conveniente encontrar los recorridos de los roedores, marcados en muchas ocasiones en las paredes y por la deposición de excrementos.
Se realizarán inspecciones semanales para evitar la aparición de este tipo de plagas.
Operaciones de desinsectación
Mantener el aislamiento en las zonas de trabajo, por medio de puertas y ventanas cerradas, será el método más eficaz para el control de las plagas de insectos.
Métodos físicos, como mosquiteras en los accesos exteriores, asegurarán este aislamiento. También las lámparas ultravioleta atraen los insectos y los eliminan con descargas eléctricas.
Se pueden utilizar también ultrasonidos.
Métodos químicos. Hay que tener un extremo cuidado con las fumigaciones, ya que son peligrosas para los humanos y pueden llegar a formar parte de los alimentos, contaminándolos. Se realizarán siempre por expertos y con tiempos prudenciales de aplicación.
Operaciones para el control de pájaros
La entrada de pájaros puede evitarse con el empleo de una luz rotatoria amarilla.
Utilizar líquido repelente de pájaros en las zonas de posible colocación.
En general, para los tratamientos DDD se necesita combinar:
Limpieza:
Limpieza profunda de la maquinaria y los equipos.
No realizar apilamientos de desperdicios.
Eliminación eficaz de las basuras.
Aplicación de tratamientos:
De tipo físico: elementos antiplagas.
De tipo químico: desinfectantes, fumigaciones.
11. Peligros sanitarios asociados a la manipulación de productos de limpieza y desinfección o desratización y desinsectación
Los productos de limpieza utilizados en la desinfección de las instalaciones de panadería contienen, en muchas ocasiones, sustancias nocivas para la salud.
Las sustancias químicas pueden ser focos de contaminación y amenazar seriamente la salud de los operarios que realizan el trabajo.
Entre las molestias que se podrían producir están los dolores de cabeza, algunas náuseas e irritaciones en la piel, y enfermedades como envenenamiento en el hígado, trastornos en la visión y hormonas e incluso problemas en el sistema inmunitario y nervioso.
Si no se detectan los problemas inmediatamente en nuestro organismo, los efectos pueden ser muy perjudiciales. El no tomar precauciones ante algunos productos que no se ven o no huelen puede producir daños graves al organismo.
Productos de uso habitual como detergentes, limpiador de vajilla, lejía, desatascador y limpiador de cristales, tienen un etiquetado de color naranja. Son potencialmente peligrosos y contienen epígrafes como “tóxico”, “nocivo”, “irritante”, “corrosivo”.
Las lejías y los polvos limpiadores nunca deben mezclarse, ya que el compuesto de cloro y amoniaco produce gases muy tóxicos que irritan las mucosas, dañan los pulmones y contaminan las aguas.
La clasificación de los productos químicos en una o varias categorías de peligro se efectúa de acuerdo con el Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos, y por la Nota Técnica de Prevención n° 635 (NTP 635) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Según esta última, la definición de los siguientes productos químicos es:
Muy tóxicos: son aquellos que por inhalación, ingestión o penetración cutánea en muy pequeña cantidad pueden provocar efectos agudos o crónicos e incluso la muerte. Su etiquetado debe contener un pictograma con la expresión T+.
Tóxicos: por inhalación, ingestión o penetración a través de la piel en pequeñas cantidades pueden ocasionar problemas agudos o crónicos, e incluso la muerte. Su etiquetado debe contener un pictograma con la letra T.
Nocivos: al ser inhalados, ingeridos o por penetración cutánea pueden provocar efectos agudos o crónicos, e incluso la muerte. Su etiquetado debe contener un pictograma con la expresión Xn.
Corrosivos: en contacto con los tejidos vivos pueden ejercer una acción destructiva de los mismos. Su etiquetado debe contener un pictograma con la letra C.
Irritantes: en contacto con la piel o las mucosas pueden provocar una reacción inflamatoria. Su etiquetado debe contener un pictograma con la expresión Xi.
Sensibilizantes: por inhalación o penetración cutánea pueden ocasionar una reacción de hipersensibilidad, de forma que una exposición posterior a esa sustancia o preparado puede dar lugar a efectos negativos.
Carcinogénicos: por inhalación, ingestión o penetración cutánea, pueden producir cáncer o aumentar su frecuencia.
Mutagénicos: por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir alteraciones genéticas o aumentar su frecuencia.
Tóxicos para la reproducción: si se inhalan, ingieren o penetran a través de la piel pueden producir efectos negativos no hereditarios en la descendencia o aumentar la frecuencia de éstos, o afectar de forma negativa a la función o a la capacidad reproductora.
Las sustancias y preparados carcinogénicos, mutagénicos y tóxicos para la reproducción, se diferencian según su grado de peligrosidad en categorías 1, 2