El cuerpo en la experiencia psicoanalítica. Noemí Lustgarten de Canteros. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Noemí Lustgarten de Canteros
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789569441554
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interesante ver cuáles han sido los interrogantes en las diferentes décadas o momentos de este movimiento psicoanalítico, cómo han ido cambiando, y cómo estos cambios no son ajenos a los paradigmas vigentes en la sociedad y a los factores histórico-epoca-les. Estos cambios sin duda, también afectaron mi modo de ejercer y de pensar el psicoanálisis.

      Muestro a lo largo de este texto cómo estas temáticas fueron abordadas fundamentalmente desde Freud, Lacan y en particular, desde las resonancias de la obra de Winnicott. Destaco el eco de estas resonancias en relación a la riqueza de matices en el abordaje clínico, que creo se pueden extraer de su perspectiva, y también de su valor en relación a los modos de abordaje de la subjetividad contemporánea y sus manifestaciones.

      Tomo en varios artículos la potencialidad de la idea de paradoja, trasfondo de su aporte el “espacio transicional”, el jugar. Creo que abren una perspectiva que permite atemperar los efectos extremos y negativos a los que arribaron la lógica identitaria y la hegemonía del logos, que, como sostienen varios pensadores contemporáneos, han afectado al mundo occidental de múltiples maneras. Aportaré desde mi experiencia como psicoanalista la potencialidad de la paradoja, sus efectos y aportes en la clínica del cuerpo.

      A lo largo del libro insiste la interrogación acerca de cómo afinar sutilmente el ejercicio del psicoanálisis hoy, considerando el mundo contemporáneo y sus efectos en los pacientes que nos consultan, y en nosotros mismos. Para ello, propongo una perspectiva que encuentro en Winnicott, que se sustrae del dilema identitario entre lo nuevo y la ortodoxia en psicoanálisis.

      Los textos se alinean con aquellos autores que destacan el análisis como experiencia analítica, y como tal, como oportunidad de hacer diferencia en la repetición. Esta idea desborda la dimensión transferencial como la que sólo permite la producción de un saber inconsciente reprimido.

      Creo que lo interesante es poder pensar el trabajo analítico con aquellos pacientes que padecen, pero que en principio “no quieren saber”. ¿Qué podemos seguir aprendiendo frente a esta realidad? ¿Cómo podemos transformarla en estímulo para enriquecer nuestras prácticas? Estas preguntas nos ayudan a trascender las posiciones antagónicas que no dan lugar a lo que interesa: respuestas creativas en nuestras prácticas clínicas y un pensar creativo que sólo surge al poder ser interpelado frente a todo aquello que afecta lo instituido en nuestro modo de trabajar, de pensar y de ser.

      El lector se encontrará inicialmente con un capítulo dedicado a “La Angustia”, donde se desarrolla el tema del desamparo traumático con los aportes y matices que le brindan los interjuegos Freud-Lacan-Winnicott, atendiendo a un interés ligado al abordaje clínico. Continúa el capítulo titulado “Cuerpo”, en el que se va desplegando el tema del cuerpo en la clínica, los fenómenos psicosomáticos, la escisión mente-psique-soma (Winnicott) y, en especial, el tema de la alergia como “exemplum” (Agamben), ejemplo paradigmático en el advenimiento de un cuerpo propio. Este tema se reitera y se recrea en varios de los capítulos, adquiriendo matices y nuevas dimensiones con cada nuevo cruce discursivo, con cada perspectiva.

      Luego, en el capítulo “La transferencia y la transicionalidad en la clínica del cuerpo” se abordan cuestiones más allá de la psicosomática, incluyendo la particular implicancia del analista, otro efecto de la perspectiva de Winnicott. El tema del cuerpo también lleva a pensar en un cuerpo viviente y en un ejercicio vivo del psicoanálisis. Creo que esta dimensión merece hoy ser destacada, en tiempos donde el hacer vivir fruto de los grandes avances científicos y tecnológicos, merece ser acompañada del “sentirse vivo” del que habla Winnicott, en referencia a esa experiencia de ilusión estructurante de la subjetividad. Finalmente, en el último capítulo, “La transicionalidad, su valor y su vigencia”, se abordan la transicionalidad y las realidades virtuales, y se asoman algunas reflexiones en torno al tema del amor y del amor en transferencia revisitado.

      Propongo en el texto relecturas de historiales freudianos; testimonios de análisis (Reik en su análisis con Freud, y Margaret Little y su análisis con Winnicott), algunas viñetas de la obra de Winnicott y la relectura del caso Frida analizado por Margaret Little. El interés de estas relecturas consiste fundamentalmente en ver a través de estos ejemplos paradigmáticos, cómo y desde qué perspectiva se puede generar algo nuevo en el encuentro entre paciente y analista en transferencia, que a su vez da lugar a la producción de nuevos conceptos que enriquecen el saber del psicoanálisis.

       ANGUSTIA

      Hoy nos encontramos con un incremento de la así llamada clínica del desamparo, debido a los nuevos desafíos surgidos a raíz de los cambios en el entorno social, que implican cambios discursivos que inciden, sin duda, en la subjetividad contemporánea en la que estamos inmersos pacientes y analistas.

      En la época victoriana la idea de sexualidad normal merecía ser interrogada, permitiendo la creación del psicoanálisis y su idea de inconsciente y sexualidad humana. Esta interrogación sigue vigente, reabriéndose frente a los cambios socioculturales en relación a las nuevas sexualidades. En la actualidad surgen también nuevos interrogantes que giran —quizás, a partir de la Shoa como punto de inflexión— a bordear el horror, el pánico, el desamparo, la desensibilización, la desubjetivación. Algo que nos sucede que, al decir de Winnicott, puede llevarnos a sentir que “la vida no valga la pena de ser vivida”, con un incremento de la angustia, el pánico y el sentimiento de futilidad.

      Esta situación nos convoca como psicoanalistas a intentar rescatar aquel potencial que, desde nuestra disciplina, se pueda enlazar con otras corrientes del pensamiento contemporáneo, contribuyendo al acompañamiento de estos cambios en la subjetividad actual. Es en este marco, que he retomado el tema de la angustia en un interjuego Freud-Lacan-Winnicott, como perspectiva para pensar tanto la clínica actual como el desamparo sociocultural.

      Considero que esto permite descubrir que en cierto sentido se está hablando de lo mismo y a la vez de algo diferente. Experiencia que pone de manifiesto la riqueza de matices que puede aportar cada perspectiva. Lo último no implica reducir los diferentes desarrollos y teorías sólo a la diversidad de matices respectos de los mismos temas, sino que simplemente intenta subrayar este aspecto como una interesante vía de intercambio. Winnicott nos habla de la paradoja en que el objeto es “hallado y creado” a la vez. Siguiendo esta idea podríamos decir que los temas son hallados y creados a la vez por cada autor.

      Freud, vienés, creador del psicoanálisis a fines del siglo XIX comienzos del XX, nos trae el concepto de trauma, lo que