Población y envejecimiento. Verónica Montes de Oca Zavala. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Verónica Montes de Oca Zavala
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073038591
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silencio; generación de baby boomers; generación X; generación Y; y generación Z o generación Net o iGen. Además, presenta un ejercicio hipotético encaminado a advertir sobre las necesidades de cuidado en cada una de estas generaciones en el periodo 2010-2050. Robles-Silva desarrolla tres ejes analíticos de cómo el análisis de generaciones puede contribuir a identificar las necesidades de cuidados en el futuro, éstos son: la condición de dependencia, los futuros cuidadores y las expectativas sobre el cuidado. Se trata de elementos relevantes que permiten anticipar una agenda de investigación y de políticas públicas sobre cuidados.

      El análisis de los cuidados en la vejez se complementa con el capítulo “Un acercamiento al cuidado visto a través del uso del tiempo de las personas mayores” de María Viridiana Sosa Márquez y Alfonso Mejía Modesto. El objetivo es analizar las actividades que realiza la población con 60 años y más, así como visibilizar las diferencias en el uso del tiempo entre la población en edades avanzadas y quienes se encuentran en las edades 12-59. Para realizar este análisis los autores utilizan la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (enut) del 2009, estiman tasas de participación y tiempos promedio semanales dedicados a distintas actividades de trabajo remunerado, trabajo no remunerado y cuidados personales. Particular atención ocupan las actividades de cuidado a menores de seis años, menores de 15 años, adultos mayores e integrantes del hogar. Los hallazgos de Viridiana Sosa y Alfonso Mejía confirman la presencia de patrones diferenciados en el uso del tiempo entre la población en edades avanzadas y el resto de las personas. Además, encuentran que en las edades avanzadas las brechas entre sexos se reducen, pero las mujeres se mantienen como las principales responsables de las actividades de cuidado. También, como parte del uso del tiempo en la vejez los autores destacan el espacio de solidaridad bidireccional. Así, si bien es cierto que la población en edades avanzadas es receptora de cuidados, también proporciona apoyos a los integrantes de la familia; por ejemplo, a través del cuidado a menores de seis años y a otros integrantes del hogar. Estos hallazgos permiten un mejor entendimiento sobre los procesos de apoyo intergeneracional en el último tramo de la vida y visibilizan la contribución de las personas en edades avanzadas a la sostenibilidad de la vida humana.

      En el trabajo titulado “Obesity and Mortality Risk over the Life Course: Evidence from Costa Rica”, Beatriz Novak analiza los riesgos de mortalidad asociados con el peso corporal a lo largo del curso de vida de la población adulta mayor en Costa Rica. La base de datos que utiliza es el estudio creles (Costa Rica: Estudio de Longevidad y Envejecimiento Saludable) 2005, 2007 y 2009. Como parte de la metodología define siete variables categóricas para comparar las diferentes trayectorias de peso corporal. Respecto a los resultados Novak encuentra que la presencia de obesidad en las edades adultas jóvenes y en las edades avanzadas aumenta el riesgo de mortalidad en comparación con haber tenido un peso normal todo el tiempo. Además, la presencia de obesidad en las edades adultas tempranas y mantener esta condición hasta las edades avanzadas son predictores independientes de la mortalidad. La autora concluye con un elemento que es relevante y es que la pérdida de peso puede tener efectos negativos en las personas mayores, porque promueve la pérdida de masa ósea y la sarcopenia. Sin embargo, los recientes hallazgos muestran que la pérdida de peso saludable se puede lograr y por lo tanto mejorar las complicaciones médicas relacionadas con la obesidad, el funcionamiento físico y la calidad de vida en general.

      Características socioeconómicas de los hogares con personas mayores

      Las aristas sobre el proceso de envejecimiento demográfico previamente analizadas se encuentran estrechamente relacionadas con los aspectos socioeconómicos de las personas, los hogares y la sociedad. Al envejecer los patrones de gasto en consumo se modifican, mientras que el gasto de salud suele incrementarse, algunos otros rubros como el gasto en vestido disminuyen e incluso el consumo en algunos bienes y servicios desaparece. Al mismo tiempo los patrones de ingresos también se modifican. La dinámica propia del proceso de envejecimiento y del mercado de trabajo lleva a la necesidad de retirarse de la actividad económica. La experiencia mexicana y latinoamericana muestra que frente a la escasa cobertura de la seguridad social las principales fuentes de recursos en la vejez provienen de las ayudas familiares (Guzmán, Huenchuan y Montes de Oca, 2003). Se trata de elementos que requieren revisarse con mayor detalle ya que la forma de financiar el consumo de las personas en edades avanzadas es una decisión importante para las sociedades. Estos aspectos se analizan detalladamente a lo largo de los tres capítulos que integran esta sección.

      El capítulo “Personas mayores en México: perfiles de consumo y otros efectos económicos en sus hogares” de Owen Eli Ceballos Mina tiene como objetivo central estimar perfiles de ingreso, consumo, ahorro y crédito de los hogares con población en edades de 65 años y más. Para ello Ceballos utiliza la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (enigh) 2000-2012 e identifica los perfiles de consumo de los hogares a lo largo del ciclo de vida. El autor estima modelos semiparamétricos sobre los patrones de consumo de bienes durables, no durables, salud y financiamiento. Enseguida, estima el efecto promedio de la presencia de personas mayores sobre cada variable económica mediante la técnica Propensity Score Matching (psm), que realiza un pareo de los hogares con población en edades avanzadas y de aquellas unidades sin personas mayores. Entre los resultados destaca que la presencia de población en edades avanzadas tiene efectos negativos sobre las variables económicas. En particular encuentra que los hogares con población en edades 65 y más tienen un ingreso diez por ciento menor que las familias sin personas en estas edades. Los efectos más significativos se presentan en la reducción del gasto en consumo de bienes durables y el incremento del gasto en salud.

      Uno de los objetivos fundamentales del Plan de Acción Internacional de Madrid es la “lucha contra la pobreza de las personas de edad con miras a erradicarla” (Naciones Unidas, 2003:24). Sin embargo, en México y América Latina aún se mantienen niveles elevados de pobreza en la vejez (Huenchuan y Guzmán, 2006). Por lo tanto, es importante analizar la presencia de los mecanismos que fortalecen la capacidad económica de las personas en edades avanzadas. Particular atención requiere la población con recursos económicos insuficientes, ya que es una condición que representa un obstáculo para garantizar un envejecimiento decente y seguro. Estos son algunos de los elementos que se abordan en el capítulo “Determinantes de la privación de bienestar económico en la población adulta mayor en México” de Isalia Nava Bolaños y Sebastián Antonio Jiménez Solís. El objetivo del documento es identificar los principales factores que influyen en la ausencia de bienestar económico en la vejez, de acuerdo con los autores este último se refiere a las necesidades asociadas a los bienes y servicios que puede adquirir la población a través del ingreso. El capítulo se basa en los microdatos del Módulo de Condiciones Socioeconómicas (mcs) de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (mcs-enigh) 2014 y en la estimación de modelos de regresión logística. Los hallazgos de Nava y Jiménez muestran que el factor determinante más importante de la privación de bienestar económico en la vejez entre la población femenina es la ausencia de seguridad social, mientras que entre la población masculina es la ausencia de programas gubernamentales.

      La población en edades avanzadas se enfrenta a los vacíos de los sistemas de pensiones. Rossel y Filgueira (2015:235) revisan 16 países de América Latina y encuentran que “en 11 casos menos de la mitad de las personas mayores de 65 años reciben pensiones y, dentro de este grupo, hay nueve países donde la cobertura es inferior a 30%”. A ello se agregan los montos insuficientes y los altos grados de estratificación. De acuerdo con Rofman y Oliveri (2011) las personas que pertenecen a los estratos de ingreso más altos reportan pensiones más altas, en comparación con aquellos que se ubican en los estratos de menores ingresos. Frente a estos antecedentes desalentadores una opción para la población en edades avanzadas es la de mantenerse en la actividad laboral. Se trata de un tema relevante, ya que a partir de las prospectivas se estima que la población continuará participando en la actividad económica más allá de las edades de jubilación. Un caso particular, es el de la participación económica de la población inmigrante y sus diferencias entre la población nativa. En el capítulo “Las personas inmigrantes mexicanas adultas mayores y su participación laboral en Estados Unidos” de Telesforo Ramírez-García, Elmyra Ybañez Zepeda y Rafael Alarcón Acosta, se analiza la participación laboral de los inmigrantes mexicanos en edades avanzadas