Los animales nos enseñan…. Vanessa Méndez Villalobos. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Vanessa Méndez Villalobos
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Книги для детей: прочее
Год издания: 0
isbn: 9789877984620
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así –contestó la mamá–. Esas “pistas de olor” las dejan otras hormigas que exploraron el camino para llegar a la comida. Así las hor­migas que salen del hormiguero siguen el olor y fortalecen la pista.

      –¿Cómo puedo dejar una “pista de olor”, mamá?

      –Néstor, dejas una “pista de olor” agradable cuando lees tu Biblia, oras a Jesús y compartes su amor con otros niños.

      –Mamá, a mí me gusta contarles a mis amigos las historias de la Biblia. Eso significa que estoy dejando una “pista de olor” agradable, ¿verdad?

      –Así es, hijo.

      Oremos: “Querido Jesús, queremos seguir la ‘pista de olor’ que tú nos has dejado. Queremos hacer tu voluntad. Amén”.

      Tu Biblia dice: “[…] Pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará”. Mateo 25:29.

      El kiwi es un ave originaria de Nueva Zelanda. Algunos nativos de este lu­gar dicen que el ave llegó volando hasta allí, pero que, por falta de de­predadores y debido a la tranquilidad con la que vivía, sus alas perdieron la capacidad para volar.

      Querido amiguito, Jesús te dio también unas “alas” maravillosas para que vueles. Me refiero a esas habilidades y esos dones que Jesús te ha dado pa­ra que sirvas en la iglesia; como, por ejemplo, orar por algún amiguito enfermo, invitar a otros a un culto especial, alabar a Jesús por medio de la ejecución de un instrumento o con tu voz. Recuerda que tienes que hacer buen uso de lo que Dios te ha dado; de lo contrario, si no lo usas, ese don irá desapareciendo.

      ¿No te parece que es momento de decirle a Jesús que estamos dis­puestos a servir en su iglesia con los dones que él nos ha dado? Hagamos una oración para consagrar nuestros dones a Dios.

      Oremos: “Querido Jesús, gracias por darnos dones. Ayúdanos a ponerlos a tu servicio para llevar a otros niños a tus pies. Amén”.

      Tu Biblia dice: “[…] Las lagartijas, que caben en un puño y llegan hasta el palacio del rey”. Proverbios 30:28.

      –¡Mamá! ¡Hay una lagartija rara en el piso! –exclamó Edy mien­tras se acercaba a ella con mucha curiosidad. Se agachó, recogió un palito y comenzó a pincharla.

      Al hacerlo, la lagartija se movía. Una de las veces en que él la pinchó, ella se dividió en dos partes: el cuerpo salió corriendo, y la cola quedó en el lugar. Edy estaba sorprendido al ver ese fenómeno.

      Una grandiosa idea se apoderó de él: picaría la colita. Cuando estaba entretenido con la colita de la lagartija, la ma­má llegó.

      –¿Por qué la cola se sigue moviendo, mamá, si ya se des­prendió del cuerpo?

      –Porque la lagartija tiene unos sensores en la colita que le permiten mo­verse. Por eso reacciona moviéndose en cualquier dirección e incluso puede saltar.

      –¿Y por qué se desprende la cola del cuerpo? –preguntó Edy.

      –Eso le ayuda a escaparse de algún animal que la quiera comer –respon­dió la mamá.

      –Estoy muy triste, mami, porque la lagartija se quedará sin cola.

      –No, Edy. Jesús le dio a la lagartija una habilidad especial de regenerarse; es decir, su cuerpo puede hacer que le salga una colita nueva.

      Así como la lagartija, podemos cambiar y ser diferentes. Cuan­do hablamos con Jesús cada día, él hace que nuestra conducta sea buena.

      Oremos: “Querido Jesús, ayúdanos a ser diferentes y que cada día podamos ser como tú. Amén”.

      Tu Biblia dice: “Hay caminos que parecen derechos, pero al final de ellos está la muerte”. Proverbios 14:12.

      ¡Pon mucha atención! Te mostraré un animal (puedes buscar una anémona en algún dispositivo electrónico). ¿Sabes cómo se llama? Se llama “anémona”. La anémona parece una flor muy hermosa, por sus colores y sus formas; pero, aunque no lo creas, en realidad es un animal marino. Podemos decir que es uno de los más hermosos que hay.

      Viven pegadas a las rocas del fondo del mar, en la arena y hasta en los barcos hundidos. (Puedes buscar ilustraciones al respecto.) Se alimentan de peces y cangrejos pequeños. Como son seres muy llamativos, pueden atraer a cualquier animal, y cuando están cerca lo atrapan con sus tentácu­los, que contienen veneno. Esto hace que la víctima quede inmóvil, y así la anémona la lleva a su boca para alimentarse.

      Vivimos en un mundo en el cual hay cosas que nos gustan porque llaman nuestra atención, como tomar algún juguete de nuestro compañerito sin pedirle permiso, decir alguna mentirita para que papá y mamá no nos regañen, hacer berrinche porque no nos compran lo que queremos... Cuando hacemos eso, estamos siendo atrapados por los tentáculos del enemigo. Cuando quieras hacer algo así, ora a Jesús y pídele que te ayude a salir victorioso. Verás cómo él contesta tu petición.

      Oremos: “Querido Jesús, perdóname porque a veces he caído en la tentación. Ayúdame a ser victorioso. En tu nombre, amén”.

      Tu Biblia dice: “Come, hijo mío, la dulce miel del panal; prueba lo deliciosa que está”. Proverbios 24:13.

      –¡Me gusta la psst, psst! –dijo Wendy, mientras juntaba su dedo pulgar con el índice. (Muéstrale a tu hijo.)

      –¿La psst, psst? –preguntó la tía Adri, sin entender a qué se refería Wendy–. ¿Por qué te gusta la psst, psst? –volvió a preguntar la tía.

      –¡Ah! Porque es chiquita, vuela y hace psst, psst.

      La tía comprendió que Wendy se refería a la abeja.

      –Wendy, te voy a contar sobre la abeja, ¿quieres?

      –¡Sí, quiero saber, tía! –exclamó Wendy.

      –La abeja es un insecto volador que produce una miel deliciosa como esta (puede darle a su hijo un poco de miel para probar); tiene una aguja larga por la cual bebe el néctar de las flores. Posee dos pares de alas. Las más pequeñas son las de abajo. ¿Sabes en dónde viven las abejas, Wendy? –preguntó la tía.

      –¡En un panal, tía Adri! –respondió Wendy.

      –Así es, Wendy. Viven en un panal o colmena, donde habitan muchísimas abejas. Las abejas son muy trabajadoras; aunque viven miles en un solo pa­nal, cada tipo de abeja tiene una función especial. En estos días que estare­mos juntas, te contaré lo que hace cada una.

      Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a ser trabajadora y servicial con las personas que me rodean. Amén”.

      Tu Biblia dice: “El que trabaja, dominará”. Proverbios 12:24.

      –¡Tía