Economía social y solidaria en la educación superior: un espacio para la innovación (Tomo 3). Luz Stella Cáceres Gómez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Luz Stella Cáceres Gómez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789587602425
Скачать книгу
social cooperativo que, por entonces, se estaba proponiendo en el sector, y por esta razón, desde la unes se impulsó un proyecto de investigación dirigido por Castillo (2007), titulado “La transferencia solidaria: una aproximación teórica y empírica a la ventaja cooperativa”, cuyo resultado fundamental fue exponer la explicación teórica y el soporte empírico de dicha formulación.

      La transferencia solidaria se define “como el mayor ingreso que recibe un asociado vinculado a una cooperativa con respecto a los ingresos que puede recibir un individuo que no está asociado a ninguna” (Silva, 2012), y se mide así:

      En síntesis, el escrito explica la ecuación: Yd = Y + Tr – Tx + Trs donde Yd es el ingreso disponible de un asociado a una empresa solidaria; Y es el ingreso o salario del asociado; Tx es el impuesto que paga el asociado a una empresa solidaria y Trs es la transferencia solidaria, la cual es la parte del ingreso de ese asociado o miembro del grupo que se ahorra por consumir determinados bienes y servicios a precios más bajos que los precios del mercado, gracias al sistema de precios que maneja su empresa solidaria, por ejemplo, una cooperativa. (Castillo, 2007, p. 1)

      De esta manera, con la propuesta de cuantificación de los beneficios tangibles e intangibles que reciben los asociados de las organizaciones solidarias, se comenzó a llenar un vacío preocupante que tiene el sector solidario para mostrar el impacto en sus bases sociales y se convirtió en un complemento ideal para sustentar el balance social que hoy se propone por parte de la Superintendencia de Economía Solidaria.

      La cooperativa como activo agente de desarrollo local

      Terminando el siglo xx, el tema del desarrollo local se comenzaba a posicionar como un tema en pleno desenvolvimiento y de vital importancia para comprender la potencialidad y capacidad de competitividad de los territorios para asegurar mejores condiciones de vida para sus habitantes. En este marco, el cooperativismo, a pesar de las experiencias exitosas y fallidas que mantenía en el sector rural, no tenía conciencia clara del importante papel que estaba jugando.

      La unes, como uno de los grupos de investigación del ier, responsable de la línea de investigación de Política pública y desarrollo local y la de Éxito e innovación en la gestión, impulsó una serie de estudios de caso e investigaciones sobre el tema en colaboración con profesores invitados y estudiantes extranjeros, tanto en el marco del programa Intercampus de la Agencia Española de Cooperación, como en el marco del Comité Académico de la red Unircoop con apoyo de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (acdi).

      Fueron estudios e investigaciones que culminaron con la realización de tesis doctorales: “Compartir soluciones: las cooperativas como factor de desarrollo en regiones desfavorecidas” (Coque, 2005); así como trabajos de grado de maestrías: “Cooperativas de ahorro y crédito: impacto en el desarrollo local. Caso cooperativa de ahorro y crédito agropecuario Coagranja Ltda.” (Lobo, 2001), y proyectos de investigación con participación de profesores de diferentes universidades y países: “Éxito e innovación en la gestión: las cooperativas como agentes del desarrollo local” (Dávila et al., 2005) y de la unes: “Gestión y desarrollo: la experiencia de las cooperativas en Colombia” (Silva y Dávila, 2002).

      Estos estudios permitieron precisar el atributo de las cooperativas como activos agentes y actores del desarrollo local:

      El equipo de la unes ha pretendido presentar a lo largo de este trabajo una nueva visión del cooperativismo […] por la importancia de su experiencia a escala local y provincial, se debe rescatar y describir el papel que han jugado y continúan haciendo las cooperativas como jalonadoras de las economías locales y regionales. (Silva y Dávila, 2002, p. 10)

      El interés de estudiar el caso cooperativo en sus diferentes manifestaciones, proviene del deseo de difundir los importantes resultados que las cooperativas están logrando en las comunidades rurales y urbanas de las que hacen parte, como activos agentes de desarrollo local y rural, situación que en muchos casos es desconocida, por parte de los gobiernos que impulsan políticas públicas y sociales. (Dávila et al., 2005, p. 12)

      Construcción del concepto de sector solidario y propuesta de criterios para clasificar a las organizaciones de carácter solidario

      A partir de este momento, se comenzaron a utilizar conceptos como economía solidaria, economía de la solidaridad, socioeconomía solidaria, tercer sector, sector solidario, sector sin ánimo de lucro, pero como si fuesen conceptos sinónimos, sin adentrarse a examinar las diferencias y semejanzas existentes entre ellos, razón por la cual era muy difícil caracterizar una organización para que pudiera identificarse como parte de dicho sector.

      Con este objetivo, se contrató un estudio con el ier/unes para que definiera el concepto y planteara las características que debía tener una organización para hacer parte del sector solidario, en el cual se concluyó que:

      Dado que en la literatura no es posible reconocer una organización absoluta para una definición absoluta de sector solidario, la propuesta de la unes es de reconocer que las formas organizacionales colectivas, propuestas en la literatura, guardan ciertas coincidencias que en este texto se denominarán <como> las hipótesis o elementos no negociables […] para que una organización del sector solidario proponga acciones sobre las hipótesis mencionadas, es preciso entender <que> la formulación de la estrategia debe guardar una coherencia y una congruencia entre el contenido teórico <el qué> de la estrategia y la forma <el cómo> que esta tome en la acción. (Bucheli, 2007a, pp. 61, 64)

      Las hipótesis o elementos no negociables de las organizaciones que deberían pertenecer al sector solidario que Bucheli definió fueron las siguientes; 1. Mantener un grado de autonomía; 2. Sostener la democracia en la gestión; 3. Tener una política de distribución de excedentes; 4. Mantener una política de servicios hacia el patrimonio de la comunidad, hacia la sociedad, hacia el asociado; 5. Realizar una gestión donde prime la persona sobre el capital; 6. Mantener la libre adhesión y 7. Promover la formación de organizaciones jurídicas o de hecho que sostengan las hipótesis. (Bucheli, 2007a, pp. 65-76)

      También definió cuatro posiciones o maneras que deben asumir estas organizaciones, a saber: posición económica, posición política, posición social y posición ideológica y una propuesta de instrumento, un cuadro de referencia que permitiría clasificar y ordenar la información en un proceso de investigación con las organizaciones y empresas solidarias que se encontraran en el territorio nacional. (Bucheli, 2007a, pp. 63-64, 76-77)

      El Programa de Apoyo al Municipio y a las Formas Asociativas (pamyfas)

      La experiencia de trabajo con asociados, directivos, gerentes y empleados de las cooperativas de ahorro y crédito y las cooperativas multiactivas presentes en las provincias del sur de Santander, permitió agregar el componente educativo y comunicacional adicional a la propuesta de investigación-capacitación. Se consolidó así en la unes, desde mediados de los años noventa, una propuesta que contenía “un elemento de carácter científico para la producción de conocimiento y otro elemento, de carácter educativo, necesario para dinamizar la participación social en los procesos de desarrollo” (Dávila, s. f., p. 2).

      Este fue un aporte que la unes le dio al ier en su proyecto de trabajo con el sector rural y que se convirtió en el Programa de Apoyo al Municipio y a las Formas Asociativas (pamyfas), que fue un modo de entender la manera de aplicar el principio educativo cooperativo y solidario, y hacerlo efectivo en la práctica y no solamente en el discurso (Dávila, s. f.)

      Creación de programas de educación formal y no formal

      Esta fue otra actividad en la que la unes fue particularmente productiva. Como se mencionó antes, a partir de su creación en 1994 se dedicó a la preparación de una especialización dirigida a directivos, dirigentes, gerentes y empleados del sector, con el ánimo de colaborar en una mejor formación y capacitación