Terapia de vidas pasadas. José Luis Cabouli. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Luis Cabouli
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546686
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es el sueño magnético?

      Bajo la acción del magnetizador, la persona entra en un estado de conciencia que no es ni el de la vigilia ni el del sueño natural. A este estado se lo denominó sonambulismo magnético por su semejanza con el sonambulismo natural. Es sabido que el sonámbulo puede caminar con los ojos cerrados, realizar alguna actividad a la perfección, sortear obstáculos sin dificultades y regresar a su lecho para continuar con el sueño normal. Al despertarse, no recuerda nada de lo sucedido. Si el sonámbulo tiene los ojos cerrados y puede evitar los obstáculos que se le presentan, es obvio que la percepción de los objetos no pasa por el sentido de la vista. Ahí ya tenemos una pista.

      ¿Qué ocurre en el sonambulismo provocado por el magnetizador? La respuesta se la dio Joséphine a Rochas. Se aflojan los lazos que sujetan el alma al cuerpo. Bajo la influencia magnética, los lazos que unen el cuerpo astral, alma o cuerpo energético, al cuerpo físico, se aflojan poco a poco. A medida que se profundiza la acción magnética, el alma se desprende más y se eleva. Al acentuarse el desprendimiento aparece un estado de conciencia diferente y las facultades psíquicas entran en juego. Los sentidos psíquicos sustituyen a los materiales. Aparece la clarividencia, la capacidad de profetizar. la habilidad para diagnosticar dolencias e indicar su tratamiento, como hacían las sibilas en los antiguos santuarios, o Edgar Cayce, llamado el profeta durmiente. Al mismo tiempo se ensancha el campo de la memoria. Los recuerdos lejanos se despiertan y el individuo puede revivir sus vidas pasadas.

      Esto es lo que se conoce como trance. La palabra trance deriva del latín transire, y designa el momento culminante de un suceso. El estado de trance es el momento del sueño magnético en que el alma se desprende del cuerpo carnal, para vivir entonces la vida del espíritu y ejercer sus poderes.

      En el estado de desprendimiento psíquico, el círculo de nuestras percepciones puede ensancharse en proporciones incalculables; entramos en relación con la inmensa jerarquía de las almas y de las potestades celestes. El espíritu puede remontarse hasta la causa de las causas, hasta la inteligencia divina, para quien el pasado, el presente y el futuro se confunden en un todo.

      ¿No es esto mismo, acaso, el estado de éxtasis y trascendencia que nos enseñan los maestros espirituales?

      Pero veamos cómo describe un profano esta experiencia. Ésta es la palabra de Mireille, una mujer magnetizada por Rochas:

      Cuando estoy despierta, mi alma está encadenada a mi cuerpo y soy como una persona que, encerrada en el piso inferior de una torre, no puede ver el mundo exterior más que a través de las cinco ventanas de sus sentidos, las cuales tienen, cada una, cristales de diferentes colores. Cuando usted me magnetiza, me libera poco a poco de mis cadenas, y mi alma comienza a ascender la escalera de la torre, escalera sin ventanas, y no veo otra cosa que a usted que me guía, hasta el momento en que desemboco en la plataforma superior. Allí mi vista se extiende en todas direcciones con un sentido único muy agudo que me coloca en relación con los objetos que no podía percibir a través de los vidrios de la torre. Entre esos objetos están los pensamientos de otros humanos que circulan en el espacio.

      Bella y sencilla descripción, ¿no es así? Coincidente con lo que explicábamos antes. Pero, ¿cuál es la implicancia de todo esto?

      Sencillamente que el estado de desprendimiento psíquico no es otra cosa que el estado expandido de conciencia, y lo más importante es que este estado de conciencia puede lograrse sin la intervención de agentes externos. No es necesaria la acción del magnetismo, ni de la hipnosis, ni del uso de drogas psicodélicas, ni de los sincroenergizadores cerebrales, ni siquiera de la hiperventilación.

      ¿Recuerdan que Rachas llegó finalmente a la conclusión de que todo lo que se precisa es aflojar los lazos que atan el alma al cuerpo físico? Cuando un magnetizador aplica su energía sobre una persona, está provocando una aceleración vibratoria en el campo energético de ella. El alma, cuerpo astral o cuerpo energético comienza a aumentar su frecuencia vibratoria. A medida que aumenta la frecuencia vibratoria, el alma comienza a desprenderse. Paralelamente, el campo de la conciencia se expande. La persona comienza a tener acceso a otros niveles de conciencia. Ahora puede sintonizar distintas bandas de frecuencia diferentes de la conciencia habitual. La conciencia cotidiana sería como un receptor de radio clavado siempre en la misma estación. A medida que voy recorriendo el dial, puedo recibir las señales de otras estaciones de radio que transmiten en frecuencias diferentes. Con la conciencia ocurre lo mismo. Al aumentar la frecuencia vibratoria, sintonizamos la frecuencia de otras dimensiones. Sintonizamos la frecuencia del mundo espiritual y allí tenemos acceso, entre otras cosas, a revisar los hechos de nuestras vidas pasadas.

      Ahora, el siguiente paso es comprender que no necesitamos de un agente externo para alcanzar este estado de conciencia, porque todos tenemos la capacidad de acceder naturalmente a estados de conciencia diferentes. Cuando hacemos una relajación, estamos haciendo lo que decía Rachas. Estamos aflojando los lazos energéticos. Muchas personas que practican yoga, tienen experiencias espontáneas como visiones, imágenes de otras vidas o transportes a lugares distantes. Estas son manifestaciones de distintos niveles de desprendimiento psíquico.

      La mayoría de los autores habla de estados alterados de conciencia, de estados modificados o no ordinarios de conciencia. Personalmente, prefiero la expresión estado expandido de conciencia, ya que si hablamos de alteración o modificación seguimos atrapados en la idea de que no es algo normal o natural y, además, se trata de un concepto limitativo.

      ¿Cómo podemos definir el estado expandido de conciencia? Podemos decir que es un estado en el cual tenemos conciencia de lo que está ocurriendo en otra dimensión, en otro espacio-tiempo diferente de nuestra realidad física cotidiana, al mismo tiempo que conservamos la conciencia del aquí y ahora y del lugar donde estamos. Sería como tener conciencia de lo que está sucediendo en el planeta Marte, en este preciso instante, sin perder la conciencia de lo que está sucediendo aquí, en este momento, a mi alrededor. Sería como pasar de un universo a otro, sin perder la conciencia en ningún momento Por eso, es un estado expandido de conciencia. Porque no la estoy alterando, sino que simplemente estoy ampliando el campo de acción de mi conciencia.

      El doctor Mario Percow, docente de farmacología, que atravesó por esta experiencia y la vivió intensamente, definió con sencillez este estado como un tiempo sin tiempo: “Es atravesar el tiempo, como si todo el tiempo fuese un registro instantáneo.” Se vivencia el espacio atemporal, un espacio-tiempo en el cual pocos minutos permiten vivenciar sucesos que en el plano físico llevarían años.

      Ahora bien, en este estado expandido, pueden ocurrir todos los fenómenos que se dan en el sueño magnético, con la diferencia de que no es necesaria la acción de un magnetizador ni de ningún otro agente externo. Lo más importante de todo es que la persona no está sujeta la voluntad de nadie. El terapeuta acompaña y guía a la persona a través de su vivencia y trabaja las escenas que se presentan con sentido terapéutico, pero no interviene en la experiencia en sí misma El trabajo es exclusivo del paciente.

      Hay otro detalle importante y es que no se necesita provocar el estado expandido, por la sencilla razón de que el estado expandido de conciencia se produce como consecuencia de la regresión. Recuerden que Netherton descubrió que el trance se desarrolla como consecuencia de la regresión. De la misma