Psicoanálisis y revolución. Ian Parker. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ian Parker
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789569441493
Скачать книгу
logra el psicoanálisis separarse del devenir neoliberal que le ha borrado sus aristas subversivas? ¿Cómo consigue el psicoanálisis ser rescatado como aliado de la psicología crítica revolucionaria? Éstas son las tareas a las que nos invitan Parker y Pavón-Cuéllar en este manifiesto.

      No obstante, estos simples enunciados llevan implícitos distintos pliegos problemáticos. Uno de ellos es el que se nos presenta como una inercia ideológica en aquellos que queriendo participar de un proceso transformador se encuentran anclados en cierta impotencia. O, dicho de otro modo, eso que indispone al sujeto a asumir la liberación como su propia causa, ¿de dónde procede?

      ¿Esos obstáculos provienen de lo producido por los dispositivos de poder del capital? ¿O el inconsciente es una estructura que no se agota en las determinaciones sociohistóricas del mismo y tiene su propia especificidad? ¿Puede el inconsciente en su trama simbólica, en su combinatoria significante irreductible, en su actividad pulsional, introducir sus propios problemas al movimiento de liberación?

      ¿Cuáles son los elementos del inconsciente que serían fácilmente apropiables para el discurso capitalista? Y a su vez, ¿el trabajo en un análisis permite reconocer o no aquello que es inapropiable y se sustrae en su trabajo material y sus efectos a la lógica del mercado?

      La asunción de estos interrogantes lleva a Parker y a Pavón-Cuéllar a trabajar con los famosos cuatro conceptos lacanianos: inconsciente, transferencia, repetición y pulsión (provenientes del Seminario XI. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis de Jacques Lacan), interviniéndolos en su manifiesto desde una dialéctica revolucionaria. Esta dialéctica conduce a dichos conceptos a un lugar bien diferenciado con respecto a la presentación lacaniana. El borde que se comparte con la lógica lacaniana es la diferencia radical entre el Yo, lugar de las identidades narcisistas, de la alienación individualista, y el sujeto, como ese lugar descentrado, una figura que emerge como una fractura conflictiva, constituyéndose de un modo paradójico: nunca encontrándose en posesión de sí mismo.

      Esas condiciones materiales del sujeto son las que permiten arrancarlo de las estrategias de la psicologización adaptativa o del relativismo rortyano promovido por el pragmatismo liberal, donde el sujeto permanece en la clausura indefinida de una redescripción de sí mismo. El dilema de la psicología crítica revolucionaria está permanentemente atravesado por la pregunta sobre las posibilidades del sujeto de asumir la condición revolucionaria. Los conflictos y las contradicciones del sujeto constituyen la oportunidad de que advenga como revolucionario. Parker y Pavón-Cuéllar no dudan en plantear que, si el psicoanálisis puede ser un aliado fundamental de la liberación, también en un gesto a lo Wittgenstein, es la escalera de la que debemos despojarnos en el fin del proceso. El sujeto despojado de sus conflictos inconscientes se abre a la praxis revolucionaria. Parafraseando a Freud, podríamos escuchar en Parker y Pavón-Cuéllar la sentencia transformada.

      Allí donde era el sufrimiento del inconsciente y su corporalidad viviente, el sujeto de un nuevo lugar de las relaciones sociales debe advenir en la revolución. De este modo, el manifiesto que aquí presentamos vuelve a reeditar un nuevo Manifiesto Comunista en el psicoanálisis.

       Prefacio

      El presente manifiesto es para movimientos de liberación por un mundo mejor. Se dirige y se ofrece a individuos y colectivos que luchan contra la realidad opresiva, explotadora y alienante de nuestra época. Trata sobre la relación entre esta realidad externa miserable de la vida actual y nuestras vidas “internas”, lo que podemos llamar “nuestra psicología”, lo que sentimos “dentro de nosotros”, eso que parece —demasiado a menudo— resignarse a la realidad o bien —esperamos— rebelarse contra ella.

      A veces tenemos la impresión de que nuestra propia rebeldía no puede salir de nosotros mismos, liberarse y convertirse en acción. Es como si fuese algo que nos carcomiera por dentro. Quizás afecte gravemente nuestras vidas. Es posible entonces que se nos diga que padecemos un trastorno psicológico.

      Muchos de nuestros problemas se ven reducidos a la psicología individual por parte de la sociedad, la cultura de masas, los medios de información masiva y los profesionales “psi”, psicólogos, psiquiatras y otros, capacitados para hacer exactamente eso, reducirlo todo a lo psicológico. El resultado puede ser, por ejemplo, que nuestros problemas políticos parezcan ser “psicológicos”, aunque no lo sean. ¿Cómo deberíamos repolitizarlos? ¿Cómo luchar afuera contra las raíces de lo que sentimos adentro?

      La relación entre el mundo “interior” y el “exterior” es decisiva para los movimientos de liberación. De ahí que estos movimientos puedan beneficiarse del psicoanálisis que ha dedicado más de un siglo a explorar la íntima y compleja relación entre la realidad y lo que se siente en lo más profundo e insondable de cada uno de nosotros. Debemos comprender la naturaleza de esta interconexión, con el auxilio de medios como el psicoanalítico, para luchar contra lo que nos oprime, explota y aliena, pero también para construir una alternativa práctica al capitalismo, al sexismo, al racismo y a las nuevas formas de colonialismo.

       Psicoanálisis

      El psicoanálisis es una práctica terapéutica inventada por Sigmund Freud en Europa, a finales del siglo XIX, como una alternativa a los tradicionales enfoques médicos psiquiátricos para tratar el sufrimiento. En lugar de someter a las personas en peligro al internamiento, a la medicalización y a terribles tratamientos físicos, el psicoanalista se encuentra en su clínica con su cliente o paciente, al que llamamos “analizante”. La tarea del psicoanalista es escuchar a este sujeto hablante, ofreciéndole un extraño espacio confidencial para que hable de aquello que lo aqueja y escuche en su propio discurso conexiones entre el pasado y el presente que nunca había observado.

      Las imágenes clásicas del analizante acostado en un diván son verdaderas, pero hay algo engañoso en detalles como el del psicoanalista que toma notas, emite un diagnóstico y proporciona sabias interpretaciones. El psicoanálisis tan sólo abre un espacio para que el analizante eventualmente realice interpretaciones que le parezcan verdaderas y que después operen como el motor de la comprensión y del cambio. Esto puede hacer que un analizante simplemente aborde el “síntoma” que lo condujo al psicoanalista, pero puede también llegar a cambiar su vida. En este manifiesto, como se verá, somos bastante modestos en nuestras afirmaciones a favor del psicoanálisis. Sencillamente creemos que es una alternativa terapéutica progresista en lugar de la psiquiatría y la psicología, y explicaremos por qué.

      En los siguientes capítulos describiremos elementos cruciales del psicoanálisis: primero, centrándonos en la noción de inconsciente, reflexionaremos sobre las diversas formas en que nuestras vidas obedecen inconscientemente a patrones repetitivos que luego se repiten en la clínica; después mostraremos cómo esta repetición de patrones, a veces dolorosos y autodestructivos, es expresión de pulsiones que pueden empujarnos hacia la vida o hacia la muerte; finalmente examinaremos cómo la misma repetición es manejada como transferencia por el psicoanalista. Insistiremos en el fundamento clínico de estos elementos porque el psicoanálisis ha surgido y se ha desarrollado como un método clínico, y no porque busquemos promover el tratamiento psicoanalítico o recomendárselo a nuestros lectores. Nuestro propósito es más bien destacar aquello que juzgamos potencialmente revolucionario del psicoanálisis y que tal vez pueda servir a los movimientos de liberación en sus luchas actuales.

      Nuestro interés está en la efectividad política progresista y revolucionaria del psicoanálisis —a contracorriente de sus usos conservadores y reaccionarios— y no en la difusión de la teoría o de la clínica psicoanalítica. Lo más que nos permitimos es discutir si esta “clínica” puede ser un espacio potencialmente progresista para la práctica política. Este libro es un manifiesto. No es otra introducción al psicoanálisis, otra entre muchas otras, sino un argumento a favor del vínculo entre psicoanálisis y revolución. Nuestros lectores pueden leer más sobre el método y la teoría en otros textos introductorios, pero ahora teniendo en cuenta nuestras advertencias sobre la forma en que el psicoanálisis ha sido adaptado y deformado.

      Otro mundo es posible, realizable, y para que se realice, podemos