El peronismo y la consagración de la nueva Argentina. Carlos Piñeiro Iñíguez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Carlos Piñeiro Iñíguez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789507547096
Скачать книгу
el Eje, los resultados fueron los opuestos. Los problemas al interior del gobierno y del GOU se hicieron notar en las semanas siguientes a la renuncia del canciller y su reemplazo, en principio de manera provisoria y reteniendo su cargo en Interior, por el ahora general de brigada Gilbert. De los documentos del GOU publicados surge que la discusión entre mediados de setiembre y mediados de octubre de 1943 fue intensa, coincidente con un nuevo intento de desplazar a Farrell y Perón. Unos apuntes, aparentemente de letra de Perón, dan cuenta de, por lo menos, desconfianza entre los directivos, ya que hacen el seguimiento de las actividades del jefe de la Base Aérea Palomar, Bernardo Menéndez, con otros integrantes del GOU, como los tenientes coroneles Lagos, Pizales y Cairó y los mayores Fredes y Llosa, y con otros oficiales que no pertenecían al grupo, como el general Rodolfo Márquez. En las actas de reunión de esos días parece haber acuerdo en la necesidad de “que el gobierno reaccione y se modifique”, ya que, como señalaba Perón, se estaba ante un escándalo diplomático que “ha provocado el desastre” de la situación interna, que estimaba aún peor que la internacional, y como señalaba el coronel Ramírez, “los miembros del gobierno están reñidos entre sí”. Según surge de esas actas, en esos días el GOU trató de convencer a Gilbert y Farrell para que fueran la punta de lanza de esa presión sobre el presidente. De manera llamativa, en el acta de la reunión del 22 de setiembre de 1943, se planteaba un gabinete en el que el general Farrell sería designado vicepresidente; Perón, ministro de Guerra; el general Gilbert, de Relaciones Exteriores; el coronel Ramírez, del Interior; el general Sanguinetti, en Justicia e Instrucción Pública y el coronel Ávalos, en Obras Públicas. Un memorándum, sin dar cuenta de esa lista, concluía con una resolución: “Provocar el día lunes 27-IX a las 15.00 horas, por intermedio del Gral. Gilbert, una crisis total del gabinete, procediendo a la reorganización total del mismo, y al juramento del nuevo gabinete en la tarde el mismo día 27”. Iba acompañado de un “Plan de Acción” cuyas disposiciones eran las de un golpe de Estado: alistamiento de unidades “para accionar rápida y violentamente a fin de quebrar toda resistencia”; “prever el contralor de las telecomunicaciones”; emitir salvoconductos para ingresar a la Casa de Gobierno; “la detención simultánea de los cabecillas de posibles contrarrevoluciones (Rawson, Bosch, etcétera), dado que aprovecharán la situación para provocar desórdenes o perturbaciones”. En el caso de fracasar la gestión del general Gilbert, al despacho presidencial “concurrirán los Cnles. Ramírez y Perón, Tcnl. Lagos, My. Bengoa, para que, apelando al patriotismo del Presidente, se le dé una solución favorable”. En caso de fracasar la gestión, se preveían instrucciones especiales, que implicaban poner en marcha el golpe, aunque en ningún momento se mencionaba la destitución del general Ramírez: Ladvocat debía comunicar ese fracaso al Ministerio de Guerra; los jefes de unidades del GOU debían ir a ellas a esperar las novedades; el coronel Ávalos debía aprestarse en Campo de Mayo para “neutralizar el Colegio Militar en caso de que defeccione, a fin de dejar libres a las unidades de la Base Palomar”, y dirigirse contra la División 2, “cuya intervención a favor del gobierno no puede descartarse”. El comandante de la División 3 debía concurrir en apoyo de Campo de Mayo u oponerse a la División 4, según fuese necesario. El comandante de telecomunicaciones subordinaría las mismas al Ministerio de Guerra95.