El día a día de Martín
Marta García de Castro
ISBN: 978-84-19042-94-1
1ª edición, septiembre de 2021.
Editorial Autografía
Calle de las Camèlies 109, 08024 Barcelona
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Sumário
1 YO
3 MI CASA
8 PILI
9 PALOMA
10 LA MERIENDA
11 ATLETISMO
12 LA OFICINA
13 EL PARTIDO
14 LA LLAMADA
15 LA LECTURA
17 CUADRÍCULA
18 EL CHOQUE
19 EL CIRCO
22 EL HOSPITAL
23 PLÁSTICA
25 LA CARTA
26 EL FESTIVAL
27 VACACIONES
29 EL RECREO
30 EL CUENTO
31 EL SECRETO
32 LOS BOMBEROS
33 LA PISCINA
34 MADRID
35 PSICO
36 LA JUERGA
37 LOS JUGUETES
38 LAS FIESTAS
40 FRANCIA
A José Luis, Íñigo y Gonzalo, por tanto, por todo.
1.
YO
¡Hola! Me llamo Martín y tengo “casiseis” años. Aunque no vas a mi clase ni te conozco del parque, podemos ser amigos. Yo te cuento cosas de mí y tú me cuentas cosas de ti.
Vivo en una ciudad que no es ni grande ni pequeña. Casi nunca salimos en el telediario porque aquí no pasan noticias importantes y el tiempo es casi siempre igual: nublado, con un sol escondido porque va a llover y con nubarrón. Muchas veces no se cumple lo que anuncian en la tele y no llueve. Cuando mi madre era pequeña, como llovía mucho, siempre tenía botas de agua que se llamaban “katiuskas”. A mí nunca me las compran. Dicen que con las del cole “voy que chuto”.
Mi ciudad es una ciudad muy limpia, tiene una estatua de Mafalda, fuentes, un parque enorme y muchas papeleras. En otoño vienen señores importantes porque les dan un premio y hay gaiteros por las calles. A la gente le gusta ver llegar coches negros de los que salen personas normales, aunque dicen que son personalidades, o sea, más que personas. Cuando bajo por la calle del hotel donde van a dormir, la gente me apretuja y muchos gritan y saludan. Yo solo veo piernas.
Mi casa está cerca de un parque. Hay piscinas y canchas de paddle y de tenis. Muchos niños aprendimos a nadar en los cursos de los martes y jueves. Un día os contaré las aventuras de la piscina. Tantos niños mojados y tantas madres vistiendo y desvistiendo es divertido, a veces.
Los sábados me apuntaron a un curso de tenis. Papá quiere que aprenda a jugar para que algún día echemos partidos, pero para eso falta mucho. Mi monitor se llama Jaime. Le gusta mucho dar clase de tenis a los niños y a las chicas.
Delante de mi edificio también hay columpios y mesas de ping-pong. Cuando vuelvo del colegio, si hace buena tarde, mamá nos lleva la merienda a la parada y nos quedamos un ratito en el parque. Siempre hay niños del cole o de la zona. Cuando empieza el otoño ya no podemos quedarnos porque sopla aire y hace mucho frío. Si es verano, tampoco se está bien a mediodía porque