Las violencias en los entornos escolares. José Claudio Carrillo Navarro. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Claudio Carrillo Navarro
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786077424284
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convivencia” se han constituido en una prioridad mundial. Es al interior de la sociedad y la escuela donde se tendrían que sentar las bases para comprender que mediante la agresión y la guerra se dañan y se pierden vidas, y que con la paz no sólo no ocurre lo anterior, sino que las sociedades obtienen mejores expectativas para un desarrollo humano con mayor calidad de vida.

      Al iniciar este trabajo de recopilación de temas relacionados con violencia, invitamos a expertos en el tema recuperando diversas miradas y paradigmas desde donde bordan y dan sentido a sus investigaciones, reflexiones y análisis. El nombre que escogimos para la conformación de este texto fue “Las violencias en los entornos escolares”. Quienes hemos emprendido este proyecto partimos de la premisa de que la violencia no es un absoluto, sino que esta se manifiesta con diferentes matices, rostros, tesituras, con diversas historias y contextos.

      Este campo de la investigación educativa sobre el tema de las violencias en los entornos escolares en México, como ya ha sido señalado por varios de sus iniciadores, lo podemos encontrar en la reciente publicación presentada en 2013 en el Congreso Mexicano de Investigación Educativa (Comie), en el libro referente al tema “Convivencia, disciplina y violencia en la Escuela 2002-2011” coordinado por Alfredo Furlán Malamud y Terry Carol Spitzer Schwartz, donde podemos identificar la conformación de la diversidad de campos y dimensiones que actualmente en nuestro país ha adquirido el análisis de esta problemática, las aristas histórico-estructurales, que le confieren una heterogeneidad de semánticas para su análisis y comprensión.

      Una premisa fundamental para impulsar la convivencia pacífica, declarada en forma explícita por la UNESCO (1997) como un “pilar de la educación”, aprender a vivir juntos, implica el retorno a una base ética que nos recuerde a los habitantes del planeta principios universales como el respeto a la vida. Familias, escuelas y sociedades tenemos que reincorporar en la formación de las personas, ideas como la de que la agresión es un error, o, como recuerda Sean Penn en la multipremiada Dead Man Walking (Pena de muerte, en español), matar no es bueno, así lo haga una persona, otra o el gobierno.

      QUIÉNES SOMOS Y QUÉ ESCRIBIMOS

      En esta obra, Las violencias en los entornos escolares, se presenta la preocupación por esta temática de académicos, autoridades escolares, políticos e instituciones de varios países del mundo. De manera especial se incluyen en esta publicación reflexiones desarrollados como producto de trabajos relevantes de investigación en Iberoamérica que sobre esta temática fueron elaborados de manera reciente. Este trabajo es un claro indicador de la importancia y atención que se le ha dado al fenómeno de violencia en sus diversas manifestaciones, aunado a la búsqueda de alternativas de convivencia en paz y armonía con nuestros semejantes.

      Carmen Castillo Rocha, Juan Carlos Mijangos Noh en su ensayo “Procesos de normalización, tolerancia y silencio respecto de la violencia en y alrededor de una escuela primaria”, nos plantean en su aporte la necesidad de comprender el tema de la violencia escolar y el bullying, desde una perspectiva multifactorial, que implica elementos como el referente a la comprensión de las relaciones interpersonales, la estructura o el contexto social en la que surge, así como los antecedentes subjetivos de los actores. Nos plantea la problemática que representa para los docentes enfrentar los contextos de violencia, que se encuentran permeados de una forma significativa por la vulnerabilidad social de la comunidad escolar. Un aspecto importante señalado en este artículo se refiere a la dificultad que enfrentan los profesores al no contar con las herramientas, habilidades o competencias psicológicas y pedagógicas para atender de manera adecuada y pertinente los problemas de naturaleza conductual y familiar de sus educandos. Esto hace necesario reflexionar en torno a qué políticas y procesos de formación requieren los docentes para que se encuentren en mejores condiciones de apoyar y responder a estas situaciones en las instituciones educativas.

      El trabajo “Paz al de lejos, paz al de cerca”, escrito por Andrés Palma, experto en gestión de la paz y los conflictos, plantea que “No constituye novedad alguna afirmar que el anhelo humano por la búsqueda y logro de la paz ha supuesto una constate que ha jalonado la historia de nuestro mundo. De igual modo, resulta también una evidencia reconocer que los innumerables esfuerzos dedicados a tal objetivo se han llevado a cabo a través de cauces diversos, siendo los ámbitos específicos de la investigación y la educación los que más energía han dedicado a este asunto, estimamos oportuno reiterar como conclusión de nuestra contribución que educar para la paz ofrece una estrecha relación con el descubrimiento de la paz como camino interior hacia el bienestar, la felicidad, el sentido, la salud integral y la justicia; al mismo tiempo que supone una estrategia eficaz para garantizar el desarrollo de un proceso de superación, descubrimiento, lucha, crecimiento y maduración al que todo hombre y mujer está llamado como condición de posibilidad para alcanzar su madurez personal”.

      En la aportación de Andrés Soriano Díaz y Matías Bedmar Moreno con el capítulo “Violencia y acoso escolar. Construir la convivencia desde la educación para la paz”, desarrollan una interesante revaloración sobre el papel que juega la educación y sus instituciones como elemento fundamental en la generación de procesos de convivencia y conformación de ciudadanos en la el horizonte de una cultura de la paz y los derechos humanos, además del papel central que tiene en la disminución de la violencia. Proponen la idea de las escuelas pacíficas como un eje para la construcción crítica que posibilite afrontar los conflictos de un modo participativo, solidario y en contextos de respeto a la diferencia, como bien señalan: “la cultura de paz refleja el respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad, colocando en primer plano los derechos humanos, el rechazo a la violencia en todas sus formas y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación”.

      Por otra parte, Raúl Anzaldúa Arce y Beatriz Ramírez Grajeda, en su investigación “Institucionalización de la violencia”, señalan que el fenómeno de la violencia no se reduce sólo a la ejercida entre pares, sino que constituye un elemento que de manera transversal implica en la práctica la participación de diversos actores, así como el proceso de “naturalización e institucionalización”, además de plantear los mecanismos de poder inherentes e implícitos en su ejercicio. En este sentido, los autores afirman que “la violencia no es una cuestión individual, sino que se gesta y gestiona institucionalmente, socializando, permitiendo, naturalizando, confundiendo lo que es aceptable con lo que es posible; es el resultado de un proceso socializatorio de identificaciones sociales y de producciones imaginarias que vamos creando y reproduciendo para hacerlas valer socialmente”; la violencia se instituye y es la vez instituyente en el contexto de las estructuras y organizaciones sociales.

      En el capítulo elaborado en coautoría por los investigadores brasileños Cándido Alberto Gomes, Adriana Lira, Diogo Acioli Lima e Ivar César Oliveira de Vasconcelos “Violencias en puentes de mano doble: escuela-entorno”, los autores nos proponen desarrollar el análisis del problema de la violencia escolar desde una perspectiva multifacética y multidimensional, que contextualice el fenómeno en coordenadas que vayan más allá de las instituciones educativas, vinculándola al espacio societal en el que emergen, cuando afirman que “La violencia escolar constituye un fenómeno complejo, que no se limita a la realidad interna de la escuela, sino que pone énfasis en las cuestiones institucionales y en los problemas sociales más amplios”. Por otra parte lanzan la hipótesis de cómo los mismos centros educativos pueden convertirse en espacios generadores o desencadenadores de procesos violentos, lo cual rompe con la tradición de ver las escuelas como lugares asépticos, lo que implica otra mirada más preocupante de los espacios educativos. En ese sentido señalan, siguiendo a Hart (2014), que “las escuelas pueden convertirse en fábricas de violencia, en lugar de constituirse en ambientes de promoción de la paz”. Por lo tanto, una posible manera de intentar disminuir esas violencias que rodean a las escuelas es el ataque directo a la pobreza, el mejoramiento de la