El porqué del presente. Jorge Illa Boris. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jorge Illa Boris
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786123182571
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Bajos y Bélgica en mayo de 1940, para luego tomar por sorpresa a Francia (todavía confiada en la invulnerabilidad de la línea Maginot) y, sin poder evitar la caída de París y otras regiones, apenas dejando una porción “tutelada” por el III Reich, conocida como la “Francia de Vichy”.

      En ese mismo año Hitler tomó la decisión de invadir las islas del Reino Unido de Gran Bretaña. Para ello, diseñó un ataque aéreo —que incluyó a objetivos civiles— que bombardeó duramente esos territorios; sin embargo, los aviones ingleses lograron repeler el ataque en una defensa que sería conocida para la posteridad como “la batalla de Inglaterra”. De igual manera ocurrió con el intento germano de invadir el archipiélago por vía marítima, ya que las fuerzas conjuntas de británicos y estadounidenses lograron bloquear su avance. Este acontecimiento dio inicio a una serie de fracasos por el lado del Eje; así, luego de una conquista alemana del norte de África (1941), las fuerzas aliadas lograron detener y vencer a los germanos en El Alamein en mayo de 1943. En tanto, en el frente oriental Hitler quiso seguir expandiendo su poderío. Primero tomó Grecia y, tras ella, los Balcanes (21 de abril de 1941), pero su objetivo principal fue conquistar la URSS a través de la Operación Barbarroja, traicionando con esto el pacto de no agresión entre ambos países, y forzando el ingreso de los soviéticos a la guerra del lado de los aliados, aun cuando estos fueran sus enemigos ideológicos. Los nazis pensaron que podían vencer rápidamente, pero no contaron con la gran resistencia del Ejército Rojo, que, durante tres largos años y con ayuda del intenso invierno eslavo, logró la derrota de los alemanes en este frente (febrero de 1943) en célebres batallas, como Stalingrado y Kursk.

      Los Estados Unidos ingresaron oficialmente a la guerra el 7 de diciembre de 1941. Luego del ataque sorpresa de los japoneses a su flota del Pacífico en Pearl Harbour, el presidente estadounidense F. Roosevelt le declaró la guerra al Imperio del Japón, mientras que las fuerzas niponas se expandían por toda Asia tomando los territorios de Hong Kong, Singapur, Malasia, Birmania, Indonesia y Filipinas. Los Estados Unidos se preparaban para la venganza usando todas sus fuerzas y logrando detener el avance (Midway) e iniciar el camino de la derrota japonesa a inicios de 1943.

      Gráfico N° 8. Ataque japonés a la base de Pearl Harbour (1941)

      Fuente: Administración Nacional de Archivos y Registros de Estados Unidos, para commons.wikipedia.org

      Como se ha descrito, si bien las fuerzas del Eje durante los primeros dos años obtuvieron victorias importantes, estas no fueron sostenidas debido a sus malas decisiones militares, pero sobre todo por el ingreso al conflicto de la URSS y de los Estados Unidos al bloque aliado, lo cual puso la balanza a favor de ese sector y brindó el triunfo que cambiaría la configuración del mundo moderno.

      3.3 El Holocausto

      El Diccionario de la Real Academia Española (2018) define holocausto como “gran matanza de seres humanos”. Es precisamente eso lo que sucedió con determinada población civil durante la Segunda Guerra Mundial, ya que los países invadidos por el régimen nazi e incorporados a su dominio sufrieron explotación y un sistema de esclavismo contra toda persona que no fuera considerada alemana. Así, se pensó usarlos como mano de obra para la industria germana, pasando de tener 300 000 a tener 5 300 000 trabajadores extranjeros al servicio del Reich, lo cual aceleró la producción y grandes beneficios económicos, ya que era mano de obra gratuita, manejada bajo el terror de la violencia, la tortura y la muerte.

      Los encargados de organizar ese sistema de explotación fueron la policía de investigación (Gestapo) y el escuadrón de protección conocido como las SS, quienes seleccionaron a los que debían ir a las fábricas o ser llevados a los campos de concentración por ser considerados peligrosos, inferiores o despreciables para su régimen. En esos grupos estaban negros, comunistas, gitanos, homosexuales, polacos, soviéticos y, principalmente, judíos, a quienes se les consideraba una “raza inferior y traidora” a la que se acusó de haber favorecido la derrota de Alemania durante la Primera Guerra Mundial.

      Los campos de concentración ya existían antes del conflicto (incluso existieron en Estados Unidos y el Perú24), pero fue durante la guerra que tuvieron mayor relevancia. Uno de estos centros execrables más relevantes fue Auschwitz-Birkenau (actual Polonia). En este lugar de exterminio se usaron cámaras de gas y crematorios. Se calcula que se llegó a asesinar a unas 10 000 personas diarias tras decidirse en 1942 la llamada solución final. Esta política buscó la destrucción total del pueblo judío (Lowe, 2012, pp. 198-202). Las cifras son realmente dramáticas: sin contar a los demás grupos prisioneros, se calcula que se exterminó a más de seis millones de judíos (Aróstegui et al., 2015, pp. 174-175) durante todo el conflicto. Realmente una verdadera tragedia, algo que nunca se debería repetir.

      3.4 Fin de la guerra

      El fin de la Segunda Guerra Mundial debe ser entendido a partir de un conjunto de circunstancias que jugaron a favor de los aliados; primero, los errores estratégicos militares del Eje, tales como la invasión a la URSS o el ataque sorpresa de los japoneses a la flota de los norteamericanos en el Pacífico. Ello generó la participación directa de los soviéticos y de Estados Unidos, inclinando la balanza a favor de los aliados, quienes buscaron venganza y terminar con la guerra lo más pronto posible. Para ello, dejaron de lado sus diferencias ideológicas, luchando juntos militares capitalistas y comunistas, porque tenían un enemigo común más peligroso que los quería derrotar y someter.

      Gráfico N° 9. Prisioneros liberados en el campo de concentración de Mauthausen, en Austria (1945)

      Fuente: Departamento de Defensa de los Estados Unidos, para commons.wikipedia.org

      Otro factor importante fueron los ataques aéreos de las principales ciudades alemanas, y el uso de una nueva arma letal para conseguir el rendimiento de Japón, la bomba atómica, que fue autorizada por el nuevo presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, quien el 6 y el 9 de agosto de 1945 ordenó se lancen sobre Hiroshima y Nagasaki, lo que hizo desaparecer prácticamente esas ciudades. Con ello se consiguió semanas después que el Imperio japonés reconozca su derrota, y con ese anuncio se puso fin a un conflicto de seis años que dejó a buena parte del mundo devastado.

      Gráfico N° 10. Templo de Nagasaki (1945)

      Fuente: Wayback Machine, para commons.wikipedia.org

      3.5 Consecuencias

      La principal consecuencia del conflicto fue demográfica: el término de la contienda arrojó cifras realmente impresionantes. Según Low (2012), se calcula que casi 40 millones de personas murieron, de las cuales más de la mitad eran rusos; seis millones, polacos; cuatro millones, alemanes; dos millones, chinos; y dos millones, japoneses, sin contar las víctimas en Gran Bretaña y los Estados Unidos, cantidad bastante inferior a las mencionadas (p. 202). Esas cifras también incluyen a la población civil, que, según algunos investigadores, pudo llegar al 22% del total, sumando 35 millones de heridos y 21 millones sin hogar y que tuvieron que migrar (Aróstegui et al., 2015, p. 176), principalmente hacia América.

      El conflicto mostró lo brutal que puede comportarse el ser humano; los campos de concentración asesinando gente, las bombas atómicas y las violaciones a todas las mujeres alemanas durante la toma de Berlín por parte del Ejército Rojo son muestra de lo terrible de las guerras. Sin embargo, los países vencedores promovieron la creación de un tribunal que defendió un nuevo concepto de derecho internacional: el de los crímenes contra la humanidad. En ese contexto se instalaron el tribunal y los juicios de Núremberg (a partir del 20 de noviembre de 1945) para juzgar a los principales líderes nazis que ordenaron las torturas y matanza de judíos.

      La Segunda Guerra Mundial también dejó la necesidad de crear un organismo que realmente pueda evitar y resolver los conflictos entre países, ya que la Sociedad de Naciones no lo había logrado. Por esa razón, en la Conferencia de San Francisco se creó el 25 de junio de 1945 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organismo