[6] Cfr. José Luis ILLANES (dir.), Diccionario de San Josemaría Escrivá de Balaguer, Burgos — Roma, Monte Carmelo — ISJE, 2013. En concreto, las voces: Inmaculada ALVA, “Administración de la Residencia de la Moncloa”, pp. 71-75; EAD., “Jorge Manrique, Centro de”, pp. 696-698; Beatriz TORRES OLIVARES, “Botella Raduán, Enrica”, pp. 163-164; Yolanda CAGIGAS OCEJO, “Fisac Serna, Mª Dolores (Lola)”, pp. 529-530; Francisca COLOMER PELLICER, “García Escobar, Mª Ignacia”, pp. 563-564; Mercedes ALONSO DE DIEGO, “González Guzmán, Narcisa (Nisa)”, pp. 571-573; Ana SASTRE, “Hoyo Alonso, Salvadora del (Dora)”, pp. 597-599; María MERINO, “Ortega Pardo, Encarnación (Encarnita)”, pp. 924-926; Mercedes EGUÍBAR LAGARZA, “Ortiz de Landázuri, Guadalupe”, pp. 926-927; María Isabel MONTERO CASADO DE AMEZÚA, “Mujeres en el Opus Dei. Inicio del apostolado”, pp. 860-868.
[7] Yolanda CAGIGAS OCEJO, “Cartas de Josemaría Escrivá de Balaguer a Dolores Fisac. 21 de mayo de 1937- 16 de noviembre de 1937)”, SetD 4 (2009), pp. 375-409.
[8] Francisca R. QUIROGA, “Apuntes para una reseña biográfica de Narcisa González Guzmán, una de las primeras mujeres del Opus Dei”, SetD 4 (2010), pp. 339-371.
[9] Ana SASTRE, “De los Picos de Europa a la Ciudad del Tíber. Apuntes para una reseña biográfica de Dora del Hoyo”, SetD 5 (2011), pp. 261-284.
[10] Francisca COLOMER PELLICER, “Ramona Sanjurjo Aranaz y los inicios del Opus Dei en Vigo (1945-2001)”, SetD 12 (2018), pp. 303-315.
[11] María HERNÁNDEZ-SAMPELAYO — María Eugenia OSSANDÓN, “Las primeras agregadas del Opus Dei (1949-1955). Una aproximación prosopográfica”, SetD 13 (2019), pp. 217-324.
[12] Los artículos son: Gloria TORANZO, “Los comienzos del apostolado del Opus Dei entre mujeres (1930-1939)” SetD 7 (2013), pp. 15-93; Inmaculada ALVA, “El apostolado del Opus Dei entre mujeres: un segundo comienzo (1937-1942)” SetD 12 (2018), pp. 173-217; EAD., “Abrir nuevos caminos: algunas pioneras en los inicios del apostolado entre mujeres (1942-1945)”, SetD 14 (2020), pp. 65-108; Mercedes MONTERO, “La editorial Minerva (1943-1946). Un ensayo de cultura popular y cristiana de las primeras mujeres del Opus Dei” SetD 11 (2017), pp. 227-263; EAD., “Los comienzos de la labor del Opus Dei con universitarias: la Residencia Zurbarán de Madrid (1947-1950) SetD 4 (2010), pp. 15-44; EAD., “La formación de las primeras mujeres del Opus Dei (1945-1950)” SetD 14 (2020), pp. 109-142.
[13] El papel de las cartas para crear esos lazos de unión familiares, políticos, patrióticos ha sido bien destacado por Miriam DOBSON, “Letters” en EAD. — Benjamin ZIEMANN (eds.), Reading Primary Sources. The interpretation of texts from nineteenth- and twentieth-century history, London and New York, Routledge, 2008, pp. 60-64. Otro estudio interesante sobre los epistolarios como fuentes históricas es Rebecca EARLE (ed.), Epistolary Selves. Letters and Letters-Writers, 1600-1945, Aldershot, Ashgate, 1999, en especial, pp. 1-12.
[14] Gustavo GILI ROIG, Bosquejo de una política del libro, Barcelona, 1944; Fernando RODRÍGUEZ VÁZQUEZ [Editorial Lis] Asamblea del libro español. Derechos y deberes del editor, ponencia redactada a instancia del INLE para su discusión en la Asamblea. Madrid, Instituto Nacional del Libro Español, 1944; Asamblea del Libro Español. Difusión del libro español, ponencia redactada por D. Santiago Salvat, D. Joaquín Sopena y D. José Zendrera a instancias del INLE para su discusión en la Asamblea, Madrid, Instituto Nacional del Libro Español, 1944.
I.
LA MUJER EN LA ESPAÑA EN LOS AÑOS TREINTA Y CUARENTA DEL SIGLO XX
INMACULADA ALVA
EL PRIMER CENTRO DE MUJERES DEL Opus Dei se abrió en Madrid el 16 de julio de 1942 en la calle Jorge Manrique. Constituía un hito importante de una larga etapa que había empezado el 14 de febrero de 1930, cuando José María Escrivá comprendió que las mujeres también formaban parte de aquello que había comenzado el 2 de octubre de 1928. Los primeros pasos de este apostolado fueron lentos y discontinuos. El primer grupo que el fundador formó en torno a su trabajo en el Patronato de Santa Isabel en Madrid, durante los años republicanos, no llegó a consolidarse.
Hubo después un segundo núcleo —Dolores Fisac fue la primera en 1937— que se ampliaría durante la inmediata posguerra y que se consolidó finalmente con la apertura de la casa en la calle Jorge Manrique. En 1945 este centro se trasladó a la calle Zurbarán 26, donde dos años más tarde empezaría una residencia femenina universitaria. Ya para entonces existían otras casas, en Madrid (la Administración de la residencia La Moncloa), en Villaviciosa de Odón (el centro de formación Los Rosales) y en Bilbao (la Administración de la residencia Abando). El grupo inicial —en 1941 apenas llegaban a la decena— aumentó lenta pero constantemente[1]. El nuevo mensaje de búsqueda de la santidad en medio del mundo y con un claro sentido de misión apostólica que el fundador les proponía, caló profundamente en ellas. A partir de 1944, comenzaron a viajar por gran parte de la península para difundir esta llamada e instalar centros nuevos en otras ciudades como Segovia, Granada, Córdoba, Barcelona, Zaragoza y Santiago. En 1946 un grupo de mujeres marchó a vivir a Roma. La segunda expansión, que tuvo lugar en 1950 —fuera ya de los límites cronológicos de este libro— las llevaría a Irlanda, Inglaterra, Estados Unidos, México, Guatemala, Italia, Portugal, Colombia, Argentina o Chile.
Es este un relato de pioneras dispuestas a abrir nuevos caminos y ampliar los horizontes a otras mujeres, en unos años en los que la actividad femenina estaba orientada casi exclusivamente al ámbito doméstico y una dedicación completa a Dios se contemplaba en el marco de las órdenes religiosas o, en todo caso, de las terciarias. Precisamente el encuentro de cada una con el mensaje que difundía el fundador del Opus Dei supuso un descubrimiento que conectaba con sus inquietudes humanas y espirituales y que las lanzaba más allá de lo que una mujer se podía plantear en la década de los cuarenta. Por eso es interesante conocer el contexto social y político en que se movieron.
LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN EL CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL DE LOS AÑOS TREINTA
La década de los treinta fue una época de grandes cambios políticos en España. Las dictaduras de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) y Dámaso Berenguer (1930-1931), apoyadas por el rey Alfonso XIII, supusieron una decepción para las fuerzas liberales del país, que desembocó en el triunfo de los partidos republicanos en las elecciones municipales de abril de 1931 y la marcha voluntaria al exilio del monarca. El 14 de abril de 1931 se proclamaba la Segunda República, un acontecimiento percibido con gran esperanza por la mayor parte de los españoles, cansados de años de corrupción y estancamiento político[2].
Sin embargo, el período republicano (1931-1936) no se caracterizó por su estabilidad. Con una progresiva radicalización política, huelgas obreras, amenazas de golpes de estado y violencia callejera, que en muchos casos conllevaba la quema de iglesias y conventos, y otros actos vandálicos, los distintos gobiernos que se alternaron en el poder (de izquierdas o de derechas) perdieron el control de las calles. El enfrentamiento político y civil acabó, como es sabido, en la Guerra Civil, que duró tres largos años.
La situación económica no favorecía la