58. El papel de Moscú en la creación y supervisión de las Brigadas Internacionales es el tema de parte de R. Radosh, M. R. Habeck, G. Sevostianov (eds.): Spain Betrayed: The Soviet Union in the Spanish Civil War, New Haven/Londres, Yale University Press, 2001, pp. 233-260 y 431-473.
59. El primer estudio sobre el tema fue E. Zafra: Los niños españoles evacuados a la URSS, Madrid, Ediciones de la Torre, 1989, si bien no incorporaba materiales de archivos rusos. En D. Kowalsky: La Unión Soviética, cit., pp. 96-120, se utilizaban documentos inéditos de época soviética. Estas informaciones han quedado recientemente complementadas por diversos relatos como S. Castillo: Mis años en la escuela soviética, Madrid, Libros de la Catarata, 2009 e I. Colomina Limonero: Dos patrias, tres mil destinos: vida y exilio de los niños de la Guerra de España refugiados en la Union Soviética, Madrid, Cinca, 2010.
60. Para una revisión de la literatura reciente sobre el tema, ver G. Young: «To Russia with ‘Spain’: Spanish Exiles in the USSR and the Longue Durée of Soviet History», Kritika: Explorations in Russian and Eurasian History, 15-2, 2014, pp. 395-419.
61. Sobre las condiciones de vida de los niños soviéticos durante la década de los treinta ver L. Siegelbaum, Andrei Sokolov: Stalinism as a Way of Life: A Narrative in Documents, New Haven, CT, Yale University Press, 2000, pp. 356–420.
62. Por ejemplo, Arthur Stachevsky, el agregado económico que llegó a finales de agosto de 1936, participó en una reunión AUS a mediados de diciembre de ese año. RGVA, f. 33987, op. 3, del. 853, l. 322.
63. D. Kowalsky: La Unión Soviética, cit., pp. 180-190.
64. Para los intercambios culturales entre los dos países, ver ibid., pp. 133-190.
65. Sofiia Antonov-Ovseenko a VOKS, 31 de octubre de 1936, Archivo Estatal de la Federación Rusa, Gosudarstvennyi arkhiv Rossiiskoi Federatsii (GARF). f. 5283, op. 7, del. 840, l. 180.
66. Sobre la historia de Film Popular, ver A. Perucho: «Una organización cinematográfico nacido en la guerra», Nuevo Cinema, 2, junio de 1938, pp. 12-14.
67. Ver el noveno episodio de K sobytiiam v Ispanii (Sobre los sucesos de España), conservado en la Filmoteca Española (Madrid).
68. Heraldo de Madrid, 4 de noviembre de 1936.
69. El origen de la película y su gran popularidad en la Unión Soviética se describen en J. Leyda: Kino: A History of the Russian and Soviet Film, Princeton NJ, Princeton University Press, 1983 (3ª ed.), pp. 314-321.
70. M. Koltsov: Diario de la Guerra española, Madrid, Akal, 1978, pp. 123.
71. D. Kowalsky: La Unión Soviética, cit., p. 255.
72. J. Erickson (ed.): The Soviet High Command: A Military-Political History, 1918-1941, Boulder CO, Westview, 1984, p. 430.
73. Archivo Presidencial de la Federación Rusa (APFR), f. 3, op. 53, d. 470, l. 109.
74. D. Kowalsk: La Unión Soviética, cit., p. 258.
75. Ibíd., pp. 295-298.
76. Ibíd., pp. 307-320.
77. El último envío de armas soviéticas por valor de cerca de 55 millones de dólares, trasladadas en siete barcos, fue durante muchos años considerado un mito, si bien hoy en día documentos desclasificados del Archivo Militar de Estado Ruso (AMER) confirman que sí que tuvo lugar. La logística de la operación y el contenido del envío, hasta la precisión del número de proyectiles (1,382.540) en RGVA f. 33987, op. 3, del. 1259, ll. 85-105.
78. El destino de los brigadistas y los republicanos en el exilo, muchos de los cuales acabaron en campos de concentración nazis, ha sido tratado por diferentes especialistas, entre ellos D. Wingeate Pike: In the service of Stalin: the Spanish Communists in exile, 1939-45, Oxford, Oxford UP, 1993.
79. La bibliografía sobre la División Azul es ya un subtema considerable en la investigación sobre la Segunda Guerra Mundial. El balance reciente más exhaustivo es W. H. Bowen, Spain during World War II, Columbia, Missouri, University of Missouri Press, 2006.
JÓVENES, ANTIFASCISMOS Y PACIFISMOS EN TORNO A LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Sandra Souto Kustrín *
Instituto de Historia.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
La movilización antifascista y pacifista, al igual que la solidaridad internacional, adquirieron en el periodo de entreguerras, como se reflejó especialmente en torno a la guerra civil española, un carácter de masas, abarcando a amplios sectores de población de diferentes países, más allá de la militancia política. Tuvo entre sus principales protagonistas a actores sociales que habían comenzado a organizarse de forma independiente principalmente en el siglo XX, como las mujeres y los jóvenes. Estos últimos fueron fundamentales en todas las movilizaciones sociales y políticas en el periodo de entreguerras, especialmente en Europa, pero también en otros lugares, como Estados Unidos, China o Japón.1
El conflicto bélico español galvanizó y generalizó la solidaridad internacional con manifestaciones de protesta por la intervención de las potencias fascistas, recogida de fondos y materiales (medicinas, alimentos,...), y de firmas de apoyo a la República Española, en lo que se planteó como una lucha antifascista, por la democracia y por la paz de carácter internacional: «Nuestra causa es la causa de toda la juventud, (...) la victoria de la República es condición primera para toda posibilidad de paz, de democracia y de libertad en el resto del mundo» y «la libertad y la democracia de Europa son también defendidas en los frentes de España».2
Produjo también debates y cambios en los movimientos