Alonso de Villegas
Comedia llamada Selvagia, Comedia Serafina
Publicado por Good Press, 2019
EAN 4057664121561
Índice
ANDREÆ ALFONSI PIUM AD LECTOREM EPIGRAMMA.
CENA PRIMERA DEL SEGUNDO ACTO.
CENA SEGUNDA DEL SEGUNDO ACTO.
CENA TERCERA DEL SEGUNDO ACTO.
CENA PRIMERA DEL TERCERO ACTO.
CENA SEGUNDA DEL TERCERO ACTO.
NUNQUE COMPUESTO POR EL MISMO AUTOR.
PRÓLOGO
DEL AUTOR AL LECTOR.
Si consideramos el famoso dicho de Plinio el segundo, que dice ningun libro haber que bien entendido dexe sin fruto á su lector, con muy justa causa esta mi mal limada obra puede vagar y mostrarse por su patria para causar en ella algun pequeño deleite y moral provecho, atento á lo que el divino Platon maravillosamente dixo, que no sólo para nosotros naciamos, sino para la patria y amigos; lo que de mí algun tanto ponderado, con este pequeño dón, aunque en voluntad grande, la pretendo servir. No dexo de considerar, discreto lector, ser grande mi osadía y mayor mi atrevimiento, en así con mi tosca Minerva quererme poner en lo que claros y doctísimos varones sus excelentísimos ingenios han mostrado, cuyos altos y maravillosos entendimientos, en el cómico estilo disfrazados, no sólo su profundo saber descubren, mas con urbanos dichos y graciosas palabras, astutamente sus sinceras y limpias vidas declarando en satírico modo, la nefanda y mala manera de vivir de nuestro siglo con gran astucia reprehenden. Pues entre otros que de semejante sagacidad han usado, como el sol entre las otras luminarias celestes, el magnífico caballero Feliciano de Silva (radiante luz y maravilloso exemplar de la española policía) mayormente resplandece, y dado que lo dicho sea razon conveniente para yo sin ella en mi temeraria osadía ser notado, considerando que el sol y la luna comunmente á todos los entes cuerpos mortales son provechosos, contemplo asimesmo que una pequeña estrella en particular suele causar provecho en alguno de ellos. Tambien, como por experiencia vemos en el mar, que del fruto de su vientre suele dar mantenimiento con abundancia de pescados diferentes á la mayor parte de la tierra, no por eso dexan de ser agradables y gustosos en algunas personas los pequeños peces de algun manual y chico estanque, por lo cual, dado que evidentemente esta mi rústica y no madura fruta, cogida en mi pequeño cercado, no sea agradable á todos en general, no dexo de tener confiança que alguna preñada por salir á tal tiempo la cobdicie. Y si en esto ansimesmo le faltáre gracia, á lo ménos, siendo como es fruta nueva, alguno sólo para la traer en la mano la deseará. Atento á lo qual, yo de la incusacion en que puedo ser puesto, y ella en la osadía que en se publicar ha tenido, sin otra réplica contraria podrémos ser absueltos; de donde no con menor causa que Cayo Lucilio, en esta mal cortada obra, con razon podré decir que ni á los indiscretos debe ser dada, ni á los sabios ofrecida, que los unos, entregándose sólo en la paja, que es el sonido de las palabras, no sacáran della algun fruto, y los otros, no haciendo caso del grano por la abundancia que en sí tienen, ocupados en otros más arduos exercicios, ningun provecho les podrá tener; solamente en el medio destos dos extremos puede parecer que