Incidencias clínicas de la carencia paterna. Gustavo Stiglitz. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Gustavo Stiglitz
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789878372075
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mucho más el campo.

      Cuando se refiere, en las fijaciones precoces, al más allá del falo, en algunos casos, en la sexuación infantil, ese más allá del falo, ¿es lo mismo que sin el falo?

      Hay que discutir, no está escrito en las estrellas, pero hay cosas que son sin el falo dependiendo del modo cómo se lo defina. Por lo tanto, ningún fenómeno en el campo analítico se define sin la presencia del goce no negativizable, que Lacan pudo notar como función fálica. Entonces hay que discutir cuál es el sentido que damos al falo. De la misma manera que Lacan deconstruyó el padre freudiano entre el padre simbólico, imaginario, real, su introducción en la metáfora paterna, etc., de la misma manera, falo se dice en muchos aspectos, y tenemos que precisar en qué sentido se usa. De la misma manera que, por ejemplo, Jacques-Alain Miller en su “Teoría de los goces”, texto de los años ´80 y cuando ahora habla del goce fálico como algo que viene a trastornar el goce corporal, después del Seminario 23, es otra definición del goce fálico. Entonces, sin el falo puede ser con el goce fálico, entendido en este sentido.

      Sin el falo sería en el sentido tradicional de la primera enseñanza.

      En el sentido de lo que es el falo como operador simbólico que viene precisamente a sublimar lo que es lo imaginario de la diferencia de los sexos.

      Y, ¿en qué esas fijaciones precoces no son identificaciones a un rasgo de la madre, por ejemplo, una identificación a algo de la posición femenina de la madre?

      Habría que discutir en cuáles casos esto se puede deducir de la posición maternal y del rasgo, si algo de la madre articulado al padre, o no, forcluído, o no. Y después, dentro de eso, si en todos los casos es suficiente considerar lo que es más bien mecanismo lógico forclusivo, sin considerar el retorno del goce sobre el cuerpo, y cómo precisamente entrar en esta clínica tan sutil entre transgénero, entre la fijación de los casos cuando se puede considerar que al año y medio se puede definir una certeza de goce en un sujeto. Abre muchas preguntas, ¿cómo esto se puede deducir de la posición maternal? Habría que hacer una investigación precisa si se puede hacer, y ver esas fijaciones al año y medio, dos años y medio, casos comentados en la clínica de esta zona, de cómo se pasa de la clínica del transgénero a una clínica del travesti, o de una homosexualidad más o menos lábil, etc. Poder captar algo de esto, de cómo se articula, o si se define de una manera que escapa a esto, y que, por lo tanto, no es sin una relación al goce autoerótico del niño, podría, digamos, abrir una discusión precisamente, con los que dicen que estas posiciones son tan precoces que, entonces, solo pueden ser heredadas, o tener una determinación estrictamente biológica.

      En ese punto quizás es donde es difícil prescindir del amor al padre, en el sentido que es difícil prescindir de la idea de un elemento que venga a descompletar a la madre, o no.

      Lacan trató, en el Seminario 23, de introducir un elemento que quiere pasarse de la extraña primera identificación freudiana que produce el amor al padre. Algo religioso en Freud.

      En el ´36, en “Complejos familiares…” él se pregunta por el misterioso sentimiento de la paternidad, y al final se pregunta qué es, no es textual, pero se pregunta qué es esta función más allá del padre, que es servirse de eso. Y en ese sentido no se termina de prescindir, se termina de prescindir de la esencia, pero no de las versiones efectivas.

      Efectivamente. Y ese final donde Lacan habla del analista posjoyceano, también abre un campo de investigación.

      El problema es cómo pasar del nivel de un caso de hospital a tener una (idea) sobre lo que sería una (intervención) analítica sobre los casos. Hay que examinar esta clínica y ver si se puede sacar, o no, una idea analítica como tal. Es, por el momento, lo que no se ha demostrado.

      Bien, muchas gracias Éric.

      Seguiremos investigando estas cuestiones.

      *- Entrevista realizada por Gustavo Stiglitz para la revista Rayuela 2, junio 2017.

      1- Laurent, E., “¿El psicoanálisis se cura de la transferencia?”, Lacaniana 18, Grama, Buenos Aires, 2015.

      2- Lacan, J., “Nota sobre el niño”, Otros escritos, Paidós, Buenos. Aires., 2012, p. 393.

      “[…] una de las consecuencias sería agrandar mucho el binario un poco estúpido o reducido neurosis-psicosis especialmente en la clínica de los niños. Este binario parece muy de otra época cuando tenemos un abanico que se abre. […] Por supuesto, creo que la manera con la cual el analista puede venir a presentificar en el análisis el enigma del objeto a, digamos, esto lo hace de manera más efectiva a medida que se deshace de los prejuicios que implican la clínica clasificatoria sin su corrección. No quiero decir “tenemos que olvidar completamente la clínica clasificatoria de la época de la metáfora paterna”, pero esta clínica tiene que tener una corrección, algo que nos permita abrir mucho más el campo”.

      Lo inclasificable, ¿es la estructura o su retorno?

      La ética del psicoanalista es definida por J. Lacan como una ética del “bien decir”.

      Se podría decir que en el inicio de esta investigación de las psicosis ordinarias, inaugurada por J.-A. Miller, en aquello que se denominó como “casos raros”, fue sensible a que algo de la “envoltura formal del síntoma” había cambiado en la clínica cotidiana.

      1. Consecuencias de la transformación del discurso amo y la pluralización de los nombres del padre.

      La época actual se caracteriza por el dominio de dos discursos: el discurso de la ciencia y el discurso del capitalismo, ambos tienen en común, como señala Lacan, la Verwerfung, el rechazo de la castración, llegando así al rechazo del inconsciente y del amor, poniendo en este sentido en cuestión la transferencia.

      Al respecto, teniendo en cuenta el nuevo discurso amo, Lacan en su última enseñanza llama la atención sobre el par locura o debilidad mental. Como también, J.-A. Miller ha señalado que las formas del lazo social actual se caracterizarían por paranoia o debilidad.

      Así, según esta definición encontramos en la psicosis dos vertientes, por un lado es esa estructura clínica en la que el objeto no está perdido, en la que el sujeto lo tiene a su disposición, por esto el sujeto psicótico reivindica y no demanda. En la otra vertiente, la locura se caracteriza por desprenderse del atractivo de las identificaciones que tienen efecto de masa. El sujeto psicótico rechaza, por su certeza, el sentido que viene del Otro, y por esto, es un hombre libre.

      En consecuencia, todo sujeto debiera ser confrontado a la decisión y al consentimiento del Otro. Es decir, tanto la alienación del narcisismo como alienación semántica, pasando por las servidumbres voluntarias, pasan al campo de la ética.

      Es por esto que el paranoico