29 R. W. Kaeuper, War, Justice and Public Order: England and France in the Later Middle Ages (Oxford, 1988), p. 390 y cap. 2.4.
30 Los que han destacado el papel de la guerra en el impulso del proyecto más positivo de la formación estatal serán tratados un poco más adelante.
31 W. Reinhard (ed.), Power Elites and State Building (Oxford, 1996), p. 9. Hay otras sugerentes estadísticas sobre el crecimiento de los ejércitos desde finales del siglo XV en P. Contamine (ed.), War and Competition Between States (Oxford, 2000), p. 131.
32 M. C. Prestwich, Edward I (Londres, 1988), p. 479; Contamine, War in the Middle Ages, p. 116; C. J. Rogers, «The Age of the Hundred Years War», en M. H. Keen, Medieval Warfare, A History (Oxford, 1999), p. 137 (y véase también la p. 273); Najemy, Italy in the Age of the Renaissance, p. 199; J. F. Verbruggen, The Art of Warfare in Western Europe during the Middle Ages, traducción de S. Willard y S. C. M. Southern (Ámsterdam y Oxford, 1977), p. 143.
33 Contamine, War in the Middle Ages, pp. 129, 152; K. Fowler, Medieval Mercenaries. I. The Great Companies (Oxford, 2001), pp. 6 y 331-332. M. Mallett, Mercenaries and their Masters. Warfare in Renaissance Italy (Londres, 1974), pp. 29-36, discute el tamaño de cuatro compañías, tres de ellas con 3.000, 3.500 y 6.000 miembros respectivamente, así como la de Fra Moriale, a la que se atribuyen 10.000 en 1353-1354. En tanto que es la estimación de un cronista, los números reales pudieron haber sido bastante menores. Los ejércitos reales franceses eran todavía aparentemente muy grandes en la década de 1340 –más de 40.000 hombres en armas en 1340, y 20.000-25.000 con Felipe VI en Crécy–: Holmes, Hierarchy and Revolt, pp. 25-26; J. Sumption, Trial by Battle: The Hundred Years War, I (Londres, 1990), p. 526.
34 M. G. A. Vale, War and Chivalry (Londres, 1981), pp. 156-157 y cap. 5.
35 H. Kaminsky, «The Noble Feud in the Later Middle Ages», Past and Present, 177 (2002), pp. 55-83.
36 R. Cazelles, «La réglementation royale de la guerre privée de Saint Louis à Charles V, et la précarité des ordonnances», Revue Historique de Droit Français et Étranger, serie 4.ª, 38 (1960), pp. 530-548.
37 N. Wright, Knights and Peasants: The Hundred Years War in the French Countryside (Woodbridge, 1998), caps. 2-3, y nota de la p. 126: «Hubo, sin duda, más lucha a realizar contra los enemigos públicos que en otras épocas de mayor orden, y las inseguridades vitales fueron más pronunciadas, pero los patrones familiares del señorío fueron patentes en todas partes».
38 A. Harding, The Law Courts of Medieval England (Londres, 1973), pp. 76-77; C. Carpenter, «Law, Justice and Landowners in Late Medieval England», Law and History Review, 1 (1983), pp. 205-237, pp. 207-209.
39 K. B. McFarlane, The Nobility of Later Medieval England (Oxford, 1973), p. 114.
40 La siguiente discusión se centra en las obras generales y comparativas sobre el estado bajomedieval, sin considerar la montaña de trabajos que exploran el crecimiento de los estados en países individuales. Se pueden encontrar en la bibliografía ejemplos de estos últimos, muchos de los cuales han ayudado a conformar las perspectivas críticas expresadas en este texto.
41 J. R. Strayer, On the Medieval Origins of the Modern State (Princeton, 1970). Para una aproximación continental, que también se centra en el periodo que va del año 900 al 1300, véase H. Mitteis, The State in the Middle Ages: A Comparative Constitutional History of Feudal Europe, traducción de H. F. Orton (Ámsterdam, 1975; 1.ª ed. 1940).
42 C. Tilly, The Formation of National States in Western Europe (Princeton, 1975), p. 42
43 G. L. Harriss, King, Parliament and Public Finance in Medieval England to 1369 (Oxford, 1975) y Shaping the Nation: England, 1360-1461 (Oxford, 2005).
44 Kaeuper, War, Justice and Public Order. Véase también lo que hemos indicado anteriormente, en la p. 36.
45 J.-Ph. Genet, «L’État moderne: un modèle opératoire», en Genet (ed.), L’État moderne: genèse (París, 1990), 261-281; también «Which State Rises?», Historical Research, 65 (1992), pp. 119-133.
46 W. P. Blockmans, «Voracious States and Obstructing Cities: An Aspect of State Formation in Pre-Industrial Europe», en C. Tilly y W. P. Blockmans (eds.), Cities and the Rise of States in Europe, A.D. 1000 to 1800 (Boulder, 1994), cap. 11; también A History of Power in Europe: Peoples, Markets, States (Amberes, 1997).
47 J. R. Strayer, «Philip the Fair - A “Constitutional” King?», American Historical Review, 62 (1956), pp. 18-32; Genet, «L’État moderne», p. 278.
48 Tilly, Formation of National States, p. 6. Estos temas, en cualquier caso, se tratan en uno de los volúmenes de la European Science Foundation: A. Padoa-Schioppa (ed.), Legislation and Justice (Oxford, 1997).
49 Véanse, por ejemplo, H. Spruyt, The Sovereign State and its Competitors. An Analysis of System Change (Princeton, 1994); C. Tilly, «Entanglements of European Cities and States», en Tilly y Blockmans (eds.), Cities and the Rise of States, cap. 1 (p. 6 para la «transformación»); G. Chittolini, «The “Private”, the “Public”, the State», en J. Kirshner (ed.), The Origins of the State in Italy, 1300-1600 (Chicago, 1995); T. Ertman, Birth of the Leviathan: Building States and Regimes in Medieval and Early Modern Europe (Cambridge, 1997); C. Tilly, Regimes and Repertoires (Chicago, 2006).
50 S. Reynolds, Kingdoms and Communities in Western Europe, 900-1300, 2.ª ed. (Oxford, 1997), p. 254. [N. del t.: En la presente traducción hemos adaptado al castellano el adjetivo inglés regnal, un útil neologismo historiográfico creado por Susan Reynolds, que utilizaremos entrecomillado como «regnal». Véase una mayor explicación de la cuestión más adelante, en las pp. 87 y 403-404].