Terapia de vidas pasadas. José Luis Cabouli. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Luis Cabouli
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546686
Скачать книгу
de qué manera precisa y sencilla aparece en la secuencia traumática el problema básico por el que consultaba Marcos y cómo él mismo se da cuenta de la forma en que las sensaciones en los instantes previos a la muerte estaban condicionando su vida de relación. Vean también la relación entre la presencia de su mujer y el público en el momento de la muerte y su dificultad para comunicarse con aquéllos a quienes amaba y la traba para expresarse en público. El último recuerdo antes de dejar el cuerpo también es muy importante porque allí quedó la impronta de la impotencia en la garganta que es justamente el órgano de la expresión. Si la experiencia traumática lleva a la muerte como en este caso, hay que acompañar al paciente hasta que su conciencia deje ese cuerpo para terminar así definitivamente con esas sensaciones. Puede suceder que la escena traumática no sea la causa de la muerte en vida pasada. En ese caso hay que conducir al paciente hasta llegar al momento de la muerte en esa existencia. La experiencia de la muerte es fundamental en el proceso terapéutico. Es lo que permite darle un corte definitivo a esa historia y liberar a la conciencia si hay un atrapamiento. La sola visión del cuerpo muerto en una vida pasada puede ser todo lo que necesite una persona para desprenderse de esa historia al tomar conciencia de que ya nada de eso le pertenece. Al vivenciar la muerte profundamente le damos la oportunidad al cuerpo para que experimente todo lo que necesita hacer para agotar las sensaciones del pasado. Y aun cuando se crea que todo esto es producto de la imaginación si el paciente termina su historia con la experiencia de la muerte también habrá terminado con el personaje de la fantasía.

      Otro aspecto positivo de la experiencia de la muerte es que al dejar atrás el dolor y desprenderse del cuerpo físico es posible comprender el sentido total de esa vida y de esa experiencia. En ocasiones podremos ver que nos fue necesario vivir determinadas situaciones para aprender algún aspecto en particular. Un paciente que se vio en una vida pasada como discapacitado dijo que necesitó esa experiencia para aprender que todos somos iguales. En una vida más lejana, había sido muy soberbio y despreciaba a todo el mundo, y se dio cuenta de que, todavía hoy, le quedaban restos de esa soberbia para seguir trabajando.

      Volviendo al principio, si estoy conduciendo la sesión con un objetivo terapéutico, mi trabajo consiste en ayudar al paciente a revivir el hecho responsable de su problema actual. La historia en sí es anecdótica. Lo que yo debo encontrar son las vivencias traumáticas, significativas o mareantes, sea en una vida pasada, sea en la vida actual. Estas vivencias traumáticas pueden ocurrir durante el transcurso de una existencia anterior, en el momento de la muerte en dicha existencia o bien en la vida actual, durante la etapa intrauterina, en el momento del nacimiento o en la primera infancia. Como regla general, las situaciones traumáticas de esta vida actúan como disparador reactivando las emociones del pasado. Por ejemplo, la asfixia que se experimenta al nacer con una circular de cordón puede reactivar las sensaciones y el recuerdo de una muerte en la horca. Así, se instalan en la vida presente todas las emociones y pensamientos experimentados en el momento de la muerte precedente. Netherton afirma que ningún incidente de vida pasada está totalmente apagado si no se investiga el trauma que lo reactivó. Sea en la misma sesión, sea en una sesión posterior, debo buscar en la vida presente la situación que reactivó la experiencia traumática de vida pasada y trabajarla de igual manera como ya lo hemos puntualizado.

      Una vez que han sido trabajadas todas las experiencias traumáticas surgidas durante la regresión llegamos al final de la sesión. El paciente debe volver a su estado de conciencia habitual. En realidad puede hacerlo en cualquier momento. Tengan presente que con esta técnica el paciente no está bajo hipnosis; simplemente está en un estado expandido de conciencia. De hecho, hay personas que abren sus ojos espontáneamente cuando consideran que ya han trabajado lo suficiente; claro está que esto también puede ser una forma de escaparse. Pero suponiendo que tanto el paciente como el terapeuta han cumplido con su trabajo es bueno terminar la sesión con un cierre armónico y renovador. Ahora que el paciente se ha desprendido de su carga emocional está en condiciones de crear un nuevo modelo interior, una nueva concepción y valorización de sí mismo. Para ello utilizo un sencillo ejercicio de visualización.

      Primeramente le pido al paciente que elija un color de su agrado para introducir una nueva vibración en su vida. Luego le pido que visualice o que piense en ese color y que se envuelva completamente en él. A continuación, le pido que cree en su interior una nueva imagen de sí mismo, donde se verá en la forma en la que le gustaría verse de hoy en adelante. Esta imagen es una creación del paciente, no es un invento del terapeuta. Esto es algo muy sutil porque si el paciente no consigue crear una nueva imagen eso me estará indicando que aún hay algo sin resolver que está impidiendo esa creación interior. Una vez que el paciente ha concretado su nueva imagen, lentamente podemos pedirle que abra sus ojos y retorne a su conciencia física habitual. Al hacerlo, es bueno situar al paciente en la fecha actual. En rigor de verdad se podría obviar todo este paso, pero para alguien que viene de vivenciar una experiencia fuerte, dramática y en ocasiones agotadora, es bueno concluir con un ejercicio de armonización, no importa el que sea. Al abrir los ojos el paciente estará aquí, tranquilo y sereno, listo para reintegrarse a su actividad habitual.

      Repasando, veamos los pasos principales de la regresión:

      1. Inducción

      Recordar que si el paciente ya está en regresión no hay necesidad de inducción.

      2. Regresión propiamente dicha

      * Vivencias traumáticas en vidas pasadas

      * Experiencia de la muerte en vida pasada

      * Vida fetal y nacimiento

      * Primera infancia

      3. Experiencia responsable de los síntomas

      *Momento más traumático o más difícil

      * Reacciones físicas, emocionales y mentales

      * Las dos preguntas claves:

       ¿Qué te hace hacer?

       ¿Qué te impide hacer?

      4. Armonización

      Ejercicio de visualización.

      En el transcurso de una regresión una persona puede enunciar innumerables mandatos que están condicionando su vida actual. Habitualmente éstos aparecen cuando preguntamos por las “reacciones físicas, emocionales y mentales, pero también suelen ser expresados espontáneamente como consecuencia de las situaciones vividas. ¿Y qué es un mandato? Es una forma mental con una energía emocional tremenda insertada en nuestra memoria subconsciente, cuya presencia ignoramos y cuyos efectos condicionan y rigen nuestras actitudes y comportamiento. Un mandato es nuestra programación subconsciente que viene del pasado.

      El mandato se origina espontáneamente, sin pensar siquiera en él. Es una conclusión no verbal del subconsciente como reacción a una situación límite. Ni siquiera es necesario pensar. Basta con una reacción emocional para originarlo y de allí puede surgir todo el sistema de creencias inconsciente de una persona. Así se originan determinados tipos de comportamiento o actitudes que funcionan en contra de una persona. El mandato es como una maldición en contra de uno mismo. A lo largo de las historias de Los pacientes tendremos oportunidad de identificar diferentes tipos de mandatos. Habitualmente se expresan como afirmaciones positivas o negativas, en forma tan absoluta que no permiten otra alternativa. Muchas veces no basta con trabajar la experiencia traumática. Es necesario que la persona por su propia voluntad rompa y anule el mandato identificado.

      Aquí van algunos ejemplos:

       No merezco ser feliz.

       Merezco ser castigado.

       La vida es para sufrir.

       Hay que obedecer porque si no me matan.

       Hay que estar triste para ser como los demás.