episodi de febres que s’acompanyava de tristors, malenconies i alteracions del son. El duc de Gandia, que ho atribuïa a un embaràs, escrigué el 5 de novembre d’aquell any 1542:
Lo que en ésta puedo dezir es que la calentura es tanto menos de lo que solía, que si ella sola fuese el mal no se havría de tener en nada, aunque siempre se enciende a la terciana, pero con esto hale crescido tan grandes accidentes del humor melancólico con tanto enflaquecimiento de cabeza que ninguna hora del día, sino el rato que duerme, que bendito Dios es más de lo que solía, puede reposar, porque aunque no fuese quien es, ver sus vascas, sus lloros y otras cosas semejantes con mayor dolencia para quien lo vee [...] está tan apoderado de su cabeza y sujeto este mal que me tiene con más pena y cuydado de lo que podría decir.101
Dos mesos abans, Joan de Borja ja havia comentat que l’esposa presentava «continuo hastio y vigilias, porque es verdad que en seis o siete noches ni en los días no ha dormido tres horas».102 Les possibles complicacions del quadre el preocupaven: «Verdad es que queda tanta parte del humor melancólico que me tiene continuo con mucho recelo que sea parte para tornar a corromper los otros humores». A banda de conéixer la teoria humoral del galenisme vigent, el duc de Gandia tenia una fina sensibilitat per captar la psicopatologia i la seua influència en la salut global de les persones, com ho demostra el següent text dirigit al seu cunyat:
Yo no tengo que dezir para suplicar a vuestra señoría que estime su salud menospreciando lo otro, pues son tan diferentes de valor que lo uno vale por razón y lo otro por opinión y and[ando] al cabo; sin la salud no vale nada. No me satisfago, ni me vasta que vuestra señoría diga que no lee cartas ni ve negocios, porque no está tanto el daño en esto como en lo que dije, que es necesario aconhortarse viéndolos o no viéndolos.103
El vescomte arrossegava una malaltia que apareix als documents des de principis de 1542. La carta intentava donar ànims al malalt i constitueix un exemple de psicoteràpia. El duc indueix el cunyat a considerar la importància de la salut respecte a les altres qüestions «mundanals». Va influir també la feblesa del seu cos? Potser sí, atés que, en aquell moment, Joan de Borja presentava una malaltia amb alts i baixos. En una carta posterior, comentarà:
Pero aunque yo no soy físico, sí he estudiado dar mi consejo en arte y en razón y en experiencia y en que «contraria contrariis curantur», y como el mal de vuestra señoría ha sido y sea poco comer y menos dormir, mucho cuidar y más trabajar, continuo enojo y ocupaciones que corrompen los humores. La principal cura de esto sería el aconhortamiento para no sentir las cosas de manera que caven hasta acabar lo que queda...104
El duc insistia en atribuir una part important de la malaltia del vescomte a les preocupacions i l’excés de treball. Les referències a l’aforisme hipocràtic, contraria contrariis curantur, i a la corrupció dels humors, confirmen la cultura humanista de Joan de Borja i la seu afició a la medicina.105
Un altre personatge amb manifestacions de depressió i ansietat és el fill primogènit de Francesc de Borja. El P. Santander, de visita a Gandia, va ser testimoni de les tribulacions del duc Carles i li ho va contar a son pare:
Visité al duque [Carles de Borja], que holgó mucho [...] tiene necesidad de alegrarse de que le trata mal la melancolía, ayudándole la ymaginación fuerte de çierto miedo de algunos achaques, maxime de urina. Vive con pena, y deseo velle sin ella. Ayúdele V. P. en todo lo que pueda; y si todos los de por acá fueramos para algo, aquí estamos. Ordénenos V. P. el cómo, porque açertemos, aunque confió en Dios que ya nos entenderíamos algo.106
Anteriorment, Carles de Borja ja manifestava una personalitat feble, amb forts conflictes interiors. Així, li contestava a son pare, a propòsit d’un regal que li va enviar de Roma:
V. P. no ha merecido poco para con nuestro Señor en consolarme con el libro de caza, pues con esta aprobación y otras permisiones de otro t[i] empo me podré defender de quien me quisiere estrechar a que dexe un exercicio, tan necesario, como veo por esperiençia, para la salud del cuerpo, y para el alivio de los pesados cuydados que tiene un alma que bive en la vocaçión que yo, que casi puedo decir que no la escogí, pues quando llegué a edad de mirar por mí, ya me conozí sin libertad.107
La reflexió sobre la manca de llibertat per al paper que la vida li havia reservat, i que potser l’aclaparava, sembla sincera. Carles de Borja havia heretat un gran ducat, resultat final d’una estratègia, que venia de lluny, per tal d’aconseguir un important territori que monopolitzara el conreu del sucre a la Safor, amb la riquesa que això comportava. La maniobra havia començat amb el seu avantpassat Roderic de Borja, esdevingut papa Alexandre VI, que va comprar al fill el ducat de Gandia. Instal·lats els Borja als seus estats, havien anat adquirint una sèrie de petits senyorius que annexionaven al nucli inicial. Finalment, el matrimoni amb Magdalena Centelles, ormejat per Francesc de Borja, acabaria tancant el cercle per la probabilitat, com així va ser, d’incorporar el suculent comtat d’Oliva, feu dels Centelles.108 Carles de Borja, però, no s’assemblava al pare ni a l’avi, dues personalitats que, més enllà de les seues febleses, havien demostrat una fortalesa de caràcter singular. Potser això pesava també excessivament sobre un duc desbordat pels deutes i plets, que es van aguditzar a la mort del darrer comte d’Oliva i el conseqüent litigi amb altres hereus: «pero sea él [Dios] alabado por darme a bever hieles para mí tan amargas como pleytos, y que se hayan guardado para mi tiempo, siendo la cosa del mundo que yo más aborrezco; y véome con tantos, que se puede creher bien seguramente que se ha de acabar mi vida primero que ellos».109
Aquesta carta de Carles a son pare fou contestada ràpidament. L’ambaixador espanyol a Roma havia tramés la notícia de la mort del comte d’Oliva i Francesc es va esforçar per animar el seu fill, intentant convèncer-lo de les bondats dels objectius i de la importància d’assumir les seues responsabilitats:
Días a que no estoi para tomar pluma en mano, y vos también havéys sido visitado del Señor con vuestras acostumbradas enfermedades: bien es que nos aprovechemos ambos destas misericordias. [...] El señor embaxador me ha dicho hoy el fallescimiento del señor conde de Oliva, aunque hauría ya más de quinze días que por acá se sonava, y yo tenía ya dicho missa por su alma: plega al Señor haya usado de su misericordia con él. Bién creo que os dexará acá algunos trabajos de pleitos. ¿Quién se escapará dellos en esta vida? [...] no os congoxéis con los successos de los pleitos, y con las occasiones que suelen traer de fastidios y enfadam[i]entos: «sufficit diei malitia sua», y bastan vuestras enfermedades y las melanconías que causan, sin las otras que cada día se offresçen; que yo miedo he que no se os pegue algo del humor que las quartanas, con ocho meses de enfermedad, me han dexado; que os certifico que, si no fuese por la gracia del Señor, por la qual buelve el hombre sobre sí, y considerando sus beneficios queda consolado, tratando juntamente del propio conocimiento, del qual nasce el alegria y gozo spiritual, viendo quán differente somos tratados del Señor de lo que merescemos, que si esto no fuesse ¡ay de los malencónicos! [...] A mi Sra. en Xpo. la duquesa quisiera escrivir; mas como conosco su virtud, creo que havrá tomado este negocio con la xpiana. prudencia que suele...110
El jesuïta seguia encoratjant el seu fill i posava com a exemple les malalties pròpies, que arrosegava des de feia huit mesos. Per superar les adversitats, calia cercar la gràcia de Déu i el coneixement propi