70 2 Crónicas 4:2.
71 Se refiere a la HIDRA DE LERNA, según la mitología griega un monstruo acuático con forma de serpiente de muchas cabezas y aliento venenoso a la que dio muerte Heracles (Hércules en la mitología romana) en uno de sus famosos doce trabajos. Al llegar a la ciénaga cercana al lago Lerna donde la Hidra habitaba, Hércules se cubrió la boca y la nariz con una tela para protegerse de su aliento venenoso y disparó flechas en llamas a su refugio para obligarla a salir, enfrentándose a ella con una hoz. Pero descubrió con sorpresa que era imposible darle muerte, pues por cada cabeza que le cortaba le crecían dos nuevas; entonces pidió ayuda a su sobrino Yolao, quien tuvo la idea de usar una tea ardiendo para quemar el muñón del cuello de cada cabeza que le cortaba. Hércules cortó todas las cabezas y Yolao quemó los cuellos abiertos, y así, entre ambos dieron muerte a la Hidra, algo que se consideraba imposible.
72 Salmo 38:3.
73 Job 6:4.
74 El Salmo 88 es considerado como el más triste, desesperanzador y oscuro de todos. Es el único en la Biblia atribuido directamente a Hemán el ezraíta. ¿Quién era este Hemán el ezraíta? Spurgeon lo atribuye en principio al Hemán mencionado en 1 Reyes 4:31; 1 Crónicas 2:6; visto como un hombre sabio y talentoso en la música, a pesar de que en el Salmo 88 revela el intenso sufrimiento que atravesó hasta el punto de sentirse como un “abandonado entre los muertos” (Salmo 88:5). Pero tampoco lo da por seguro puesto que tenemos a otro Hemán, hijo de Joel nieto del profeta Samuel y descendiente de Coat, mencionado en 1 Crónicas 6:33; y contemporáneo de David, (estaba entre los que trajeron el arca a Jerusalén) según 1 Crónicas 15:19; 16:41-42; y Spurgeon admite que podría tratarse de cualquiera de los dos.
75 Salmo 88:3.
76 Salmo 32:4.
77 Salmo 119:3.
78 Salmo 119:25.
79 Jon 16:16.
80 Job 30:17-19.
81 Salmo 31:9; Lamentaciones 3:48-51. En Eclesiástico 31:13 leemos: “¿qué ha sido creado peor que el ojo? por eso, por cualquier cosa llora”, (Eclesiástico 31:13 BJ).
82 JUAN CRISÓSTOMO [1569-1626] lo interpreta en este sentido: «Cuando dice aquí “mis ojos se consumen de dolor” se refiere a los ojos del alma, a la facultad de rememorar sus pecados y razonar sobre la iniquidad de los mismos. El arrepentimiento mantiene los delitos cometidos delante de sus ojos llevándole a reflexionar sobre la justa ira de Dios y la misericordia inmerecidamente recibida, lo cual prolonga la agonía de su arrepentimiento preservándole en un santo temor al pecado: “El temor y el temblor vinieron sobre mí, y el espanto me ha cubierto” (Salmo 55:5). Pero ese temor fruto del arrepentimiento, no es perjudicial, sino beneficioso, mantiene el alma en constante estado de alerta proporcionando un ancla de seguridad y firmeza: quien vive temeroso del mal se alejará de él. Pues así como un navío sin ancla queda a merced de los vientos y acaba hundiéndose, así también el alma que no vive temerosa del mal acaba siendo arrastrada por él, como advierte el apóstol: “habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas” (Efesios 4:19 LBLA) ».
83 Se refiere al avivamiento que tuvo lugar en Irlanda en 1859, que vino acompañado de aparentes manifestaciones del Espíritu que causaban en los recién convertidos reacciones físicas evidentes en forma de gritos, convulsiones corporales y otros síntomas similares a los de un ataque de histeria. A tal extremo llegó la situación que incluso se organizaron excursiones turísticas a Irlanda para contemplar el fenómeno de primera mano. El suceso dio lugar a un análisis y debate por parte de teólogos y neurólogos de la época, y los periódicos más importantes publicaron extensos reportajes y artículos de opinión sobre su origen. Tal fue el caso del londinense “The Times” en su edición del 17 de Setiembre de 1859, con un extenso y elaborado artículo que fue reproducido por numerosos medios informativos de la época a lo largo y ancho de todo el imperio británico, como el “The Hobart Town Dayli Mercury” en Tasmania, Australia.
84 Dice JUAN CRISÓSTOMO [1569-1626]: «La vida cristiana es una lucha constante contra una multitud de enemigos que se hacen cada vez más poderosos cuanto más cedemos nosotros a sus tentaciones. El apóstol Pablo nos advierte en este sentido al decirnos que: “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). Por tanto, revestidos de toda la armadura de Dios (Efesios 6:11) debemos rechazar vigorosamente sus ataques, y en modo alguno pactar ni reconciliarnos jamás con ellos».
85 Salmo 137:2.
86 Cita las dos primeras líneas de la primera estrofa de un popular himno de AUGUSTUS TOPLADY [1740-1778] más conocido por ser el autor de otro famoso himno: “Roca de la Eternidad”. La estrofa completa dice así en inglés: “Your harps, ye trembling saints, / Down from the willows take; / Loud to the praise of love Divine / Bid every string awake”.
87 Job 2:8.
88 Génesis 37:34; Josué 7:6; 2 Samuel 1:11; Ester 4:1; Jonás 3:6; Mateo 11:21.
89 Mateo 21:12-13; Marcos 11.15-16; Lucas 19.45-46; Juan 2.13-17.
90 En hebreo: כִּֽי־שָׁמַ֥ע יְ֝הוָ֗ה קֹ֣ול בִּכְיִֽי kî-šāma‘ Yahweh qōwl biḵyî.
91 Gálatas 3:28; Colosenses 3:11.
92 Algunos comentaristas ven en Mateo 7:13 y Lucas 13:27 una cita de estas palabras en boca de Jesús.
93 En el original inglés: “Birds of a feather flock together”. Antiguo proverbio inglés que data del siglo XVI. El primero en utilizarlo, según los registros escritos, fue el escritor puritano WILLIAM TURNER [1509-1568] en su sátira polémica: “The Huntyng and Fynding Out of the Romish Fox” (1543) en la que habla de “dar caza” a los obispos anglicanos de tendencia católica romana que mantenían en oculto su fidelidad al Papa durante el reinado de Enrique VIII. En español tenemos diversos dichos que reflejan la misma idea: «Son harina del mismo costal», «Dios los cría y ellos se juntan» o «Dime con quién andas y te diré de quién eres».
94 1 Corintios 2:14; Judas 19.
95 Hemos traducido literalmente. Aunque la cita original al parecer procede de una carta de MARTÍN LUTERO [1483-546] a FELIPE MELANCHTHON [1602-1673] fechada a 27 de Junio de 1503, pero no exactamente en este sentido sino a la inversa. Melanchthon tenía un carácter mucho más débil y andaba siempre preocupado por todo, y Lutero le escribe diciéndole: «Ciertamente, oro con diligencia por ti; pero me duele que estés constantemente chupando ansiedad y preocupaciones como las sanguijuelas chupan sangre, ya que con ello neutralizas la eficacia de mis oraciones». Probablemente la frase fue de boca en boca y derivó en todo tipo de versiones, como la versión que aquí transcribe Trapp.
96 Se refiere a BERNARDO DE CLARAVAL [1091-1153], doctor de la Iglesia, abad del monasterio de Claraval y reformador monástico francés, impulsor del estilo que pronto se extendería a toda la Orden del Císter: disciplina, austeridad, oración y simplicidad. Tales ideales lo enfrentaron con PEDRO EL VENERABLE [1092-1156], abad de Cluny, pues suponían un ataque directo contra la riqueza de los monasterios, la pompa de la liturgia y el lujo de las iglesias cluniacienses. Luchó contra las incipientes tendencias laicistas de su tiempo, haciendo condenar el racionalismo de Pedro Abelardo, quien mantenía que se debían buscar los fundamentos de la fe con similitudes basadas en la razón humana. Creía en la revelación