Desde esa perspectiva, y como operación previa al análisis de los elementos que componen la estructura de la comunicación e interactúan en su dinámica, este autor define la comunicación como
Proceso por el cual unos seres, unas personas, emisor y receptor (es), asignan significados a unos hechos producidos y, entre ellos, muy especialmente al comportamiento de los otros seres o personas. Un caso particular, naturalmente, es el de la lingüística, y aún de ésta la que se establece, en este momento, entre el autor de este libro y el lector. El concepto de comunicación presupone, pues, otros dos conceptos: el concepto de relación y el de transmisión. La relación es entre seres, entre personas, y la transmisión es de información, de significado.
El concepto de comunicación presupone, para este autor, otros dos conceptos: el concepto de relación y el de transmisión. La relación es entre seres, entre personas, y la transmisión es de información, de significado. El proceso de comunicación se fundamenta, pues, en los conceptos de relación entre seres y de transmisión de un mensaje. Existen unos elementos que forman parte del proceso de comunicación y justamente ponen en contacto la relación y la transmisión, son el contexto y el feed-back (retroalimentación). El término contexto se refiere, en sentido amplio, a la situación en que el mensaje es producido por el emisor e interpretado por el receptor. El contexto incluye un conjunto de factores de tipo psicológico, sociológico y físico que configuran el entorno en que tiene lugar el acto (relación + transmisión) comunicativo, incluye el contacto, es decir, condiciones que hacen posibles la comunicación, el referente, realidad objetiva a la que se refiere el mensaje y el entorno, ecológico, biológico, sociológico y psicológico de la relación.
A modo de resumen, las claves del planteamiento de S. Serrano (1984: 43) serían que: a) los conceptos base del acto de comunicación son proceso y participación; b) un proceso es un concepto abstracto que designa una relación dinámica entre objetos concretos, una secuencia organizada de hechos o acontecimientos; c) el proceso es de transmisión de información mediante el mensaje. [...]; en la comunicación, todos sus componentes sufren cambios constantemente, y de manera especial los elementos más importantes del proceso, los participantes en el acto, los actores. Es decir:
La comunicación, el acto comunicativo, lo podemos considerar, pues, como un proceso de participación. La realización de este proceso puede resultar exitosa o un fracaso. Como en el proceso intervienen un conjunto de elementos, de cada uno de ellos depende, en cierto modo, el éxito o el fracaso del acto.
Finalmente, Rodrigo (2001), comentando la definición de Gifreu según el cual «la comunicación humana es un proceso histórico, simbólico e interactivo por el cual la realidad social es producida, compartida, conservada, controlada y transformada», explica que la comunicación:
– Es un proceso: «cualquier hecho comunicativo es un episodio contingente, que empieza y acaba y sigue un determinado desarrollo; esta característica procesual vale tanto para el individuo como para los grupos o las colectividades o sociedades». Efectivamente la comunicación es un proceso que se inicia, tiene un desarrollo y acaba. Sin embargo, las características del proceso serán distintas si se trata de individuos o de sociedades. En la comunicación interpersonal o en el teatro, por ejemplo, en el propio proceso comunicativo se establecen las señales de inicio y de final. En el caso de las colectividades o sociedades, excepto en casos de hitos emblemáticos (y aún en este caso podría cuestionarse), es más difícil establecer el inicio y el final.
– Es un proceso histórico. «No hay comunicación en abstracto, sino en concreto, todos los fenómenos de comunicación se producen en la historia y en una historia particular de los pueblos y las culturas». Toda realidad social está enmarcada en un momento histórico determinado y con los referentes propios de aquel momento histórico para una cultura determinada. Muchos fenómenos comunicativos han evolucionado dentro de una misma sociedad y son bastante distintos de los que se producen en otras sociedades. Aunque también puede haber puntos de contacto e hibridaciones.
– Es un proceso interactivo: «comunicar es un hecho social por definición que pone en contacto sujetos sociales capaces de hablar y capaces de actuar; comunicar es una relación, no una cosa». Incluso en el caso de los medios de comunicación de masas cada vez se tiene más claro que se produce una relación entre el receptor y el medio de comunicación. Llevado al extremo podríamos decir que hablar de comunicación interactiva es un pleonasmo. Si la comunicación es la relación, la producción del mensaje, el mensaje en sí mismo y el efecto serían la materialización de la relación: el producto / el resultado de la comunicación.
– Es un proceso simbólico: «la interacción se produce por medio de símbolos cargados de significación y ordenados en forma de texto o discurso; el fundamento básico de esta significación es el lenguaje natural». Con la primera parte de la afirmación no puedo estar más de acuerdo; pero desearía hacer alguna puntualización sobre la importancia del lenguaje natural. En primer lugar, la distinción entre los lenguajes naturales como inmanentes al ser humano y los lenguajes artificiales como una construcción humana puede hacernos olvidar que el lenguaje natural es también convencional. En segundo lugar, Gifreu se centra sobre todo en el lenguaje verbal. El título del primer capítulo de su libro es suficientemente esclarecedor de su postura: «Comunicar, es decir, hablar» (Gifreu, 1991: 15). Para la cultura occidental, el verbo es seguramente el principio. Pero otras culturas pueden valorar más otro tipo de formas de comunicación, como por ejemplo el gesto.
– Por el cual la realidad social es producida: «hablamos de realidad social como equivalente a “sociedad” en el sentido de sistema de relaciones entre sujetos socializados; y hablamos de producir entendiendo tanto las estructuras profundas de la socialidad como las estructuras históricas de las sociedades que resultan de procesos y relaciones de comunicación». En mi opinión, éste es el corazón de la propuesta de Gifreu, y me atrevería a decir que estamos ante una propuesta básicamente constructivista.
– Es compartida: «en la medida que la realidad social es una realidad celebrada y ritualizada por los miembros y grupos que la integran». Aquí también desearía hacer una matización. Efectivamente la realidad social es compartida por los miembros de un grupo o grupos que la integran, pero también puede ser negociada por grupos que inicialmente no la integran. Se puede intentar compartir la realidad social mediante la comunicación con personas de otras culturas. En la comunicación intercultural, el hecho que no se comparta totalmente la realidad social hace que sea una comunicación más dificultosa, pero no deja de ser comunicación. Quizás yo hubiera preferido señalar que es compartida y/o negociada.
– Es conservada: «la realidad social necesita ser reproducida permanentemente, misión que se encarga a las instituciones de la comunicación (y no a las económicas, por ejemplo)». Aquí podríamos referirnos a los aparatos ideológicos del estado según Althusser (1974: 105-170). Recordemos que para la reproducción de las relaciones de producción los estados se valen de una serie de aparatos ideológicos: escolar, familiar, religioso, jurídico, político, sindical, de la información y cultural.
– Es controlada: «todo proceso de comunicación tiene una dimensión de control o responde a unas estrategias de control y de interés para influir en el grupo o la colectividad». Esta característica es prácticamente un corolario de la anterior. Para la conservación es imprescindible un control, o al menos un intento de control. De hecho hasta en el acto de comunicación más simple se pretende causar determinado efecto en el interlocutor. Si hago un aseveración espero ser creído, si hago una pregunta espero una respuesta, si cuento un chiste espero al menos una sonrisa aunque esté llena de condescendencia.
– Es transformada: lo mismo que sirven para conservar la realidad social, los procesos de comunicación la ponen constantemente en cuestión forzándola a la renovación y a la transformación de acuerdo con las alternativas emergentes».