El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eliseo Vila
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788417131753
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Pero otros opinan que tiene que ver con el tono de la voz, un canto o contra canto en octava; y hay quienes lo identifican concretamente con alguno de los doce coros o conjuntos de instrumentos que había en el Templo. Algunos comentaristas cristianos de los primeros siglos lo espiritualizaron, haciendo su típica interpretación cristológica, viendo en este “para la Octava” el “Octavo Día” de la creación, afirmando que será el de la resurrección y el Juicio Final, es decir, el día de la eternidad. En este sentido AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] hace la siguiente reflexión: «La expresión “para la Octava” es bastante confusa. Hay quienes la han entendido como una alusión al Día del Juicio, es decir, de la Segunda Venida de nuestro Señor para juzgar a los vivos y a los muertos. Y algunos pretenden que este acontecimiento tendrá lugar en el plazo de siete mil años a contar desde Adán, que equivaldría a siete días de mil años tras los cuales llegaríamos al “Octavo día”. Pero el Señor nos advirtió que: “de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mateo 24:36). Y en otro pasaje el apóstol deja suficientemente claro: “que el día del Señor vendrá del mismo modo que un ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2), y nadie puede arrogarse el conocimiento de esa fecha en base a cálculos matemáticos y cómputos terrenales (…) Por tanto, si se nos dice que incluso el Hijo desconoce este día –no porque en realidad lo desconozca, sino porque lo desconoce para aquellos a quienes no les incumbe conocerlo–, es decir, no se lo revela, ¿qué pretenden con tales conjeturas, que no sé ni de qué manera calificar, reivindicando poder predecir el día del Señor a base de cálculos matemáticos?».

      3 El título no aclara nada sobre la ocasión para la que fue escrito. Algunos comentaristas de la antigüedad opinaban que David compuso este salmo (Salmo 104:32) en medio de una grave enfermedad después de su adulterio con Betsabé. Con la salud enflaquecida, el peso de su pecado, y las desgracias que en consecuencia le habían sobrevenido, pide socorro a Dios, y confiado plenamente en su misericordia, advierte a sus enemigos que en vano esperan su ruina.

      4 ATANASIO DE ALEJANDRÍA [296-373] en su carta a su discípulo Marcelino sobre la naturaleza y valor de los salmos le dice refiriéndose a este salmo: «Si lo que nos amenaza e inquieta es la negra nube del castigo divino, recitaremos el Salmo 6». El Tomo I de “El Tesoro de David” incluye una traducción completa de la Carta de Atanasio a Marcelino. [Tomo I - pp. 49].

      5 La frase es del poeta y clérigo inglés GEORGE HERBERT [1593-1633] en “Jacula Prudentum” (1651), una recopilación de proverbios y sentencias. El texto original dice: “Corn is cleaned with wind, and the soul with chastenings”.

      6 Jeremías 10:14.

      7 Salmo 141:5.

      8 El pensamiento de JUAN CRISÓSTOMO [1569-1626] respecto a este texto es que, cuando leemos palabras como “ira”, “furor”, “cólera” o “enojo” aplicadas a Dios, en modo alguno podemos entenderlas en el sentido que les damos desde nuestra perspectiva humana. Porque aplicados a Dios, incluso tales términos son exponentes de su infinita misericordia y condescendencia. El Espíritu Santo los utiliza solo para hacer compresibles a nuestras mentes limitadas cualidades de la naturaleza divina que de otra forma jamás alcanzaríamos a entender «Cuando nos dirigimos a un niño ¿no tratamos de imitar su lenguaje y balbuceamos como él? Así también el Espíritu Santo emplea estos términos para hacernos asequible su mensaje. La ira, el enojo, el furor, son pasiones humanas que responden a impulsos ligados a nuestras limitaciones humanas. Y el Dios omnipotente está muy lejos de todo esto: “¿Me provocarán ellos a ira?, dice Jehová. ¿No se exasperan más bien a sí mismos, para su propia vergüenza? (Jeremías 7:19)». Las Escrituras dejan muy claro que Dios nada tiene que ver con nuestras limitaciones, que son el origen de nuestras pasiones: “¿A quién, pues, me haréis semejante o me compararéis?, dice el Santo” (Isaías 40:25). «Por tanto, cuando leas: “no me reprendas en tu enojo” no te forjes la idea de un Dios movido por las mismas pasiones que el hombre, que se encoleriza cuando las cosas no salen como él deseaba y arremete apasionadamente contra los culpables. Entiende mejor lo que el salmista quiere decir: “Señor, en tu infinita misericordia, no apliques a la multitud de mis delitos y pecados todo el rigor implacable de tu justicia infinita, santa y perfecta”».

      9 Oseas 11:9; Mateo 3:10-12.

      10 En el original inglés: «O keep up life and peace within, / If I must feel thy chastening rod! / Yet kill not me, but kill my sin, / And let me know thou art my God. / O give my soul some sweet foretaste / Of that which I shall shortly see! / Let faith and love cry to the last, / “Come, Lord, I trust myself with thee!”».

      11 En el original: “Temper the wind to the shorn lamb”. Se trata de un viejo proverbio inglés que hace referencia al pastoreo. Las condiciones ambientales adversas debido al efecto combinado de bajas temperaturas, humedad y vientos en el momento de la esquila son una de las principales causas anuales de mortalidad de corderos y otros animales recién esquilados.

      12 En hebreo אֻמְלַ֫ל ’umlal de אֻמְלַל umlal.

      13 En hebreo נִבְהֲל֣וּ niḇhălū de בָּהַל bahal, “desmayado, turbado, aterrorizado”, como se desprende de su uso en otros pasajes (Génesis 45:3; Jueces 20:41; 1 Samuel 28:21). KRAUS traduce: “mis huesos se deshacen” aunque considera que lo correcto sería traducir “están asustados”.

      14 Génesis 3:8.

      15 1 Samuel 28:7-8.

      16 Jonás 1:3.

      17 Se refiere a FELIPE II DE MACEDONIA [389-336 a.C.] padre de Alejandro Magno [356-323 a.C.]. Cuenta el historiador VALERIUS MAXIMUS en su “Facta et Dicta Memorabilia” (15 d.C.) Libro 6, Capítulo 2, que cierta mujer que había sido duramente condenada por el monarca estando este en estado de embriaguez, al retirarse de su presencia musitó: “Apelaría ante Felipe, si estuviera sobrio”. El coraje de la mujer y sus palabras fueron de boca en boca, hasta que finalmente llegaron a oídos del propio Felipe, que avergonzado, revisó el caso y le otorgó una sentencia justa.

      18 Salmo 73:25.

      19 Génesis 33:11.

      20 En inglés “a Golden question”.

      21 En latín en el original: “ad ossa et ad animam”.

      22 Éxodo 15:26. En el libro del Eclesiástico encontramos esta interesante recomendación: «Hijo mío, cuando estés enfermo no seas impaciente; pídele a Dios, y él te dará la salud. Huye del mal y de la injusticia, y purifica tu corazón de todo pecado. Ofrece a Dios sacrificios agradables y ofrendas generosas de acuerdo con tus recursos. Pero llama también al médico; no lo rechaces, pues también a él lo necesitas. Hay momentos en que el éxito depende de él, y él también se encomienda a Dios para poder acertar en el diagnóstico y aplicar los remedios eficaces. Así que un hombre peca contra su Creador, cuando se niega a que el médico lo trate» (Eclesiástico 38:9-15 DHH).

      23 Salmo 22:16-17. En hebreo עַצְמוֹתָ֑י aṣmōwṯāy de עָ֫צֶם etsem.

      24 Salmo 35:10. En hebreo עַצְמוֹתַ֨י aṣmōwṯāy de עָ֫צֶם etsem.

      25 Es decir, “mi alma desfallece”.

      26 Se refiere en especial a los últimos años de vida de Calvino en los que se vio aquejado de una enfermedad dolorosa durante la cual no pronunció una sola palabra de queja impropia de un cristiano, sino que limitándose a levantar los ojos al cielo exclamaba “Usquequo Domine”: “Señor, ¿hasta cuándo?” Pero incluso cuando estaba en salud, estas palabras eran para él una especia de motto o consigna en referencia a todos los problemas. [TEODORO DE BEZA, Johannis Calvin Opera Omnia. Vita, Tomo I. Ginebra, 1575].

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