4.1. El lay-out y plano de almacén
El término lay-out, de origen inglés, se puede traducir como plano, croquis, diseño, esquema o incluso proyecto de arquitectura y distribución.
Referido al contexto del almacén, agrupa al conjunto de métodos y medios de organización y está destinado a controlar y a programar todas las actividades que conlleva un almacén; es decir, a integrar todas estas actividades de modo que se consiga su optimización para lograr los objetivos marcados.
Nota
El término lay-out se refiere conseguir que el producto esté en el lugar correcto, en el tiempo correcto y con un coste mínimo (tanto económico como humano).
Cuando se realiza el lay-out de un almacén, se debe tener en cuenta:
Para empezar, las principales áreas a tener en cuenta en el lay-out son:
4.2. Disposición de áreas
Es trascendental planificar de forma adecuada la disposición de las distintas áreas, de forma que cada una de ellas se integre en el proceso y, de esta forma, alcance los objetivos establecidos en el plan logístico.
Esencialmente, se pueden dividir en dos grandes grupos:
La disposición de áreas se planifica y se organiza de tal forma que cada uno de los elementos que las integran funcione de una forma óptima y eficiente. No hay que olvidar que no se trata solo de planificar el funcionamiento de cada una de las áreas de forma independiente, sino como un conjunto interrelacionado. Se pretende con ello establecer la ubicación y la disposición de cada una con el fin de reducir el tiempo de ejecución, el movimiento de materiales, la fatiga de los trabajadores y, por consiguiente, el coste económico, humano y de tiempo. Así, tras el estudio, se realiza una propuesta metodológica con la ubicación de cada área.
Nota
Los trabajadores son una fuente importante de mejora de la disposición del área de trabajo tanto en el diseño de un nuevo almacén como de uno ya en funcionamiento.
En ocasiones, a medida que se expanden las empresas, cambian las necesidades iniciales de almacenaje. Con el transcurso del tiempo suele variar el nivel de stockaje, el tipo de mercancía, el tipo y el número de cliente o incluso la naturaleza del mercado, por lo que es necesario revisar la disposición inicial que ha quedado anticuada y poco eficiente.
Nota
Es habitual realizar estudios de mejora elaborando encuestas a los trabajadores sobre cómo se puede reducir la frecuencia y la distancia del movimiento de materiales y del equipo humano. Son importantes y muy valoradas sus aportaciones sobre esta mejora.
4.3. Zonas de trabajo
Si se tiene en cuenta que cada almacén es diferente, no hay un esquema fijo, pero existen tres zonas básicas comunes:
Nota: es importante realizar el cotejo con el albarán, ya que, una vez aceptada la recepción, el almacén queda como único responsable de esta mercancía.