Facundo Quiroga. Ramón Torres Molina. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ramón Torres Molina
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789507546839
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a los estancieros criadores sacar a extraña jurisdicción la mitad de su producción ya que la escasez de ganado dificultaba el abastecimiento de la ciudad. Esa resolución se puso en ejecución a partir de septiembre según consta en las notificaciones efectuadas a los oficiales de las milicias de Los Llanos.100 Esa decisión pudo haber afectado el abastecimiento de San Luis provincia que además de necesitar cubrir su propio abastecimiento, debía alimentar a los prisioneros realistas que se encontraban en su territorio. Debía, también, apoyar al Ejército de los Andes. Ese debió haber sido el conflicto que hizo que se retuviese en San Luis a Quiroga que fue quien dispuso la ejecución de la medida. Como correspondía con un oficial de milicias, se lo alojó en el cuartel.

      En junio el gobernador de San Luis informó a Quiroga que le sería otorgada una medalla con motivo de su participación en contra de la sublevación de los prisioneros realistas:

      Mi amigo muy querido: Contesto con el mayor placer a su carta del 7 del corriente, la que recibí en circunstancias en que deseaba con impaciencia saber de Ud., pues hasta entonces no había tenido la menor noticia ni contestación alguna de ese Señor Teniente Gobernador. Yo he celebrado mucho más allá de lo que Ud. pueda imaginarse las consideraciones que le ha merecido.

      El Supremo Gobierno me ha hecho el honor de consultarme los premios a que se hicieron acreedores los defensores del orden, en la horrorosa conspiración del 8 de febrero y a consecuencia propuse un Escudo para todos los oficiales y una medalla para los miembros del ilustre Cabildo, lo que ha sido aprobado y espero que me serán remitidas en primera oportunidad. Luego que lleguen tendré la satisfacción de remitirle la que ha merecido Ud. tan dignamente.

      He recibido la carga de naranjas que Ud. me ha remitido, cuya fineza la he apreciado del modo más vivo, así por ser exquisitas y particulares en este destino, como por ser un obsequio de un amigo a quién aprecio de un modo singular. Con el mismo miliciano que trajo las naranjas, le remito a Ud. seis quesos para que los tome en mi nombre.

      Dentro de pocos días pienso mandar a su consignación un individuo para que con él me remita cuatro barriles de vino de los mejores que se encuentren en ese destino, pero con la precisa condición de que me he de hacer cargo de su importe, sin cuya circunstancia no los admitiré.