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Editado por HARLEQUIN IBÉRICA, S.A.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
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28001 Madrid
© 2021 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
N.º 464 - febrero 2021
© 2014 Andrea Laurence
Tres años después
Título original: His Lover’s Little Secret
© 2014 Andrea Laurence
Por un escándalo
Título original: Heir to Scandal
Publicadas originalmente por Harlequin Enterprises, Ltd.
Estos títulos fueron publicados originalmente en español en 2015
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
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Índice
Créditos
Por un escándalo
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Capítulo Uno
–Es mejor que te vayas ya o llegarás tarde.
Sabine Hayes levantó la vista de la caja registradora y miró a su jefa, la diseñadora de moda Adrienne Lockhart Taylor. Llevaba trece meses trabajando para ella como encargada de su boutique.
–Casi he terminado.
–Dame la caja que hemos hecho y vete. Yo me quedaré hasta que llegue Jill para hacer su turno y me pasaré por el banco de camino a casa. Tienes que recoger a Jared a las seis, ¿no?
–Sí –contestó Sabine. La guardería le cobraría a precio de oro cada minuto que llegara tarde. Luego tenía que llevar a Jared a casa y darle de comer antes de que llegara la canguro para que ella pudiera irse a impartir sus clases de yoga. Ser madre soltera era bastante estresante, aunque no servía de nada quejarse–. ¿No te importa hacer tú el depósito en el banco?
Adrienne se acercó a ella en el mostrador.
–Vete.
–De acuerdo –repuso Sabine, mirándose la hora en el reloj. Guardó el dinero y se lo entregó. Era una suerte que Adrienne se hubiera pasado por allí para desplegar un nuevo escaparate. Su boutique era famosa por los maniquíes, siempre a la última moda.
No podía haber encontrado un sitio mejor donde trabajar, pensó Sabine.
En la mayoría de los sitios no se habían parado