Para una crítica del neoliberalismo. Rodrigo Castro. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Rodrigo Castro
Издательство: Bookwire
Серия: Fuera de serie
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9788483812716
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Aires: FCE.

      — (2014): «Entrevista de Michel Foucault con Jean François y John de Wit», en Obrar Mal decir la Verdad. Buenos Aires: S. XXI.

      Guillen Romo, Héctor (2018): «Los orígenes del neoliberalismo: del Coloquio Lippmann a la Sociedad del Mont-Pèlerin», en Journal of Economic Literature. vol. 15, nº 43, pp. 7-42.

      Harvey, David (2005): A brief history of neoliberalism. New York: Oxford University Press.

      Lippmann, Walter (1937): The Good Society. Boston: Brown & Co. En francés ver Lippmann, Walter (1938): La cité libre. París: Librairie de Médicis. En castellano Ver Lippmann, Walter (1940): Retorno a la libertad. México: Unión Tipográfica Hispanoamericana.

      Mirowski, Philip y Plehwe, Dieter (eds) (2009): The Road From Mont Pelerin. The Making of the Neoliberal Thought Collective. Cambridge: Harvard Press.

      Pirou, Gaëtan (1939): Néo-Libéralisme, Néo-Corporatisme, Néo – Socialisme. París: Gallimard.

      Ptak, Ralf (2009): «Neoliberalism in Germany. Revisiting the Ordoliberal Foundations of the Social Market Economy», en Mirowski, Philip y Plehwe, Dieter (eds.): The Road From Mont Pelerin. The Making of the Neoliberal Thought Collective. Cambridge: Harvard Press.

      Röpke, Wilhelm (2010): La crisis social de nuestro tiempo. Madrid: El buey Mudo.

      — (1958): A Humane Economy. Chicago: Henry Regnerey Company, 1960

      Salinas, Adán (2016): «Debates Neoliberales en 1938. El Coloquio Lippmann», en Hermenéutica Intercultural, n° 26, pp. 57-91.

      Williamson, John (1990): «What Washington Means by Policy Reform», en Williamson, John (ed) Latin American Adjustment: How Much Has Happened? Washington: Institute for International Economics.

      32 Este escrito incluye resultados del proyecto. «Los regímenes de veridicción como componentes de una analítica contemporánea del poder». Fondecyt postdoctorado 3170031, República de Chile.

      33 Foucault identificará este proceso sobre todo con la figura de Giscard, que mientras dicta el curso es precisamente presidente de la República. «Ahora bien, esta idea de una política social cuyos efectos queden neutralizados por completo desde el punto de vista económico ya la encontramos formulada con mucha claridad al principio de ese periodo de instauración del modelo neoliberal en Francia, es decir, en 1972, por el ministro de Finanzas de entonces, Giscard d'Estaing» (2007: 239).

      34 De hecho lamenta que no haya llegado a hablar de biopolítica, que «el curso se haya dedicado íntegramente a lo que solo debía ser su introducción» (359). Hay que recordar la forma en que cierra el curso, pues entrega precisamente algunos de los elementos que debería incluir ese análisis de una biopolítica neoliberal: «Lo que debería estudiarse ahora, entonces, es la manera cómo los problemas específicos de la vida y la población se plantearon en el marco de una tecnología de gobierno que, sin haber sido siempre liberal —lejos de ello—, no dejó de estar recorrida desde fines del siglo xviii por la cuestión del liberalismo» (366). Este programa de trabajo en todo caso no se continúa en los cursos siguientes.

      35 Hay algunas sugerencias, durante el curso y en otros trabajos: la política social privatizada, el mercado sanitario, el programa del hombre empresa, la responsabilización individual como principio de orden social; pero no llegan a ser una descripción.

      36 Foucault considera que existe un impulso neoliberal francés, que ya desde la década del 50 ha tensionado la política francesa con medidas «liberales» frente a la más preponderantes posiciones «dirigistas». Menciona a modo de ejemplo a Pinay en 1952 y la reforma sobre todo monetaria impulsada por el comité que presidió en 1958 Jacques Rueff, uno de los participantes del coloquio Lippmann (2007: 232-233). Pero, más allá de estas tensiones o incursiones, habría un cambio esencial a partir de la primera mitad de la década del 70 en que se instaura un modelo de inspiración alemana. E incluso que el gobierno de Giscard contemporáneo al curso sería francamente neoliberal en el sentido del ordoliberalismo. De modo que «hay un parentesco que salta a la vista entre lo que ellos dicen y el modelo alemán, el ordoliberalismo alemán, las ideas de Röpke, Müller-Armack, etc. Ahora bien, es muy difícil encontrar simplemente el acta de reconocimiento, la declaración que permita decir: ah, aquí está, esto es lo que hacen y saben que lo hacen» (2007: 227). Foucault insiste en que se ha esforzado por encontrar conexiones explícitas, que soporten esta intuición, rescata por fin las afirmaciones de un joven asesor del Gobierno en materia económica Christian Stoffäes, quien señala a fines de 1978 que calificaría sus propuestas como economía social de mercado con un poco más de audacia revolucionaria. Foucault comenta «por fin se habían pronunciado las palabras» (2007: 229). Sugiere incluso Foucault que en marzo de 1979 que comenzaba a volverse «une tarte à la crème» (2004: 221) en Francia las alusiones al neoliberalismo norteamericano. La reconstrucción que ha hecho Denord (2004) tiende a mostrar la viabilidad de esta intuición. El surgimiento de los nuevos economistas en Francia, la fundación de publicaciones especializadas cercanas al monetarismo y especialmente la fundación de la UDF en 1978, partido de Giscard que será el principal agente, un par de años después de la relaboración ideológica de la derecha. Todos ellos son elementos que a la distancia permiten desglosar la intuición de Foucault de que el neoliberalismo se ha instalado en Francia y al mismo tiempo evidencian las razones políticas que lo llevan a preocuparse por este tema. Hay que insistir que cuando se dice neoliberalismo en este contexto se refiere principalmente en este caso a la versión alemana que a juicio de Foucault aterriza en Francia. Aunque parezca exagerado, algunas descontextualizaciones bizarras hacen necesario insistir que de hecho ni Thatcher ni Reagan han sido siquiera elegidos cuando termina el curso Nacimiento de la biopolítica y que la preocupación de Foucault es imposible que se dirija hacia esa configuración de reformas. Si bien Foucault conoce algunos textos de neoliberales norteamericanos y los analiza con más o menos fortuna, no está viendo ni las reformas de Thatcher, ni Reagan, ni el consenso de Washington, pues esto aún no existe. Podría haberse fijado en la experiencia chilena o algunos de los elementos neoliberales implementados en el Brasil, país que conoce, y no lo hace, es un defecto del análisis y probablemente fruto de su frecuente localismo francés. Pero es el contexto francés a pesar de todo el factor explicativo.

      Zamora identifica bien el contexto francés y sugiere que Foucault se siente inclinado por la política de Giscard. Los argumentos serían una posible amistad, o un trato periódico con un funcionario del gobierno de Giscard de cierta importancia. Parece una lectura incorrecta. Me permito recordar un par de cosas concretas. Foucault, que no suele referirse a las elecciones presidenciales, dice los siguiente a propósito del triunfo de Giscard en 1974 y la reacción cultural de la derecha «la antigua derecha petainista, la antigua derecha colaboracionista, maurrasista y reaccionaria que se camufló como pudo tras de Gaulle, considera que ahora tiene el derecho a reescribir su propia historia. Esta vieja derecha que, desde Tardieu, había sido descalificada histórica y políticamente, ahora vuelve al frente del escenario. Ella apoyó explícitamente a Giscard. Ya no necesita usar una máscara y, por lo tanto, puede escribir su propia historia» (1994: 647). Y al final del periodo, cuando Miterrand derrota a Giscard en 1981, añade que el Partido Socialista ha sido sensible a ciertos temas de las luchas ecológicas, feministas y no que se trata de la victoria de algo consumado, pero sí al menos de «la victoria de una posibilidad»; mientras que la victoria de Giscard hubiese sido la «derrota de la posibilidad» (2014: 277).

      37 Una reconstrucción detallada en todo caso muestra diferentes antecedentes que habían seguido esta complejización, por ejemplo en 1939, Gaetán Pirou tituló su compendio «NéoLibéralisme, NéoCorporatisme, NéoSocialisme». En su descripción se basa en trabajos anteriores de algunos de los asistentes al coloquio, y alude al coloquio mismo y a los trabajos de Lippmann. Ingresa