Población y envejecimiento. Verónica Montes de Oca Zavala. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Verónica Montes de Oca Zavala
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073038591
Скачать книгу
de la oms. El estudio longitudinal sage es una recopilación de datos sobre los adultos mayores de 50 años, e incluye además una muestra de comparación más pequeña de adultos de edad entre 18-49 años, a partir de muestras representativas a nivel nacional en China, Ghana, India, México, Rusia y Sudáfrica. El estudio comprende además una serie de sub estudios y colaboraciones de investigación que difieren entre cada país participante. sage es apoyado por el Instituto Nacional del Envejecimiento, a través de su División de comportamiento y la investigación Social y los gobiernos nacionales. En el caso de México la iniciativa tiene su sede en el Instituto Nacional de Salud Pública y las bases de datos pueden también ser consultadas en línea.5

      Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ensanut 2012). Arroja luz por primera vez respecto al estado de salud de esta población y acerca de los indicadores del Acuerdo para el Fortalecimiento de las Acciones de Salud Pública en los Estados (afaspe) para los adultos mayores.

      La cohorte de Coyoacán. Con el objeto de profundizar en la comprensión de los mecanismos que conducen a la fragilidad, en el año 2005 comenzó la preparación de un estudio de cohorte en la Delegación Coyoacán con un millar de adultos mayores en seguimiento longitudinal (Ruiz-Arregui, et al., 2013). En tres olas de evaluación a lo largo de cinco años ha producido una veintena de publicaciones, en particular, en colaboración con investigadores franceses y norteamericanos. La base de datos puede ser consultada a través del Departamento de geriatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

      Aportes significativos a partir de las fuentes de información enumeradas

      La insuficiente explotación de la información conduce a desperdicio de recursos, inadecuación de servicios y en consecuencia a desenlaces desfavorables. El acercamiento a las fuentes de información enumeradas abre una nueva perspectiva respecto a las consecuencias que el envejecimiento poblacional puede tener para la salud de los adultos mayores.

      Tanto en los países de ingreso medio y bajo como en los más ricos, las enfermedades crónicas son una costosa e importante causa de discapacidad y de merma de la calidad de vida. Actualmente es muy claro el papel determinante que en particular tienen la diabetes mellitus y la hipertensión arterial para acortar la esperanza de vida en salud. No se discute la necesidad de programas e intervenciones específicas a este respecto. Por otra parte, siguiendo la misma línea de pensamiento, cada vez más atención se ha prestado a otras enfermedades con prevalencia equiparable y repercusión funcional igual o mayor sobre la autonomía.

      El deterioro del estado funcional, la salud mental, el estado nutricional, los trastornos de la marcha y las caídas, las alteraciones del afecto y de la cognición, la fragilidad y la accesibilidad y utilización de servicios por los ancianos en México son áreas que sólo recientemente se han convertido en foco de interés y a pesar de ello, aún no reciben la atención que merecen en la planificación. Tal es el caso de la depresión, los padecimientos demenciales, la osteoporosis, las caídas y otros accidentes, las artropatías, la incontinencia urinaria y el deterioro sensorial; afecciones todas que afectan considerablemente la calidad de vida y que tienen en común una repercusión desfavorable sobre la funcionalidad. La totalidad de las fuentes de datos enumeradas aportan información sustantiva a este respecto en cuanto a prevalencia autoreportada de afecciones geriátricas se refiere.

      Es particularmente en razón de la creciente dependencia funcional, que el envejecimiento representa un reto en la actualidad para el Sistema Nacional de Salud pues según los más recientes reportes (Gutiérrez, García-Peña, Jiménez-Bolón, 2014), 21% de los adultos mayores, tiene al menos una discapacidad y de ellos, casi 70%, reconoció tener dificultad para caminar o moverse independientemente. Además 18.5% de la población tiene limitaciones para el diario vivir. La dependencia funcional dificulta la atención y el acceso a los servicios de salud y es particularmente disruptiva cuando se acompaña de deterioro cognitivo. Sabemos que 6% de los mexicanos mayores presentan un cuadro demencial y con mayor probabilidad a mayor edad y más comúnmente a causa de la Enfermedad de Alzheimer (Mejía-Arango y Gutiérrez, 2011).

      En el ámbito de la dependencia, es de destacarse la importancia de identificar los determinantes del apoyo informal que reciben los adultos mayores dependientes por parte de familiares, amigos y comu­nidad; y es de lamentarse por otra parte, el magro desarrollo del conocimiento a este respecto.

      En el futuro inmediato, es fundamental centrar la atención en este fenómeno y en el impacto funcional de la enfermedad. El deterioro funcional tiene implicaciones para la planeación. La transición a una situación de dependencia funcional implica cambios en las condiciones de salud y funcionalidad de la persona de edad y una redefinición de sus necesidades, que apunta al aumento de sus requerimientos de apoyo cotidiano en las actividades de la vida diaria. El creciente número de personas que en las próximas décadas entrará en esta situación representa un gran reto tanto para el diseño