Sergei Prokofiev. Nadia Koval. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Nadia Koval
Издательство: Издательские решения
Серия:
Жанр произведения: Биографии и Мемуары
Год издания: 0
isbn: 9785448313554
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Koussevitzki (1874—1951)

      El 26 de abril de 1913, muy pronto después de cumplir 22 años, Prokofiev recibió una carta de su amigo Max Schmidthoff. «Querido Seriozha, te escribo para contarte las últimas noticias  me he disparado a mí mismo. No te molestes demasiado y tómalo con indiferencia, porque no merece más que eso. Adiós. Max. Las razones no son importantes.»

      Desconsolado, Prokofiev dedica cuatro obras a la memoria de su querido amigo: la Sonata Nº 2 para Piano, Allemande del Op. 12, el Concierto Nº 2 para Piano (fragmentos del cual le tocaba a Max y sobre el cual estaba trabajando al momento de recibir la carta de suicidio), y la Sonata Nº 4 para Piano compuesta en 1917, pero basada en los temas del año 1908 cuando Prokofiev y Schmidthoff se conocieron por primera vez.

      Tratando de ayudar a su hijo a superar el dolor, María Grigórievna lo lleva a su primer viaje al extranjero. Ellos salieron de Rusia el 30 de mayo de 1913, y al momento de llegar a París, se alojaron en una pensión en el boulevard Malesherbes. En la capital francesa Prokofiev conoce por primera vez los Ballets Russes de Sergei Diaghilev que se presentaron en el Théâtre des Champs-Élysées. Aunque Prokofiev no pudo asistir a la escandalosa première de La Consagración de la Primavera de Stravinski que tuvo lugar un par de semanas antes, vio Petrushka, Daphnis et Chloe de Ravel, Carnaval de Schumann (orquestado por Rimski-Kórsakov, Glazunov, Tcherepnín y Arenski) y también La Tragédie de Salomé de Florent Schmitt. Esta última obra fue coreografiada por Boris Romanov, un famoso bailarín de Moscú, quien más tarde va a ayudar a Prokofiev en sus propios esfuerzos en componer un ballet.

      Después de pasar cuatro días en Londres, la madre y el hijo volvieron a Rusia. Luego de llegar a su casa, Prokofiev comenzó con las preparaciones para un importante concierto en Pávlovsk, una ciudad ubicada a unos 30 kilómetros de San Petersburgo, donde tenía que presentar por primera vez su Concierto N° 2 para Piano. La obra dejó al público en una absoluta confusión. La mayoría de los críticos dijo que la música era una violación a todos los cánones. De los doce comentarios en la prensa, ocho de ellos fueron agudamente negativos.

      Las composiciones en el Conservatorio

      Las primeras composiciones instrumentales de Prokofiev fueron algo cercanas al romanticismo germano por su carácter, a diferencia de la contemplación balanceada y nacionalista de los que pertenecían al Círculo de Beliayev.9 A este último pertenecía la mayoría de los profesores del conservatorio y también los críticos musicales. Prokofiev, con sus ideas musicales, no parecía ser ruso, porque estaba poco preocupado en la necesidad de usar elementos del folclore en sus trabajos. Hasta cuando se dirigía a la temática rusa en sus composiciones posteriores le alcanzaba su propia imaginación, sin necesidad de citar fragmentos de las canciones o melodías folclóricas. Algunas de las obras que Prokofiev había escrito entre 1905 y 1906 quedaron sin terminar. Por ejemplo, la tercera Canzonetta de la serie IV (Alegretto en La menor) por su carácter, ritmo y armonía era parecida a la música de Schumann. Por otro lado, el Minueto en Fa menor de la misma serie y el Vals en Sol menor de la serie V tenían semejanza con los valses de Schubert, los cuales Prokofiev y sus compañeros de la clase con Rimski-Kórsakov tenían que orquestar. El romántico carácter de los valses que el compositor tuvo que crear para varias de sus obras, perduró por mucho tiempo y encontró su reflejo en los valses del ballet La Cenicienta y de la ópera La Guerra y la Paz. La fractura en las preferencias de Prokoviev era bastante abrupta, como cuando de las pequeñas obras se dirigía hacia un drama musical de gran escala. Esto comenzó luego de escuchar las óperas de Richard Wagner en el Teatro Mariinski, quedando para siempre maravillado con su magnífica dramaturgia. Prokofiev fue uno de los pocos compositores del siglo XX que tomó la experiencia teatral de Wagner muy en serio. Al mismo tiempo, en la música para piano el compositor se va más lejos todavía de lo «académico» y cada vez más aplica los elementos de la armonía inesperada y de la construcción rapsódica. Tal vez, allí se encuentra presente cierta influencia de Aleksandr Skriabin. Los amigos de Prokofiev observaban su agudo interés por la música de este compositor. Cuando viajaba a Sóntsovka, tocaba para su amigo Vasilii Moroliov las mazurcas y los preludios de Skriabin, y revelaba también su simpatía hacia la música de Nikolai Medtner. Este cambio de Schumann a Wagner y de Glazunóv a Skriabin determinaba su rápido desarrollo en los años del conservatorio. Las seis Sonatas escritas en esta época, fueron la mejor prueba del mismo. Dos de ellas fueron olvidadas y las otras tres servían como base para la Primera, la Segunda y la Cuarta, que estaban marcadas con el número del opus. La Sonata Nº 2 en Fa menor (1907), compuesta en tres partes, finalmente se convirtió en la Sonata Nº 1, Op. 1 (1907—1909). Ésta se considera la más «skriabiniana», tanto por su armonía como por su construcción. Prokofiev, a diferencia de la opinión crítica, la imaginaba «completamente académica por su forma». Y, además, aclaraba:

      Resulta que muy frecuentemente se encuentra la opinión de que la sonata compuesta por varias partes representa una forma clásica y que la sonata de una sola parte representa una forma moderna. Este concepto es erróneo, porque las sonatas pre-mozartianas muchas veces se escribían con una sola parte; las otras, compuestas en distintas formas de rondó, no eran más que una adición a la primera y más importante sección.

      La Sonata Nº 2 para Piano, Op. 14, es uno de los más destacados y finos logros del joven músico. Boris Asafiev, un famoso crítico musical, observaba: «En la Sonata Nº 2 las alas de la imaginación del compositor crecieron tanto que en cada frase musical uno puede sentir el voluntario y obstinado ardor del compositor. Uno puede escuchar y decir a través de su obra: «¡Así lo deseo! ¡Que sea de esta manera!». La Sonata Nº 3 en La menor, compuesta en 1907, se convirtió después de algunos cambios en la Sonata Nº 3, Op. 28. También era de un solo movimiento. Estaba dedicada a su compañero y amigo de casi toda la vida, el poeta Boris Bashkirov-Verin, y era completamente «prokofiana», con su empuje viril y el característico juego sobre las teclas blancas. Asafiev consideraba que era la mejor entre las sonatas de un movimiento de Prokofiev. La Sonata Nº 4 se perdió. La Sonata Nº 5, con algunos arreglos y complementos, salió de la temprana Sinfonía en Mi menor y se transformó en la Sonata Nº 4, Op. 29. Es una de las sonatas más significativas del compositor por su forma y contenido.

      En el verano de 1912 Prokofiev compuso la Toccata, Op. 11, que asombró a los oyentes por su «atrevida» armonía y exaltado ritmo. En una carta, escrita en marzo de 1912, Miaskovski cuenta: «Hace poco S. Prokofiev escribió una pequeña cosa que me volvió completamente loco—la Toccata para Piano. Es diabólicamente clara, cáustica, enérgica, de carácter fuerte. Los temas musicales son extremadamente simples y originales. (…) es su obra más madura». Las características de tal forma musical —la tocata— se encuentran en varias obras del compositor, como por ejemplo en las composiciones para teatro para describir las dramáticas peleas, las increíbles carreras y los enfrentamientos de las fuerzas agresivas.

      Sus primeras obras sinfónicas Prokofiev las componía bajo las instrucciones de Tcherepnín. En 1909 compuso la Sinfonietta, Op. 5; en 1910, dos poemas sinfónicos: Sueños, Op. 6 y Otoñal, Op. 8; en 1911, el Concierto Nº 1 para Piano y entre 1912 y 1913 el Concierto Nº 2 para Piano. Comparando sus conciertos para piano, Prokofiev observaba que el Primero tenía ciertas tendencias «acrobáticas» y el Segundo estaba orientado a ser más «profundo».

      Según el compositor, la Sinfonietta, pensada como una «transparente» pieza para una pequeña orquesta, no tenía mucho éxito porque él no disponía todavía de la habilidad para componer de modo ligero y gracioso. La Sinfonietta tomó su forma actual luego de dos revisiones del autor. Sueños, una obra de carácter pensativo y lento, estaba planeada para una orquesta grande. Un crítico dejó la siguiente observación en la revista «Teatro y deporte»: «Esta música no exitosa sólo podía ser compuesta


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Una sociedad musical que existió en San Petersburgo entre 1885 y 1908. El círculo había recibido su nombre por Mitrofán Beliayev, un empresario maderero y músico aficionado que se convirtió en filántropo y editor musical.