El alumno de secundaria Piatigorsky en 1945 resulta estar en un grupo que había organizado el alcohólico desmovilizado, el teniente de artillería Knórosov «inolvidable y primer maestro de la vida, verdadero maestro, gran científico» (aunque la verdad es que en la siguiente página él llama a Toporov su «primer maestro real»). Knórosov «conducía conversaciones inolvidables» relativas a «problemas generales de la historia». Trataba continuamente a sus oyentes llamándolos gentlemans. El grupo estaba formado por el propio Piatigorsky, el futuro conocido escritor infantil Valentín Bérestov y un «armenio desconocido». Posteriormente Piatigorsky recordará el nombre, la dirección e incluso la nacionalidad del armenio desconocido: «En la casa, en la cocina de su compañero de facultad Sasha Plunguyán, en el metro Elektrozavodskaya. Ellos tenían un pequeño apartamento en Moscú. Era una familia muy judía… La familia soportaba una existencia soviética precaria; una tal semiintelectualidad. ¿Se acuerda de la cultura de las cocinas? [...] Se terminó cuando Knórosov dijo: «Gentlemans, ya no nos vamos a ver. Es el segundo mes que me vigilan. Y a nosotros también nos van a acusar de organizar un grupo. Ya han arrestado a tres jóvenes de la Facultad de Historia». (Les pido perdón a los lectores, pero en este lugar estoy obligado a hacer un breve comentario. El apartamento era de tres habitaciones; mi madre era una profesora mayor de la Academia de Derecho Militar; mi hermana era doctora en ciencias técnicas. La ascendencia de nuestra familia se manifiesta desde finales del siglo xiv e incluye una serie de científicos, teólogos y escritores conocidos: por ejemplo, mi tatarabuelo fue el primer traductor de Pushkin al yidis; se menciona en la enciclopedia de Brockhaus y Efron.)
Luego, Piatigorsky cuenta que, después de haber trabajado en Moscú, la carrera de Knórosov «de repente empezó a crecer en San Petersburgo, llegó a ser doctor, académico, la persona que descifró la escritura maya» (en realidad Knórosov nunca fue académico). La delicadeza innata que tenía Piatigorsky no permitió interesarse en las circunstancias de su muerte. De acuerdo con textos de Mitrojin, Filonenko, Revzin y otros, el mismo Piatigorsky falleció en su propia casa en Londres, en el cenit de su gloria, rodeado de numerosa familia. En Rusia se creó una sociedad y se estableció una medalla de honor en su nombre (Florensky, Losev, Averintsev y Toporov no tuvieron el privilegio de semejantes honores). En los obituarios lo llaman filósofo y maestro genial, «la voz del Señor».
Sea como fuere, las reuniones secretas en casa de Sasha Plunguyán siguieron constantemente, hasta que Knórosov se fue a vivir a Leningrado a finales de 1948. Antes de su partida, los compañeros decidieron dividir las esferas de sus futuras áreas científicas: a Sasha Plunguyán le tocó la de las artes visuales. En los años siguientes, cada carta suya comenzaba por la pregunta acerca de «qué cosa había hecho cada uno de ellos en cuanto a su parte». Pero las respuestas eran tristes: Valia Bérestov había abandonado la etnografía y se dedicaba a la poesía infantil y Sasha Plunguyán había comenzado a trabajar en la industria aeronáutica. Nadie se acordaba de Piatigorsky, ya que como lo definió después Knórosov, en cuanto al plan científico «ni siquiera tenía algo para robar». Sin embargo, los amigos se encontraron un par de veces ya estando en Leningrado y se intercambiaban cartas constantemente. Plunguyán recibió dos cartas de parte de Knórosov. La primera era una especie de análisis detallado de su informe sobre el trabajo realizado con respuestas a preguntas planteadas. Lamentablemente esta carta de muchas páginas no se conservó: Piatigorsky se la pidió a Plunguyán jurando que la regresaría al día siguiente. Después de esto, ya nunca más apareció. La segunda carta afortunadamente sí se conservó. Hay que añadir que hasta sus últimos días Knórosov tenía el hábito de escribir las cartas con copias. A veces enviaba las copias a varios destinatarios, conservando para sí mismo una de ellas. Muchas de estas copias ahora se encuentran en el archivo de Knórosov en Estados Unidos, que vendió su heredera después de la muerte de Yuri Valentínovich.[4]
Pero en aquel momento, después de haber terminado en la mgu, el «seminario de cocina» no había muerto para nada, sino que siguió funcionando. Más tarde, en Leningrado dicho seminario no solo se realizaba en forma de correspondencia, sino en el formato habitual pero ya con la participación de Lev Nikoláievich Gumilióv, hasta su arresto en 1949.
Tema: ¿los cultos chamánicos o el desciframiento de la escritura maya?
En la universidad, Yuri estaba apasionado por sus estudios; sin embargo, formalmente el objeto de éstos no eran los mayas. En esa época le interesaban sobre todo las prácticas chamánicas, con su nombre oficial: la «religión primitiva», lo cual había predeterminado la asignación de Tókarev como su asesor de tesis. Al mismo tiempo, se inscribió al seminario especial del profesor Tolstóv, llamado «El animismo y el chamanismo de los kazajos». En 1943, Tolstóv aceptó ser el decano de la Facultad, y ocupó el puesto después de Serguei Skazkin. Durante la guerra, y aún un tiempo después, en la universidad faltaban los manuales. Entonces, en calidad de estos, durante la guerra servían las copias de las conferencias escritas a mano. Tener los ejemplares escritos a máquina era todo un lujo. Las conferencias de Tolstóv, Tókarev y otros grandes científicos pasaban de una mano a otra. Algunos se acuerdan de que en aquel entonces muchos profesores dictaban sus conferencias para su propio placer. Por ejemplo, Maxim Grigorievich Levin tenía un brillante curso de antropología calculado para un semestre. Él lo dictó durante todo un año. Le gustaba tanto a él como a sus estudiantes.
Hay que señalar que en los « ruines noventa» (así se llaman ahora los años de esa década, fatales para Rusia), en la Facultad de Historia, de cierta forma esta práctica se vio obligada a revivir. Por acuerdo mutuo con el director de la cátedra del Viejo Mundo, Vasily Ivánovich Kuzischin, yo impartí a los estudiantes (incluso a aquellos que eran de otras universidades) el curso de epigrafía maya sin tener plaza de profesora de la Facultad de Historia y sin recibir ninguna remuneración. En cierto modo esto permitió conservar la escuela de Knórosov. En ese tiempo, al editar el manual Historia de la antigua Roma, Vasili Ivánovich incorporó una parte titulada «Tiempos antiguos del Nuevo Mundo».
Pero en los años de posguerra todo era mucho más complicado; los profesores trabajaban como podían. En el verano de 1946, Tókarev organizó una práctica estudiantil de etnografía en los alrededores de Moscú. La expedición se dirigió al pueblo de Velednikovo, donde Serguei Aleksándrovich rentaba su casa de campo. Estaba muy cerca de Pavlovskaya Sloboda, que se ubica en la región de Istra. Ahora esto se determina como kilómetro18 desde MKAD (el periférico de Moscú), por la autopista Novorizhski. Las primeras memorias oficiales acerca de Pavlovskaya Sloboda aparecen a principios del siglo xvi, pero ahora ha quedado muy poco de la antigüedad: las colonias residenciales «privadas» han terminado con todo. Después de la guerra, cuando en Velednikovo ni siquiera había electricidad, los estudiantes se pasaban todo el verano midiendo las viejas casas, e incluso los graneros y los objetos guardados en las casas… En pocas palabras, los estudiantes tenían verdaderas prácticas.
En septiembre de 1946, comenzaron las clases del cuarto curso, donde estaba Yuri. La derogación de tarjetas en Moscú fue el gran acontecimiento de aquel tiempo. Esto fue a finales del año, el 17 de diciembre. Ese día, desde muy temprano los estudiantes encontraron las mesas cubiertas con sábanas blancas en los largos pasillos altos del primer piso de la Universidad. Ahí estaban entregando dinero. Al principio, con el dinero se podía comprar solamente pan blanco y azúcar; pero esto significaba que la vida estaba mejorando poco a poco… Precisamente en esos días, a Yuri le ofrecieron una cama en la residencia estudiantil; sin embargo, a menudo pasaba las noches en otros sitios, en casas de diferentes compañeros, entre los cuales de preferencia estaba su amigo Genia Troinik. Incluso después, cuando Knórosov ya se había instalado en Leningrado y viajaba a Moscú, él se hospedaba a menudo en casa de Guenia, quien después de la universidad daba clases en una escuela e incluso se había vuelto su director.
Yuri Knórosov nunca daba la impresión de tener buena salud. Ni siquiera tenía 25 años pero se veía… medio encorvado, absolutamente «no combatiente», para nada deportivo. Su forma de caminar daba la sospecha de que tenía los