Nota
No será preciso sistematizar los procedimientos de una determinada tarea si ésta es realizada por personal laboral suficientemente formado y experimentado.
Una vez preparada la lista de tareas de la instrucción de trabajo, se deben establecer sus prioridades en función de la importancia, la frecuencia de ejecución y demás aspectos relevantes que determinen el grado de especificación de dichas instrucciones, así como la designación de sus responsables y ejecutores.
La redacción de la instrucción ha de ser clara y concisa e indicar la secuencia a seguir para la consecución del objetivo de la misma. Esto significa que una instrucción debe de facilitar de tal manera las tareas que incluso una persona ajena al trabajo pueda seguirla tan sólo con su lectura. Para facilitar la compresión, se puede recurrir a dibujos, esquemas, diagramas, cuadros, etcétera.
Para ello, las instrucciones de trabajo de preparación y aplicación de productos para el tintado y el acabado decorativo deberían de tener una estructura y un contenido tal que incluyan los siguientes datos:
Nota
Se describen las tareas de ejecución y supervisión, teniendo en cuenta cargos laborales y no referencias concretas a personas.
4.Medidas y proporciones. Errores
Las magnitudes físicas más importantes de los productos de acabado de la madera tienen relación directa con la medida y, por tanto, ofrecen la posibilidad de comparación de un objeto con otro de la misma naturaleza que se toma como referencia. Por ende, será necesaria la determinación de la dimensión de una magnitud en relación con una unidad de medida preestablecida como patrón.
Ahora bien, cualquier valor obtenido en una medición está condicionado por posibles errores caracterizados como accidentales y sistemáticos.
Un error es la diferencia entre el valor medido y el valor verdadero de una magnitud.
Los matemáticos estadísticos afirman que:
Efectivamente, la medida de una magnitud física, obtenida de forma directa o mediante una ecuación a través de su relación con otras magnitudes medidas directamente, nunca puede ser exacta, debido a la limitada precisión de los instrumentos de medida y a una serie de factores de naturaleza diversa. Por tanto, debe aceptarse el hecho de que es prácticamente imposible conocer el valor exacto de una magnitud. Es por esta razón que, en general, en los procesos de fabricación se aceptan como valores exactos de la magnitud aquellos que están dentro de dos valores límite, considerados como tolerancia de la medida.
Los errores producidos en la medición de una magnitud pueden clasificarse en tres tipos en función del observador, según las circunstancias en que se está midiendo y según la calidad del aparato que se utiliza: