Terapia de vidas pasadas. José Luis Cabouli. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Luis Cabouli
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546686
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      Rochas debe de haber tenido un gran sentido del humor, porque al comentar esta experiencia relata la siguiente anécdota de Alejandro Dumas, padre. Cierta vez le preguntaron al escritor si era cierto que su padre era negro. A Dumas no le gustaba que le preguntaran sobre su origen, y contestó de la siguiente manera: “Perfectamente, y mi abuelo era simio. Mi familia comenzó donde terminó la suya”.

      En el afán por encontrar una prueba que confirmara los datos suministrados durante la regresión, Rachas investigó siempre que pudo cada caso en particular. En ocasiones, encontró evidencias significativas; en otras, no encontró nada. En el caso de Joséphine, no encontró trazas de Jean Claude Bourdon en el registro parroquial que le correspondería, pero ese nombre era común en una región vecina. Sin embargo, sí pudo confirmar algo. Jean Claude le dijo que había hecho el servicio militar en el séptimo de artillería en Besançon. Rachas constató que, efectivamente, el séptimo de artillería había tenido su guarnición en Besançon de 1832 a 1837. Es difícil de comprender de qué manera Joséphine, que en 1904 tenía 18 años, tuviera esa información tan precisa. Por otra parte, de acuerdo con estas fechas, Jean Claude tendría unos veinte años en el momento de cumplir su servicio militar, lo cual es perfectamente posible.

      Una de las evidencias más significativas la tuvo Rachas con otra mujer, a quien le ordenó que avanzara en el tiempo. En lugar de hacer una regresión, hizo una progresión. Eugénie era viuda, y en 1904 tenía 35 años. La lleva a los 37 años y con mucha vergüenza, por cuanto no se había vuelto a casar, Eugénie dice que tiene un parto. Hasta aquí nada de extraordinario. La hace envejecer dos años más. Nuevos síntomas de parto, y dice que está sobre el agua. Ante esta respuesta, Rachas pensó que la mujer estaba divagando, y rápidamente la volvió al estado de vigilia normal. Sin embargo, dos años después, en 1906, tuvo un bebé de un hombre a quien no conocía al momento de hacer la experiencia, y en 1909 tuvo otro. Este nacimiento se produjo sobre uno de los puentes del río Isére, donde le sobrevinieron los dolores del parto. Allí estaba el agua que había visto durante la sesión con Rochas.

      En la sexta sesión con Joséphine ocurre otro hecho importante. Esta vez, simplemente le tiene las manos y le pregunta qué es necesario hacer para que vaya hacia el pasado o al futuro. Ella le responde que es suficiente con desprender su cuerpo fluídico; luego irá hacia el lado que él desee. Esto es muy significativo, puesto que tiene que ver con la técnica que se utiliza actualmente. No es necesario recurrir ni al magnetismo, ni a la hipnosis moderna, ni a drogas, ni a hiperventilación. El mismo Rochas concluye que lo esencial es relajar los lazos que unen el cuerpo astral al cuerpo físico para permitirle al primero tomar la dirección que se le sugiere.

      En su trabajo de investigación, Rochas encontró detalles que hoy son la base del trabajo terapéutico. Por ejemplo, al experimentar con la señorita Mayo, encontró que en tres encarnaciones sucesivas murió con trastornos respiratorios. La primera fue una muerte tísica, la segunda una muerte por enfriamiento con tos quintosa, y la tercera una asfixia por inmersión. En cada caso la mujer revivió esas muertes por asfixia, experimentando la falta de aire y la sofocación. La revivencia del hecho traumático constituye la base de la acción terapéutica de la TVP.

      Otro caso que nos interesa es el de la Sra. Trinchant, mujer de 40 años que vivenció haber sido una joven árabe asesinada a los veinte años de una puñalada. Esta mujer le contó a su madre esta experiencia, como si fuera una ocurrencia disparatada. Cuál no fue su sorpresa, cuando su madre le dijo que de niña frecuentemente se quejaba de experimentar la sensación brusca de un golpe de cuchillo, sensación para la cual no había ningún motivo que la justificara.

      Esto coincide con las experiencias de personas con enfermedades psicosomáticas, quienes relacionan los síntomas presentes con traumas físicos experimentados en vidas anteriores.

      Una anécdota más de Rochas: su padre falleció a los 75 años de una embolia. Conservó la plenitud de sus facultades intelectuales y la visión bien nítida de su muerte inminente. Rochas asistió a sus últimos momentos, donde, recordando sus pláticas filosóficas, su padre le dijo con serenidad:

      Mañana o pasado mañana sabré más que tú al respecto. Y no me desagrada pensar que bien pronto tendré la solución del problema que tanto me ha preocupado.

      En sus conclusiones, Rochas nos dejó el siguiente mensaje:

      La puerta está abierta; los señores sabios y psicólogos pueden desde ahora investigar qué hay de cierto o no en este dominio del pensamiento.

      Whitton cita el trabajo del psiquiatra inglés Alexander Cannon, quien hacia 1950 ya había inducido la regresión en 1382 voluntarios. Al principio, Cannon se resistía a aceptar la teoría de la reencarnación, y hasta discutió con sus sujetos en trance, afirmando que decían tonterías. Cannon se especializó en buscar los orígenes de los complejos y los temores en incidentes traumáticos de vidas anteriores.

      Nacida en 1907, desde niña Joan tenía recuerdos vívidos de siete vidas anteriores, que abarcaban desde la primera dinastía en Egipto, 3.000 años a. C., hasta una vida entre los primitivos aborígenes de Norteamérica. Joan llamó a estos recuerdos memoria lejana, y sobre la base de ellos escribió doce libros que constituyen una autobiografía de sus vidas pasadas. El primero de esa serie se llamó Winged Pharaoh (El faraón alado), y fue publicado en 1937, mucho antes que otros libros que se hicieron más famosos. Para Joan, estas memorias eran parte de su experiencia personal, y siempre hablaba de sus vidas. Joan relata que en su primera vida en Egipto se llamaba Sekeeta, y había sido entrenada para recordar diez de sus muertes anteriores, requisito indispensable para poder asistir a otras personas. Durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Joan comenzó a apreciar que algunos problemas de los pacientes se originaban en sucesos de existencias anteriores.

      Por su parte, Denis Kelsey, psiquiatra, comenzó a trabajar con hipnoanálisis en 1948, regresando a sus pacientes a la vida intrauterina y llevándolos incluso al momento de la concepción. Sin embargo, como no creía en la preexistencia del alma, nunca fue más allá, hasta que conoció a Joan, en 1958. A partir de allí comenzaron a trabajar juntos. Joan era una gran sensitiva y mientras Denis conducía la regresión, ella podía ver la escena que el paciente estaba vivenciando, y comprobar así la validez de la experiencia. El mismo Stanislav Grof, en su libro La mente holotrópica, relata una regresión que efectuó con ellos.

      Denis Kelsey es el primero que llama la atención sobre la importancia del perdón a uno mismo. Encontró que a las personas les resulta más fácil castigarse que perdonarse a sí mismas.

      Entre los años ‘60 y ‘70, la Terapia de Vidas Pasadas comienza a tomar forma. Ya sea por azar o intencionalmente, varios profesionales comienzan a aplicarla con sus pacientes. Aquí me referiré a los que más han contribuido en los aspectos técnicos.

      En 1968, Thorwald Dethlefsen, trabajando con hipnosis con voluntarios, llevó a un joven a revivir la experiencia