Música (compositores e intérpretes)
Política internacional, globalización
Violencia social, activismo social
“Come fly with me, let’s float down to Peru In llama land there’s a one-man band And he’ll toot his flute for you Come on fly with me, let’s take off in the blue”.
(Come Fly With Me, canción de Frank Sinatra)
“J’ai retiré ce radium de la pechblende Et j’ai brûlé mes doigts à ce feu défendu Ô paradis cent fois retrouvé reperdu Tes yeux sont mon Pérou ma Golconde mes Indes”.
(Les Yeux d’Elsa, de Louis Aragon)
Introducción
¿Cuántas representaciones del Perú, cuántas alusiones y referencias al país del oro y de los incas fueron ofrecidas por el cine en el curso de sus más de ciento veinte años de existencia? Incontables, por supuesto.
Cintas realizadas aquí y allá, en muchos países y en diferentes lenguas; algunas de ficción argumental y otras, documentales. Ellas difundieron representaciones variopintas de los rasgos distintivos de su geografía o de los signos particulares de sus culturas originarias. O, acaso, con mayor insistencia, lograron expandir leyendas sobre las riquezas de sus minas, la fiereza de sus pobladores o la violencia que ha acompañado a su historia.
Visiones moldeadas desde el etnocentrismo occidental, ávido por los afanes exotistas, las fantasías aventureras o melodramáticas y las visiones miserabilistas. Pero también impregnadas de curiosidad por el descubrimiento de espacios inéditos para el registro fílmico. Los camarógrafos trashumantes de inicios del siglo XX reemplazan a los cronistas y viajeros letrados de tiempos anteriores; aportan flamantes equipos y tecnologías para trazar nuevas topografías y perfiles.
Representaciones que arraigan en los públicos internacionales moldeando imaginarios que mezclan el verismo con los estereotipos y las figuraciones hiperbólicas. Lo que acaso explique la irritación, escándalo y mofa con las que se suelen recibir las alusiones imprecisas a la ubicación de las regiones del país o las referencias desdeñosas de la “verdad histórica” que se suelen hallar en las estrafalarias cintas de un Sansón, un Maciste, o del mismo Indiana Jones, cuando activan fantasías incásicas en un Perú de cartón-piedra.
Algunas preguntas motivaron el empeño inicial de esta investigación. ¿Qué rasgos del Perú fueron imaginados por el cine internacional en el curso de su historia? ¿Cuál es el origen de la iconografía del Perú del oro y de las riquezas legendarias, pero también del desorden, de la violencia, de la cocaína, de la anomia social, de la lejanía exótica, de la historia ancestral, de la periferia, de los paisajes deslumbrantes pero riesgosos? ¿Qué estereotipos vinculados con el país se enraízan en la imaginación de los públicos a pesar de sustentarse en relatos que contradicen la racionalidad científica, la cronología histórica y las lecciones elementales de la geografía universal?
Este trabajo se propone catalogar y analizar algunas de las representaciones del Perú y de los peruanos que se hallan en películas producidas por las industrias cinematográficas del mundo, en el período silente como en el sonoro.
Las investigaciones de Robert Grovers y Frank Go (2009) sobre la construcción imaginaria de los lugares e identidades físicas, los de Fiona McLean y Steven Cooke (2003) sobre las narrativas nacionales propuestas por los museos, los de Stuart Hall (2010) sobre lo global, lo local y la formación de identidades y, por supuesto, la obra de Edward Said (2007) y su mirada sobre el orientalismo creado por la perspectiva de occidente, son fermentos de un acercamiento al Perú fílmico como producto ficcionado. Es decir, construido en el curso de los años y de las prácticas cinematográficas. Por ende, ajeno a cualquier noción de lo “esencial”.
En el campo de los estudios cinematográficos en América Latina destacan dos estudios sobre las imágenes de un país a través de las películas extranjeras que dan cuenta de ellas: México visto por el cine extranjero, de Emilio García Riera (1987), y Chile en el cine, de Ascanio Cavallo y Antonio Martínez (2012).
La propuesta central consiste en determinar las áreas o los campos temáticos que el cine internacional, desde sus inicios, eligió como objetos o asuntos de dramatización sobre el Perú. Desde las películas con temáticas aventureras ambientadas en algún lugar del país, hasta el cine de viajes por las diversas regiones del Perú.
Eso explica