El propósito del alma. José Luis Cabouli. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Luis Cabouli
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546785
Скачать книгу

      G: Es lindo. Todo es luminoso. Yo siento que me río; estoy feliz.

      T: ¿Quién más está allí?

      G: Hay chicos —con tono de sorpresa—, creo que son almas de niños. Yo les enseño cosas a esos niños; les hablo de la Tierra. Yo, desde ahí, quiero a la Tierra. Es como que, en ese momento, yo ignoro que voy a tener que volver. Me había olvidado de que tenía que volver. ¡Yo soy muy feliz ahí! —llorando—. ¡Pero ahí me vienen a buscar esos seres!

      T: ¿Cómo son esos seres?

      G: Son largos, tienen algo así como alas o túnicas.

      T: ¿Y qué te dicen cuando te vienen a buscar?

      G: Me miran y yo sé que tengo que ir. Es como si me dijeran: “sabés que tenés que volver”. ¡Y yo no quiero!

      T: ¿A qué se debe que no querés volver?

      G: ¡Es que yo estoy bien ahí! —llorando intensamente—. En la Tierra pierdo esa luz. ¡Pierdo mi luz!

      T: Y si supieras, ¿para qué tenés que volver?

      G: Tengo que enseñar que somos Luz, que esa es nuestra esencia, que no debemos olvidarnos de eso. Tenemos que aprender a ser espíritus dentro de un cuerpo. Yo sabía todo eso, no sé por qué no quiero volver.

      T: Y si supieras, ¿a qué se debe que no querés volver?

      G: Me da miedo olvidarme de este lugar… Ya me estoy yendo… Miro a esos seres y me despido.

      T: ¿Cómo es que te vas?

      G: ¡Resignada, totalmente obligada! —llorando desconsoladamente—. Miro a los chicos y ellos me despiden. Yo me voy con la cabeza gacha, me están llevando a otro lugar.

      T: ¿Y adónde te llevan? ¿Cómo lo hacen?

      G: Es como cuando te apoyan la mano y vos te dejás llevar. Ya no me resisto más, aunque la resistencia es adentro.

      T: ¿Adónde te llevan?

      G: Hay una mesa y hay tres seres que son más importantes que estos otros que me llevan. Ellos están contentos, no dan importancia al hecho de que yo no quiera venir.

      T: ¿Y qué te dicen estos tres seres?

      G: Me dicen que por fin llegó esta vida y que va a estar buena. Que esta es una vida linda, porque ya no vengo a sufrir.

      T: Eso es. ¿Qué más?

      G: Tengo que ayudar al dolor de los otros. Es como que me dicen: “¡Qué bueno! Llegó este momento”. Ahí me convencen un poco, es como que me siento especial. Me muestran escenas de mucho dolor y me dicen que eso ya terminó para mí y que ahora me voy a enfrentar al dolor de muchos. Como si todo ese dolor que yo ya pasé fuese mi escuela y mi sabiduría.

      T: Seguí.

      G: Como yo viví tanto dolor en otras experiencias, ahora entiendo todos los niveles del dolor y puedo ayudar a otros, porque ya no me identifico con el dolor de ninguno.

      T: Muy bien, avanzá un poco más y fijate, ¿cómo sigue todo eso?

      G: Me dicen que voy a ser mujer y que voy a tener mucha sensibilidad, y me advierten algo…

      T: ¿Qué te advierten?

      G: Que tengo que estar acá, en la Tierra. Que no tengo que querer estar allá cuando esté acá, porque ¡siempre hago lo mismo!

      T: ¿Qué es lo que hacés siempre?

      G: ¡Quiero estar allá cuando estoy acá! Entonces me dicen: “Te quedás allá (en la Tierra), porque si no, nunca te vas a quedar acá, definitivamente, como vos querés”.

      T: Muy bien seguí, ¿qué más?

      G: Ahí me muestran a mis padres. Veo una pareja joven… ¡No! ¡No quiero! ¡No quiero ese papá! —llorando—.

      T: ¿Qué pasa con ese papá?

      G: Me hizo daño cuando fue mi marido en otra vida, pero me dicen que yo tengo que ayudarlo, que yo ya superé eso y que ahora tengo que enseñarle a desarrollar el amor.

      T: Seguí, ¿qué más?

      G: Ahora lo veo más inocente… ¡ay! ¡Me están mostrando todo su dolor! Tuvo una infancia muy dura. Me muestran escenas de su infancia y ahí siento compasión. Él es como los niños que recién estaban conmigo, y me dicen que no me olvide de eso.

      T: ¿Y qué hay con tu mamá?

      G: Mi mamá, a ella la conozco.

      T: ¿De dónde la conocés?

      G: Ya fue mi mamá en otra vida. ¡Es tan linda…! Ella también sufrió mucho, pero es un alma evolucionada. Es un alma que pidió ese dolor, es diferente. Ella sabía que tenía que pasar por todo ese dolor. Y me espera con amor, ella me ama mucho. Yo la quiero mucho a esa mamá.

      T: Seguí.

      G: Ya me están despidiendo…

      T: Muy bien, ¿qué te dicen cuando te despiden?

      G: Que ellos, los seres, siempre estarán conmigo, que habrá mucha gente en mi vida que vendrá a verme y que ellos estarán siempre. Hay dos seres que son fundamentales, me parece que son ángeles. Tengo uno a la derecha y otro a la izquierda. Nos vamos los tres juntos. Vienen conmigo porque el trabajo es duro y me dicen que los necesitaré todo el tiempo. Así que eso me da tranquilidad, pero yo no los voy a ver.

      T: Y entonces, ¿qué pasa?

      G: Estoy haciendo el esfuerzo de acordarme de eso. ¿Cómo voy a hacer para acordarme de que siempre están ahí?

      T: Ahora tomá conciencia de que ellos están siempre ahí. ¿Qué más?

      G: Yo voy adelante y ellos me escoltan.

      T: ¿Por dónde van?

      G: Es como que nos perdemos así en la Luz. Avanzamos y ya veo mi casa. Ahí está mi mamá. Me parece que todavía no sabe que está embarazada, porque yo llego después.

      T: ¿Después de qué?

      G: Después de que se unieron las células.

      T: ¿Y qué encontrás en la panza de tu mamá cuando llegás?

      G: Hay un embrión.

      T: Muy bien, ¿qué tiempo tiene ese embrión, más o menos?

      G: No sé, dos semanas… Es muy chiquito, y yo pienso que voy a entrar en él cuando falte menos tiempo. Por ahora me quedo afuera.

      T: ¿Afuera dónde?

      G: Ahí, en la cocina, alrededor de mi mamá. Estoy como pegada a ella, pero sin entrar. Estoy a la altura de la panza, pero no entro porque ahí está muy apretado.

      T: ¿Y cómo está tu mamá cuando vos estás ahí en la cocina? ¿Que está pensando tu mamá?

      G: Mamá tiene síntomas y piensa que está embarazada. Parece que me buscaron, porque ella está esperando quedar embarazada. Así que ahí estoy; veo a mi hermana… ¡a ella también la conozco!

      T: ¿De dónde la conocés?

      G: Fue mi mamá y también fue mi hija. Veo imágenes de dos vidas anteriores. ¡Ella me quiere mucho! —llorando—. Ella también sufre y es como que en eso yo la voy a entender. La vida de ella es más dura que la mía y yo la tengo que ayudar. ¡La veo tan inocente…! La veo a ella y eso hace que me den ganas de quedarme.

      T: Muy bien, seguí, ¿qué más?

      G: Ahí llega mi papá; parece que ya saben que estoy.

      T: ¿Y qué dicen tus padres cuando saben que estás?

      G: Mi mamá está contentísima y él está pensando que la casa es chica. Piensa que llegó el momento de mudarse porque no vamos a entrar todos. Pero papá quiere un varón.

      T: