Y en este camino impregnado de cambio tenemos la libertad de elegir si vivir de nuestra vocación o al margen de ella, encontrar la razón por la que levantarnos cada mañana con ilusión y con una sonrisa, o dejar que la vida decida por nosotros. «Bruce eligió hacer realidad su deseo, convertir su sueño en una profesión vocacional, y a través de esta vocación alcanzar la autorrealización». Para esto es necesario preguntarse, ¿cuánta fe tienes en lo que haces y cuál es el propósito real de aquello por lo que quieres apostar en tu vida? Cuando entendemos el propósito de nuestras acciones estas cobran su verdadero sentido y eso nos ayuda a asumirlas con tranquilidad, con mayor confianza y más interés.
En mi experiencia personal de retos de superación en el mar y a través de los cruces a nado del estrecho de Gibraltar y del canal de Menorca he podido comprobar personalmente lo importante que es asumir retos, y sobretodo que estos se pueden transformar en la palanca de ayuda a otras personas. Es ahí donde he encontrado el propósito de mis acciones e incluso el sentido real de aquello a lo que he dedicado tanto esfuerzo, sacrificio y pasión y que hoy puedo asegurar que forma parte de mi vocación.
Desde que el hombre es hombre y hasta nuestros días todas las generaciones han compartido un anhelo, que se interpreta de forma distinta en cada época, pero que está ahí para dar sentido a la vida: el anhelo humano de encontrar la felicidad. La búsqueda de la felicidad ha protagonizado pensamientos y conversaciones generación tras generación, y la posibilidad de alcanzarla está en descubrir nuestro propósito y también nuestra vocación en la vida. Muchas de las respuestas a las grandes preguntas están en nuestro interior y es necesario parar, reflexionar y abrazar el silencio para llegar a nuestras propias conclusiones y desde ahí comprometernos con aquello sobre lo que de verdad nos vale la pena apostar para ser felices.
La lectura de este libro es como escuchar un viejo disco de vinilo de catorce pistas en el que cada canción despierta a las reflexiones que, paso a paso, van creando la posibilidad del logro de metas, y como telón de fondo el inspirador ejemplo y la creatividad de Springsteen, quien ya a temprana edad descubrió el deseo de alcanzar la gloria en aquello que tanto deseaba y convertirse así en el más grande.
Es desde la perspectiva del autor, desde lo que en él despierta su admirado artista Bruce, y desde lo que los filósofos nos han dejado, como José Javier Torre encuentra la forma de compartir las claves necesarias para alcanzar nuestros sueños.
Este camino, con la música de fondo de Bruce, invita a considerar distintas ideas y reflexiones, comportamientos y emociones, pero sobretodo insiste en algo que es fundamental entender y asumir: todo camino empieza en un primer paso, ponernos en marcha, actuar y procurar controlar las expectativas de lo que nos iremos encontrando en él.
Te invito a dar ese primer paso hacia el logro de tus metas desde la lectura de este libro en el que Bruce pone el ritmo, los filósofos ponen la armonía, y el autor, pluma en mano, dirige este concierto plagado útiles y certeros consejos.
Se encienden los focos, se abre el telón y sale ¡«The Boss»!… Disfruta de la lectura.
Jacobo Parages
Conferenciante, formador y docente
Introducción
La banda sonora de mi vida
«Dios, ten piedad del hombre que duda de aquello de lo que está seguro». Para los fans de Bruce Springsteen esta frase no pasará desapercibida y podrán ubicarla sin dificultad en una de sus canciones más conocidas de finales de los ochenta, «Brilliant Disguise». La frase encaja a la perfección para describir situaciones donde una persona duda y deja de estar segura de sí misma, algo que suele sucedernos en los momentos de cambio, o de crisis. Porque en el fondo, los momentos de crisis son invitaciones al cambio y es ahí donde la certeza y seguridad de la vida se tambalean. Es el momento en el que comenzamos a dudar de lo que estamos seguros y necesitamos agarrarnos a algo que nos permita guiarnos entre las tinieblas.
En la sociedad occidental en la que vivimos, la palabra cambio provoca un cúmulo de emociones que van desde el malestar, la incomodidad y el miedo hasta el enfado, el resentimiento o la resignación. Preferimos vivir en un aparente estado de seguridad, huyendo de la temida incertidumbre inherente a cualquier proceso de cambio. Y nos olvidamos con demasiada frecuencia de que en esencia somos cambio y que, por extensión, la vida es cambio e incertidumbre. Desde el comienzo de los tiempos, el mundo se ha ido transformando, cada generación ha tenido que afrontar el embate de los cambios y adaptarse a una nueva realidad.
Los cambios despiertan en el ser humano la emoción del miedo porque los consideramos una amenaza para nuestra supervivencia. Y así, a veces nos descubrimos viviendo una existencia sin sentido, aunque apenas hacemos nada por cambiarla. Sin embargo, pese a que no queramos cambiar, hay momentos en la vida en los que aparecen cambios forzados o impuestos, o situaciones que irremediablemente nos empujan a tomar decisiones y realizar algún tipo de movimiento.
Y llegamos a ese momento sumamente contradictorio del ser humano: queremos transformarnos pero sin pasar por el dolor que cualquier proceso de transformación requiere. Queremos ser mariposa sin ser crisálida.
Cada persona debe ser capaz de labrar su propio camino para alcanzar la transformación deseada, evitando caer en la dependencia de profesionales o amigos que, con la mejor intención, nos ofrecen sus recetas y consejos. La cuestión fundamental reside en ser capaz de convertirte en tu propio coach y liderar tu propia vida. Para conseguirlo necesitas tener una actitud de aprendizaje continuo para ir conociéndote más y mejor y descubrir qué es lo que quieres, dándole un sentido a tu vida. ¿Cómo se consigue tal cosa? ¿Cómo ser cada día un poco más sabio, más experto o tener más conocimiento? ¿Cómo afrontar los cambios y las adversidades que inevitablemente nos traerá la vida cada cierto tiempo? ¿Cómo mantener esa actitud de apertura constante hacia el aprendizaje para afrontar los cambios de la vida? En suma, ¿cómo vivir? ¿Cómo liderar tu vida? ¿Cómo abordar los cambios para vivir mejor?
La respuesta a los «cómos» está en cada uno de nosotros. Aunque resulte tentador querer que alguien responda por nosotros para conseguir la receta mágica que nos haga salir de la incertidumbre, el miedo o el dolor, debe ser cada persona quien recorra su propio camino, respondiendo a estas cuestiones y descubriendo su propio «cómo». Es a través de nuestra experiencia donde aprendemos las lecciones más valiosas. Y esa experiencia procede de muchos ámbitos: la interacción con otras personas, el conocimiento de uno mismo, la formación, la cultura, los errores, los fracasos, los aciertos, los éxitos… Todo suma si sabemos interpretarlo. Toda experiencia nos puede enseñar a vivir mejor, a abordar los cambios sin miedo y a liderar nuestra vida. En definitiva, y modificando la famosa afirmación de Charles Darwin, que sostenía que «ni el más fuerte, ni el más inteligente sobreviviría, sino el más adaptable al cambio», yo añadiría que es el que más aprendizajes es capaz de adquirir en una experiencia de cambio el que sale más reforzado y, finalmente, quien sobrevive para transformarse.
Como decía Descartes en su obra cumbre El Discurso del Método, no me considero ni un maestro ni un guía, ni alguien especialmente dotado y capacitado para vivir experiencias de cambio. De hecho me cuesta afrontar los cambios y moverme de mis creencias o formas de ver la vida. Y en ocasiones me descubro sintiendo envidia de otros que realizan cambios de vida, de trabajo o de pareja con naturalidad y sin ningún tipo de drama. Sin embargo, desde hace unos años y a raíz de una crisis profesional y personal decidí iniciar un proceso de cambio, en parte voluntario y en parte obligado, que provocó un sinfín de decisiones que transformaron mi vida. Lo que encontrarás en estas páginas es un relato personal y autobiográfico con las experiencias y los aprendizajes que he ido viviendo e integrando desde entonces. Y describo ese camino de cambio y transformación a través de algunas canciones de mi cantante y músico favorito, Bruce Springsteen, y con ayuda de algunas enseñanzas de los más grandes pensadores y filósofos que nos han acompañado desde hace 2.500 años. Lo cierto es que no soy ni experto en filosofía ni profesor; simplemente recurro a ella como lector ocasional de citas, ensayos, libros o alguna biografía de estos pensadores. Y he comprendido, precisamente a través de la lectura de estos filósofos, que la filosofía nos puede ayudar a entender mejor el mundo, la vida, las cosas