Trayectorias de precarización laboral y violencia familiar
Configuraciones del “yo” en la frontera
(Re)conceptualizar la simultaneidad
Estructuras elementales de la violencia en la frontera
Trayectorias liminales de la violencia
Embarazos traumáticos y libertadores
Rupturas y permanencias: ausencia masculina y sobrecarga femenina
La intersección de las maternidades heterogéneas
La familia en el transnacionalismo
Hacia una ontología histórica de las familias transnacionales en la frontera
Repensar la relación entre familia transnacional y distancia
Deconstruir la transnacionalidad familiar como “desarrollo”
Fronteras, género y etnografía
Condensaciones patriarcales fronterizas
Enfoque etnográfico dialéctico
Prólogo
El actual contexto migratorio nos enfrenta a un creciente número de tensiones, así como de importantes desafíos teóricos, metodológicos y políticos. La dimensión global de estos fenómenos contribuye, a su vez, al surgimiento de nuevas preguntas, muchas de ellas incómodas para las habituales formas de pensarlos. Quizá esta capacidad de cuestionar lo dado sea uno de los grandes potenciales que encierran los movimientos migratorios, algo que no es totalmente nuevo si recordamos, tal como lo hacen los autores de este libro, el cuestionamiento al nacionalismo metodológico que surge precisamente de observar las prácticas cotidianas de los migrantes, y cuyo análisis logró desafiar las tradicionales formas de pensar los contornos y definiciones del Estado-nación. Para aquellos investigadores que se acercan a los movimientos migratorios en las fronteras y despliegan toda su atención para capturar las realidades que se escapan a las categorías teóricas aprendidas, se abre una posibilidad de construcción de conocimiento que viene a aportar no solo al debate migratorio, sino que tiene alcances que trascienden este campo de estudios. Esta oportunidad es precisamente la que nos ofrece el presente libro Des/venturas de la frontera. Una etnografía sobre las mujeres peruanas entre Chile y Perú.
Sus autores –Menara Guizardi, Felipe Valdebenito, Eleonora López y Esteban Nazal– logran tensionar paradigmas, enfoques y argumentos que hacen parte a estas alturas del conocimiento más consagrado en los estudios migratorios. La labor comienza a partir de una historia de vida que condensa magistralmente los múltiples cruces de fronteras que realiza una mujer a través de sus recorridos entre el campo y la ciudad, entre la casa de sus padres y la de sus padrinos, entre su trabajo y su hogar, entre Tacna y Arica. Todos estos movimientos generan transgresión a algún orden predefinido, ya sea el de las fronteras geopolíticas propias de los Estado-nación, el de las fronteras de género, las étnicas y también las de clase. Los autores son generosos en compartir y transmitir lo que probablemente les provocó la historia de Rafaela. A partir de su relato comenzamos a comprender cómo las historias de las y los migrantes configuran, estructuran y son estructuradas por los espacios de fronteras. La perspectiva relacional y dialéctica que enuncian en el comienzo del libro y que permite comprender la articulación de los múltiples espacios que emergen a partir de los recorridos de los migrantes será una perspectiva que acompaña toda la construcción de esta publicación.
La construcción metodológica que sostiene el caso de estudio y que permite, a su vez, desarrollar una reflexión permanente de lo que se observa en el trabajo de campo, se nutre de dos herramientas clave: el extended case method y la etnografía multisituada. Ambas herramientas otorgan un peso metodológico que permite al lector adentrarse en las profundidades de la frontera sin temor a perderse en el camino o en la infinidad de información que los autores entregan. En este punto ellos ejercen un rol de guías pacientes y respetuosos, atento a las posibles preguntas que surjan en el lector cuando este se deja llevar por los intersticios de la reflexión teórica y de las potentes imágenes que nos transmiten.
Después del relato de Rafaela, los autores nos convocan a una primera provocación, esto es, qué partido tomar frente a la discusión entre dos aproximaciones teóricas que muchas veces se presentan como excluyentes al momento de estudiar las fronteras: la perspectiva transnacional o los espacios de fronteras. Antes de que podamos tomar una u otra posición, ellos nos ofrecen una agradable y creativa salida: no quedarnos en la discusión si una o la otra, sino preocuparnos del lugar desde donde debatimos estas perspectivas. Así, el enfoque de género se transforma en un locus privilegiado para pensar de una manera distinta estas dicotomías y ofrecer con ello un lugar desde donde volver a observar la construcción de las fronteras.
Otra herramienta teórica que