Ser infértil o estéril más allá de toda esperanza es extremadamente raro. Lidiar con problemas de fertilidad, sin embargo, es extremadamente común. De acuerdo con las últimas cifras del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), acerca de las mujeres en los mejores años de quedar en estado por primera vez (entre las edades de 15 y 44 años):
Casi el 11 por ciento (la increíble cifra de 6,7 millones de mujeres) tiene afectada su fecundidad, o su capacidad para quedarse embarazadas o gestar un bebé a término.
De entre aquellas casadas, el 6 por ciento (1,5 millones de mujeres) tienen afectada su fecundidad, es decir, incapaces de quedar en estado tras al menos 12 meses consecutivos de sexo no protegido con su esposo.
7.4 millones de mujeres han usado servicios de infertilidad.
No es tan solo un problema de las mujeres. De las parejas que lidian con problemas de fertilidad, en entre el 35 y el 40 por ciento de los casos, la causa es, en último término, femenina. Sin embargo, como muestra la investigación, en aproximadamente el mismo número de problemas en parejas – entre el 35 y el 40 por ciento) el problema se remonta al hombre.
La lista de obstáculos para la fertilidad es larga y a menudo sorprendente. En mis 21 años en la práctica como doctora naturopática, he ayudado a numerosas mujeres y hombres a llegar a la raíz de sus dificultades con la fertilidad y a superarlas juntos para cumplir sus sueños de traer a un precioso hijo al mundo. Para ilustrar la increíble naturaleza de los obstáculos para la fertilidad, me gustaría compartir la historia de una de estas parejas, Lauren y Freddy.
Lauren tenía una hija de un matrimonio anterior. Pocos años después de su divorcio – uno complicado – encontró a Freddy, un hombre maravilloso con el que quería pasar el resto de su vida. Lauren y Freddy se casaron. En esos momentos, Lauren estaba al inicio de su treintena y Freddy aún no llegaba a los treinta. Él no tenía hijos.
Mientras estaban aún de noviazgo, Lauren se hizo insertar un DIU (Depósito Intra Uterino). Poco después de casarse, Lauren y Freddy compartían su deseo de tener un hijo en común. La hija de Lauren, que por aquellos momentos tenía siete años, también quería un hermanito o hermanita. Lauren decidió retirarse el DIU. Antes de esto, en los últimos meses había experimentado ciertas molestias generalizadas y dolor en la región pélvica de forma frecuente. Su ginecólogo encontró la razón: el DIU de Lauren había perforado su útero. Esto sería un problema, le explicó su ginecólogo, si intentaba quedarse embarazada. Así que Lauren eligió someterse a una cirugía para reparar su pared uterina. Tras recuperarse de su operación, le aseguraron que sería capaz de concebir un hijo sin más problemas. Sin embargo, Freddy y ella seguían teniendo problemas para lograr el embarazo.
Frustrados y desesperados, Lauren y Freddy acudieron a mí en octubre de 2010. Como pronto descubrí, la causa de su problema de fertilidad no era simplemente la pared uterina de Lauren. Afectado por epilepsia desde su infancia, Freddy había tomado el fármaco anti-convulsivo Keppra durante muchos años. Como todas las medicinas, Keppra es filtrado a través del hígado. El hígado es uno de los órganos más vitales del cuerpo, y sirve como filtro de la grasa, la sangre, y las hormonas. Para potenciar la fertilidad de Freddy, tuve que superar los efectos secundarios del fármaco, reforzar su hígado, y equilibrar sus hormonas. Freddy también padecía sobrepeso. Almacenar grasa es la forma del cuerpo de defenderse de las toxinas internas, incluyendo los fármacos con receta. Empecé a trabajar con Freddy en la desintoxicación de su cuerpo, mejorando su nivel general de salud, y enseñándole cómo comer más sano.
Con Lauren, mi objetivo principal fue reforzar sus paredes uterinas, debilitadas por esta delicada cirugía, para promover ovulación y evitar un aborto espontáneo. Además, empecé a trabajar con Lauren a nivel emocional. Como le ayudé a descubrir, perdonar a su exmarido era absolutamente vital para su salud en general y para su habilidad para concebir. Como mencionaré en más detalle más adelante en este libro, los problemas emocionales sin resolver pueden bloquear la fertilidad.
Tras examinar y hablar en detalle tanto con Freddy como con Lauren, les recomendé un programa de mejora de la fertilidad basado en cambios del estilo de vida, la dieta, y tratamientos herbales. Se comprometieron a seguir todas mis recomendaciones. Tan solo un mes más tarde, en noviembre de 2010, Lauren, para nuestra alegría, quedó embarazada. Esta encantadora pareja tiene ahora un niño adorable y sano, y la hija de Lauren se deleita con el hermano pequeño que siempre le había pedido a su mamá.
La historia de éxito de Lauren y Freddy es inspiradora y esperanzadora, pero no es extraordinaria. En efecto, muchas parejas logran cumplir su sueño de traer un bebé al mundo al abordar una aproximación naturopática a la fertilidad. Por desgracia, a pesar de la mayor aceptación y concienciación de las alternativas naturales y holísticas, muchas parejas sufren problemas de fertilidad y recurren a la medicina tradicional una y otra vez en busca de soluciones. En muchos casos, ni siquiera saben que tienen una opción mejor.
Veamos más de cerca las extendidas, y aun así a menudo obviadas, causas de los problemas de fertilidad. Empezaré por centrarme en las causas subyacientes específicas para cada género, y a partir de ahí pasaré a cubrir los obstáculos de fertilidad en los que podemos trabajar juntos para superarlos.
Causas principales de problemas de fertilidad entre mujeres:
Problemas de salud específicos del género y desequilibrios hormonales. Van desde el SOP (síndrome del ovario poliquístico) y la endometriosis causada por una dominancia estrogénica hasta la anemia severa.
Uso de tampones. Los tampones bloquean el tracto vaginal de una mujer. Como resultado, la sangre tóxica no es eliminada correctamente durante su periodo menstrual y los coágulos de sangre son reabsorbidos por la sangre y los órganos alrededor. Junto con los tampones, les sugiero también a las mujeres a evitar las maxi compresas industriales comunes. La mayoría incluyen cloro, que causa un efecto vaporoso en el tracto vaginal, un área húmeda y oscura. Esto ocasiona contracciones uterinas, que provocan calambres y sangrado intenso… para vender más compresas. Recomiendo usar únicamente maxi compresas orgánicas.
Uso del DIU (dispositivo intra uterino) – el método de control anticonceptivo que trajo a Lauren tanto dolor y problemas. Sí, aunque los hechos a menudo son refutados por investigaciones subvencionadas por sus fabricantes, el DIU puede interferir en las posibilidades de una mujer de concebir tras ser retirado. Hay estudios que relacionan el DIU con varios problemas de fertilidad, incluyendo la inflamación vaginal. Aquí tienen bien documentado el riesgo insertarse un DIU: puede perforar el útero.
Lubricantes vaginales artificiales. Aunque tienen el objetivo de facilitar el coito e incrementar el placer sexual, muchas de estas cremas e ungüentos comerciales pueden impedir la fertilidad. Mi consejo para las parejas que intentan conseguir la concepción: usar SÓLO lubricantes sexuales naturales durante el sexo – y únicamente si es verdaderamente necesario. Cuando una mujer empieza un programa de fertilidad naturopático, como descubrirán de primera mano, la lubricación vaginal natural se mejora.
Fertilización in vitro (FIV). Los datos sugieren que podría haber una conexión ambiental con la FIV no exitosa. ¡En base a un estudio reciente, los bifenilos policlorados, un producto químico comúnmente conocido como PCB, reducen las probabilidades de un nacimiento a término a partir de una FIV en un 40 por ciento!
Confiar en analégicos – tanto aquellos que requieren receta como los que no, como los AINEs (fármacos anti-inflamatorios no esteroideos) y especialmente el ibuprofeno. Increíble pero cierto, esta prevalente causa de los problemas de fertilidad en las mujeres es ampliamente obviada por los ginecólogos y las propias mujeres. He ayudado a muchos de mis pacientes y clientes a reconocer y superar su malsana adicción a los analgésicos. Muchas, muchas mujeres recurren regularmente al ibuprofeno de forma mensual, para calambres menstruales, o incluso semanalmente, o a diario,