Atrapamiento y recuperación del alma. José Luis Cabouli. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Luis Cabouli
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546778
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pero como para el alma no existe el tiempo, la experiencia continúa como si todavía estuviera sucediendo.

      Examinemos un ejemplo terrible y frecuente al trabajar con vidas pasadas. Pensemos en una persona a la cual torturan en alguna mazmorra en la Edad Media. Se encuentra allí, sobre la mesa de tortura o el potro de tormentos, sujeta por las muñecas y los tobillos. Un verdugo encapuchado da vueltas a una manivela; los miembros de la persona son traccionados y estirados, una morsa le aprieta la cabeza. La columna vertebral comienza a crujir mientras un inquisidor interroga al prisionero, amenazándolo con un hierro incandescente. La víctima está allí, experimentando el dolor físico y psíquico, el pánico, la impotencia, la indefensión, la rabia, el odio, la angustia, la ira y el deseo de venganza. Los músculos se tensan, las articulaciones se rompen, las vértebras se separan, los pulmones están a punto de explotar, al igual que el corazón, y el cerebro va a estallar. A la vez que siente el dolor, la víctima está pensando en su familia, en los hijos que ya no verá, en aquellos que lo traicionaron, en lo que debería haber hecho y no hizo, en las cosas que ya no podrá hacer o en lo que dejará inconcluso. Todo sucede al mismo tiempo unísono, pero es imposible sentir, identificar y procesar al mismo tiempo todas las sensaciones físicas, emocionales, y tener consciencia de lo que se está pensando. De pronto, el cuerpo se muere, pero la muerte ocurre en el pico de todas esas sensaciones que no se han podido procesar. Al morirse el cuerpo, el alma todavía está experimentando el dolor, pero se queda sin el instrumento necesario para procesar lo que acontece. Cuando el alma se separa del cuerpo, las sensaciones continúan allí porque no ha podido terminar con ellas mientras estaba en el cuerpo, y ahora no puede desprenderse de ellas, porque las sensaciones, emociones y pensamientos en el alma son energía. Como además el alma ha entrado en la dimensión atemporal, sucede que el cuerpo se murió, pero la experiencia continúa. Quizás han pasado seiscientos o dos mil años del tiempo terrestre, pero para el alma no ha pasado ni un segundo. La experiencia aún no terminó; una parte del alma persiste allí, en la tortura. La conciencia ha quedado atrapada en un instante que se convierte en un eterno presente, ya que el tiempo no existe. Entonces, por un lado la persona está aquí, en la vida presente, en otro cuerpo, pero hay una parte de su conciencia atrapada en una experiencia que continúa sucediendo.

      En el momento del trauma no se puede hacer todo lo que uno necesitaría para poder resolver y terminar la experiencia antes de que el cuerpo muera. Cuando el evento traumático acontece es imposible sentir y hacer consciente todo lo que está sucediendo y todo lo que se está sintiendo. Uno está atrapado en el pánico, en el shock, en el dolor, en la ira o en la indefensión. Demasiadas cosas suceden al mismo tiempo como para reconocer todo lo que se experimenta a nivel visceral, emocional y mental. La persona que se encuentra viviendo el suceso tan movilizante no puede terminar con la experiencia, porque sencillamente no puede hacer todo lo que sería necesario hacer, sentir y decir para poder completarla y terminarla de una vez y para siempre, y eso crea el atrapamiento. La única forma que el alma tiene de procesar la multiplicidad de sensaciones es volver a encarnar en un cuerpo, y sentir en este nuevo cuerpo todo lo que no pudo terminar en el cuerpo que se murió. Así aparecerán los síntomas, sean físicos o emocionales, ya que el alma necesita completar y terminar la experiencia original. El alma reproduce en su nuevo cuerpo la experiencia que todavía no terminó. Esto puede manifestarse por medio de diferentes síntomas: dolor, angustia, bloqueo, fobia, etc., o una enfermedad. Incluso, en su lucha por sobrevivir en un evento doloroso, puede que la conciencia se aferre al dolor pensando: si siento dolor significa que estoy vivo, si dejo de sentir dolor significa que estoy muerto. El cuerpo se muere, pero la conciencia se aferró al dolor para sobrevivir y no se da cuenta de que el cuerpo murió. Pasaron mil años, pero para la conciencia eso todavía está ocurriendo y entonces reproduce en el cuerpo actual el dolor original, porque a nivel subconsciente siente que dejar de sentir dolor podría significar que está muerta.

      La inexistencia del tiempo y el atrapamiento de la conciencia nos llevan a la siguiente clave para comprender cómo funciona la TVP.

      Hemos visto que, en realidad, para el alma no hay vidas pasadas ni sucesivas. Hay experiencias simultáneas que nosotros, desde la visión de la conciencia física y del tiempo lineal, denominamos vidas pasadas. Como para el alma el tiempo no existe, todo está ocurriendo aquí y ahora, al mismo tiempo; todo está ocurriendo en forma simultánea. Pero si todo es simultáneo, como las experiencias del alma son incontables, debemos ahora concebir un nuevo concepto: la multisimultaneidad. Esto significa que la conciencia puede estar atrapada en múltiples experiencias que están sucediendo al mismo tiempo y que todavía no han terminado. Puede ocurrir que, mientras yo estoy escribiendo estas líneas, una parte de mí se esté ahogando en el hundimiento de un submarino, otra parte se está quemando en la hoguera, condenado por brujo, otra se está asfixiando enterrada viva, otra está convulsionando en la horca, otra está perdiendo la cabeza en la guillotina, otra se está haciendo el harakiri como samurai, a otra parte le han clavado una lanza en el corazón, a otra se la están comiendo los leones en el circo romano y, seguramente, otra parte de mi alma está viviendo la culpa por haber saqueado y destruido a sangre y fuego un pueblo de campesinos. Todas estas experiencias que todavía no han terminado y en las cuales el alma o la conciencia están atrapadas, son las responsables de muchos de los síntomas que experimentamos en la vida cotidiana. El miedo a hablar en público, la fobia a lugares cerrados, el temor a nadar en el mar o la imposibilidad de subir a un avión o a un barco, el bloqueo para manifestar y ejercer las capacidades que tenemos, la dificultad para sentir o abrir el corazón a las relaciones afectivas, síntomas físicos como ahogos o dolores sin causa médica tienen su origen en experiencias traumáticas que todavía están ocurriendo. El síntoma es la manifestación de una experiencia inconclusa y en la cual estamos atrapados sin saberlo.

      Cada experiencia que culmina con un atrapamiento de la conciencia trae como consecuencia adicional otro fenómeno, además de las sensaciones que no se pueden procesar y que dan origen a los síntomas en la vida actual. Se trata de la fragmentación del alma y de la pérdida de energía vital.

      El alma es energía pura, es nuestra fuerza vital. Como el alma es energía, cuando una parte de ella queda atrapada en una experiencia traumática, también hay un atrapamiento de energía. Hablamos de una parte del alma, ya que hemos dicho que el alma puede estar atrapada en múltiples experiencias al mismo tiempo. Cada experiencia en la cual estamos atrapados implica necesariamente atrapamiento de energía, y esto equivale a una fragmentación del alma. El resultado de esto es que estamos fragmentados en la integridad de nuestra alma y cada fragmento contiene energía atrapada que no está disponible en nuestra vida cotidiana. De modo que, además de estar padeciendo síntomas que provienen de experiencias no resueltas, también estamos fragmentados en nuestra esencia y no disponemos de toda la energía vital a la que podríamos tener acceso. En realidad, la energía está con nosotros, pero está atrapada o bloqueada sin que podamos utilizarla, como si tuviéramos una batería auxiliar en el automóvil guardada en un cofre de seguridad y sin la llave para abrirlo. La energía está allí, en la batería, pero está atrapada y no puede ser aprovechada.

      Cuando trabajo terapéuticamente con la TVP comienzo a salir del atrapamiento. Al terminar con la experiencia en la cual estaba atrapado desaparecen los síntomas que provenían de esa experiencia y, al mismo tiempo, comienzo a recuperar mi energía. Por otro lado, al integrar las partes de mi alma que estaban atrapadas, comienzo a ser cada vez más yo mismo ya que a medida que voy saliendo de cada atrapamiento se van integrando partes de mi propia esencia que estaban fragmentadas de mi totalidad. Y todavía hay algo más; el atrapamiento del alma implica que hay capacidades innatas que no pueden expresarse porque están bloqueadas. Salir del atrapamiento significa también salir del bloqueo que impide que los talentos y habilidades del alma puedan manifestarse