Adoles(seres). Guillermo López. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Guillermo López
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789878372051
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adolescentes y adultos. Sin embargo es en este punto, en el del despertar a lo real en donde consideramos que se juega la especificidad del trabajo clínico con adolescentes. Especificidad que no es especialidad, no hay una especialización en la práctica de la orientación lacaniana con púberes y adolescentes. No se piensa tampoco al adolescente como un sujeto que transita una etapa del desarrollo, en los términos de como podría pensarlo la psicología evolutiva. Lo específico que se pone en juego en la adolescencia es la emergencia de un real, de un excedente de excitación frente al cual el sujeto no sabe como responder. En un artículo reciente nombrábamos ese excedente como lo que quema del cuerpo en la adolescencia. (33)

      Excedente de excitación que puede darse también en la niñez, tal como se produce por ejemplo en el pequeño Hans.

      Lacan nombra al goce fálico que invade al niño, como goce hetero, con ese nombre destaca la extimidad de un goce que el pequeño vive como un peligro frente al cual no sabe como responder. En cambio en la pubertad, la particularidad de esta irrupción de ese quantum de excitación autoerótica, es que aparece vinculada al empuje del encuentro con el Otro sexo. Esa irrupción no solo divide al sujeto y por sí mismo lo angustia, sino que también tiene una pregnancia especial que compromete al joven a una respuesta efectiva en acto. Respuesta para la que muchas veces el adolescente no está preparado, si es que alguna vez se puede estar preparado para ello… veremos qué modulaciones tiene esto.

      Lacan está articulando aquí dos perspectivas de lo real que se ponen en juego en la adolescencia. Una la que ya mencionamos ligada al despertar, la urgencia de una irrupción pulsional frente a la cual el sujeto no está preparado y que está vinculada al goce del propio cuerpo, goce autoerótico.

      La otra dimensión de real que es propia de la adolescencia, es la pregunta por la relación sexual que no hay: “¿Qué es para los muchachos hacer el amor con las muchachas?”. Interrogante que pone en juego el malogro que caracteriza a la sexualidad humana. No hay un saber en lo real, acerca del goce sexual. No contamos los seres hablantes tal como los animales con la respuesta automática del instinto, con lo cual debemos apelar a respuestas singulares. Esta dimensión de real pone en juego a mi modo de ver la perspectiva del Goce del propio cuerpo en dirección al Deseo (o al Goce) del Otro.

      Se podría afirmar que la pubertad es justamente eso, el malogro de esa articulación del Goce del Uno al Goce del Otro sexo, y como se las arregla sintomáticamente el sujeto con eso.

      Podemos encontrar huellas del despertar a lo real, en Freud en sus textos previos a la invención del método psicoanalítico. En la correspondencia con Fliess, aborda la causa, la etiología psicopatológica en términos de trauma sexual.

      El trauma como causa sexual pasada y olvidada, sigue activo aunque el sujeto no lo sepa. Con el excedente de excitación que se produce con el despertar sexual de la pubertad, ante nuevas vivencias o recuerdos que se conectan asociativamente a la escena infantil se genera un displacer nuevo, poniendo en funcionamiento la defensa bajo la forma de la represión.

      La pubertad y su despertar a lo real del sexo, son en Freud causa traumática eficiente de la neurosis durante toda la primera parte de su obra y hasta el descubrimiento de la sexualidad infantil. En donde esta idea parece perder valor, dándole toda su importancia al factor traumático infantil como punto de fijación, y condición para la neurosis infantil en sí misma, al descubrir la existencia de las pulsiones parciales y la perversión perversa polimorfa del niño. Sin embargo sigue afirmando en sus “Tres ensayos” la doble temporalidad de la sexualidad, dice:

      Lo esencial de estas elaboraciones freudianas sobre la etiología de la neurosis como doble causalidad, más allá de que Freud dé relevancia mayor en un momento u otro de su obra a un acontecimiento infantil o a uno posterior a la pubertad, es que trata a ambos como acontecimientos causales. Acontecimientos traumáticos, en la medida en que el sujeto no puede darles sentido. Es más, se podría afirmar que lo que los hace traumáticos es que son acontecimientos sin sentido. Al introducir el traumatismo en dos tiempos, plantea una articulación entre el traumatismo y el sentido, llegando a decir que el acontecimiento infantil cobra valor traumático cuando puede tener sentido en forma retroactiva en la pubertad. Freud realiza desde los orígenes de su obra un interjuego en dos tiempos entre el trauma y el sentido, entre la causa y la posición subjetiva, entre el trauma y el fantasma. Entre la sexualidad infantil y la sexualidad adulta tomando como brecha la pubertad.

      Entonces el despertar a lo real lacaniano tiene antecedentes en Freud, con sus aportes del despertar del sueño y el despertar sexual. Lo real del sexo, es el centro de su concepción de la adolescencia, en tanto es traumático y pensado en dos tiempos. Esto echa por tierra cualquier intento de pensar a la adolescencia como un tiempo de desarrollo en la evolución de la sexualidad normal.

      Es desde la doble temporalidad sexual desde donde a nuestro modo de ver deben leerse los aportes de Freud en “Las metamorfosis de la pubertad”. Las metamorfosis del cuerpo adolescente, las transformaciones de los caracteres sexuales secundarios, deben ser pensadas como acontecimientos del cuerpo sexuado, cuerpo de goce, y no como cambios evolutivos de carácter madurativo.

      En este texto Freud plantea el concepto de pubertad oponiéndolo