El presente estudio del campo de la psicología educativa en Colombia se restringe a tres elementos que ofrecen la información para el efecto y que no han sido abordados desde la perspectiva de la institución de un campo como las condiciones históricas que han hecho posible su génesis; las tensiones que han permitido los flujos de energía para su emergencia; y, las estructuras que han posibilitado establecer las instancias de consagración y legitimación, y el camino hacia su institucionalización en el país, y su consolidación como comunidad académica. Estos aspectos van marcando su estatuto como campo, su ordenación y su autonomización.
Para el abordaje de la génesis de la psicología educativa, es relevante analizar el asunto desde algunas fuentes que permiten rastrear su formación y cristalización desde los aportes que ha hecho a la sociedad. La instalación de las disciplinas en la sociedad es un proceso que comienza con la institucionalización de los saberes y de las prácticas. Asimismo, se debe tener en cuenta que las acciones sociales funcionan como prácticas sociales más allá de las instituciones, antes y después de la institucionalización formal o informal. Y, por su parte, la práctica está antes y después de la institucionalización de los saberes de las que derivan.
Una vez consolidada la psicología y la práctica psicológica, y en su mismo proceso de consolidación social y cognoscitiva, se da la entrada de la psicología como saber en el campo de la educación. Y en el ámbito de los agentes entendidos –los psicólogos– y el agenciamiento, es decir, la forma en que adaptan su saber y sus acciones, se presenta el fenómeno de la entrada de los profesionales de la psicología a las instituciones educativas en la década de los sesenta. Más adelante, en las décadas de los ochenta y los noventa, hay una penetración masiva de este tipo de profesionales en los colegios privados y, en alguna medida, en los públicos. Además, la presencia de los psicólogos y de los servicios de psicología es mostrada como un plus en los servicios ofrecidos por las instituciones educativas. La psicología educativa –o por lo menos la psicología en la escuela– también opera como estrategia de mercado y de competencia entre las instituciones de educación.
Así pues, a raíz del encuentro con el campo de la educación, la psicología educativa tiene ligada su existencia a la educación y a las instituciones educativas, donde emerge como praxis social específica.
Para responder preguntas alrededor de las condiciones de emergencia social de la psicología aplicada y, en particular de la psicología educativa, es pertinente revisar la institucionalización de las prácticas sociales derivadas de los saberes y las disciplinas, direccionándola hacia la utilidad de estas en sus marcos temporales y espaciales de surgimiento.
El abordaje de las instancias de consagración y legitimación implica que hay que referirse a las “estructuras de preferencia generativa” (Bourdieu, 2005, p. 196), inscritas en el sistema de disposiciones. Así, el reconocimiento y la legitimación del saber psicológico racional y de la práctica psicológica han ido de la mano de su institucionalización y de la de su enseñanza, a partir de unas condiciones de emergencia específicas. En el caso de la psicología educativa, existen unas condiciones de emergencia que permiten que la psicología como ciencia entre en la educación, y que los profesionales de la psicología lleven su profesión a las instituciones educativas.
Muchas veces, la referencia al problema de la legitimación de la psicología suele hacerse corresponder con el proceso de institucionalización de su enseñanza en las universidades. Esto ha invitado a observar con especial atención los momentos o las etapas en que la psicología logra cierto grado de reconocimiento social en torno a su enseñanza en las universidades y el desempeño profesional. Para ello, se han definido etapas como el periodo preuniversitario, el universitario y el profesional (García, 2009). Esta discriminación ha permitido el análisis de los factores que inciden en el proceso de institucionalización de la psicología en general, y pone en evidencia algunas características del proceso en relación con la hegemonía y con la imposición de algunos discursos que no son estrictamente psicológicos, pero que operan como contenedores y dominantes de este.
Por otra parte, respecto a la institucionalización de la enseñanza de la psicología en las universidades en Latinoamérica, se ha planteado el proceso de masificación en sus matrículas en la segunda mitad del siglo XX. Rossi et al. (2009) señalan que, en Argentina, la masificación de las matrículas ocurrida en 1983 corresponde con la instalación de la democracia. En Colombia, la masificación de la enseñanza de la psicología también se presenta en la década de los noventa. Así, de 14 programas de formación o facultadas creados entre 1947 y 1984 en Colombia (Ardila, 1998a), se pasa a que en el 2016 se tuvieran 128 programas (Asociación Colombiana de Facultades de Psicología –Ascofapsi–, 2016). Este asunto está ligado al fenómeno de la profesionalización: la inserción laboral de los psicólogos en unos cargos y en unas funciones que están en directa relación con los discursos dominantes, que a su vez requieren recursos técnicos para la contención social de lo disfuncional (Rossi et al., 2009).
Sin embargo, la perspectiva de revisar el proceso de institucionalización solo desde su emergencia en la academia no satisface la pretensión de este estudio. Por ello, el abordaje de la génesis y la estructura del campo de la psicología educativa en Colombia se realizó desde los aportes que para los procesos de institucionalización plantean enfoques sociológicos, principalmente los de Berger y Luckmann (2001), Bourdieu (1990, 2001, 2002, 2006, 2007), Bourdieu y Wacquant (2005), Dubois (2014) y Giddens (1998), y la propuesta de Clark (1972), para lo referido a la emergencia del campo en la academia. Estas aproximaciones sociológicas permiten revisar las condiciones sociohistóricas de la emergencia de la psicología educativa en Colombia y ampliar la comprensión de las etapas de su institucionalización académica con los aportes de los autores mencionados.
Por último, el camino hacia la institución del campo de la psicología educativa en el país, su ordenación y su autonomización es un proceso que se hace incomprensible más allá de los marcos de las diferentes instancias que le confieren legitimidad (Dubois, 2014). A esto se suma que, como institución, la psicología educativa opera como una forma de organización que asegura su permanencia por medio de procesos de consagración de individuos. Lo anterior, mediante la imposición de un sistema de normas y valores que van a conducir sus modos de hacer en el campo de aplicación. De esta manera, se devela un continente en el que también confluyen aspectos ideológicos y represivos. La psicología, como institución, es un instrumento social de imposición de ideologías.
En este orden de ideas, lo que se pretende mostrar en este libro es que la legitimidad de la psicología aplicada, en particular de la psicología educativa, depende de unas coordenadas sociales, que limitan el espacio y el tiempo en unas coordenadas espaciotemporales singulares llamadas “institución” (Lourau, 1975). Y que la práctica psicológica está enmarcada en esas coordenadas, que delimitan unas normas imperativas que reflejan y acentúan las normas sociales. Dichas normas son especiales, en la medida en que no son jurídicas ni naturales (Lourau, 1975), sino que están definidas en ese espacio singular de la institución, donde la práctica psicológica se codifica en un sistema simbólico que regula problemáticamente la pertenencia o la no pertenencia a la institución. Con este trabajo, entonces, se pretende la revisión de la institucionalización de la psicología educativa en Colombia, alrededor de sus dos formas de emergencia: la psicología educativa como saber específico y la psicología educativa como profesión.
A propósito de esta situación y en aras de aportar elementos útiles para la comprensión de la emergencia y la estructura del campo de la psicología educativa, se plantea la siguiente pregunta: ¿cómo surge, se legitima y se organiza el campo de la psicología educativa en Colombia?
Para aportar a la respuesta de la pregunta enunciada, se propone como objetivo de este texto comprender la génesis y la estructura del campo de la psicología educativa como institución en Colombia. Así, se busca contribuir al esclarecimiento del estatuto de la psicología educativa en Colombia como saber específico, y del psicólogo educativo como profesional.
Igualmente, se establecen preguntas que se anudan a las categorías de análisis, a los objetivos específicos y al cuerpo de la investigación expresado