Las aventuras de la serpiente lectora y sus razonamientos matemáticos. José Andrés Delgado Portillo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Andrés Delgado Portillo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Книги для детей: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788418730634
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cuántas hormigas rojas andamos?».

      SOLUCIÓN 3

      —¡Muy bien, campeona! Pues te comento la ruta secreta. Tienes que seguir el camino de las liebres. Si te fijas en sus pisadas, siempre van buscando el sol, pero caminando por la sombra para no ser vistas por los demás animales; el problema es que, al ser tan rápidas, es un camino difícil de ver y de encontrar, pero una vez que lo haces es rapidísimo llegar a la Roca de las Proyecciones.

      —Sí, lo sé. Alguna vez me habían hablado de ello. No te preocupes, amiga hormiga, tengo muy buen ojo. Me mantendré observadora e intentaré encontrarlo. Muchas gracias. Allí nos vemos.

      Así pues, nuestra serpiente lectora se dispuso3 a iniciar su viaje, pero antes de eso decidió descansar un poco, ya que después de tanto pensar estaba algo cansada y todavía tenía tiempo de sobra hasta el momento de la gran fiesta. Entonces cogió uno de sus libros de caballeros, princesas y dragones, que le encantaba, y después de estar leyendo un buen rato se quedó dormida.

      Al haber leído ese maravilloso cuento, empezó a fantasear4 con dragones y princesas. Soñó que era un caballero que quería rescatar a una princesa encerrada en la torre de un castillo en lo alto de la montaña y rodeado de dragones. Así pues, imaginó que iba cabalgando dirección al castillo como todo un apuesto5 caballero para rescatar a su dama. Al momento, la armadura le empezó a pesar demasiado, puesto que no estaba acostumbrado a llevarla puesta, y el caballo también empezó a cansarse. Había llovido mucho, hacía frío y el sotobosque estaba muy mojado.

      De repente el caballo resbaló y cayeron a un agujero un tanto profundo del que no podían salir. Al caballero se le ocurrió una fórmula un tanto matemática para salir haciendo balanza. Vio una roca pesada y una liana6 resistente.

      «El caballo pesaba 103 kilos

      y el caballero y su armadura,

      97kilos muy estructurados7.

      Si la roca pesaba más que los dos juntos,

      ¿cuánto debería pesar la roca

      para que salieran y punto?».

      SOLUCIÓN 4

      Una vez el caballero supo el peso que tenían, ya sabía qué decirle a quien apareciera para salvarles. Menos mal que la princesa, por otro lado, era muy fuerte y valiente y pudo escaparse de los tres dragones. Aunque, si era tan inteligente, ¿por qué no hacerse amiga de los dragones? Así los tendría para que la ayudaran y defendieran cuando fuera necesario.

      Entonces se hizo amiga de los dragones y se fueron del castillo todos juntos. Al volar por el bosque, la princesa escuchó los gritos de un pobre caballero en apuros pidiendo ayuda. Les indicó a los dragones que bajaran y fueran allí.

      —Pero hermoso caballero, ¿cómo caísteis ahí? —preguntó la bella princesa.

      —Mi princesa, iba a salvarla de esos dragones y rescatarla del castillo cuando de repente caí en este agujero y creo, sinceramente, que tendréis que ser vos quien nos ayude a mí y a mi caballo a salir. Pero pesamos mucho, unos 200 kilos. ¿Cómo pretende ayudarnos? —respondió el apuesto caballero.

      —No se preocupe, sir, que como soy una dama simpática, alegre e inteligente me he hecho amiga de los dragones y ahora los tengo a mi merced. Debéis saber que los dragones son fuertes y grandes y pueden levantar cualquier cosa que os propongáis.

      —Pues deben levantar más de 200 kilos, mi princesa; de hecho, ahí hay una gran roca. Había pensado en que si nos atamos a esta liana y vuestro dragón puede mover esa roca nos podría sacar de aquí haciendo balanza. ¿Qué opináis?

      —Pues opino que…

      «Mi dragón pesa 538 kilos.

      ¿Cuánto pesa más que vosotros

      mi hermoso dragón?».

      SOLUCIÓN 5

      —Pues disculpe, mi princesa, pero su dragón pesa 338 kilos más que nosotros, así que creo que podrá mover la roca.

      Pasado un tiempo breve, la princesa, junto con el dragón, había conseguido salvar al caballero y a su caballo y juntos se fueron hacia su reino, donde vivieron felices y comieron perdices todos juntos como hermanos.

      __________________

      1 Aumentar: Hacer las cosas grandes.

      2 Proyecciones: Viene de la palabra «proyectar», que significa hacer visible sobre un cuerpo la figura o la sombra de otro.

      3 Disponerse: Prepararse.

      4 Fantasear: Imaginar algo con fantasía o imaginación.

      5 Apuesto: Persona de buen ver, gentil y amable.

      6 Enredadera o planta trepadora utilizada en las selvas como «cuerda» colgante.

      7 Estructurado: Organizado, ordenadas las partes de un conjunto.

      Capítulo 2

      Respiraba tranquilamente, bastante profundo, cuando se posó en la nariz de nuestra serpiente lectora una hermosa y colorida mariposa que tenía muchos colores, entre ellos el rosa, pero nunca caminaba como una osa. La serpiente se despertó y de un estornudo a la mariposa asustó.

      Esta, un tanto molesta, le indicó:

      —Querida serpiente, ¿por qué despierta tan bruscamente? Pensaba posarme un buen rato en su verde y áspera8 nariz mientras viajaba su mente por ahí.

      —¡Ay, pequeña mariposa linda y colorida! Perdona mi despertar, pero estaba en un sueño precioso y justo por un problema que me vino a la mente me desvelé9. A ver si al menos tú puedes ayudarme y así demostrar a nuestras amigas hormigas que hay más animales inteligentes en la selva y que muchos de ellos leen.

      —¡Pero por favor! Querida serpiente, usted será muy inteligente, pero yo entreno todos los días mi mente. Si algo he de saber, bien conocido es que debo leer. Leyendo todos los días un rato, aprendo más cosas y me sale barato. Vuelo más feliz que una perdiz porque siento que aprendí. Así que dispare, amiga serpiente, y no se lo deje en la mente.

      —Está bien, ahí va…

      «Tengo 3 dragones, cada uno con su peso.

      El amarillo pesa 315 kilos;

      el rojo, con sus 271 kilos, te da un beso;

      y el verde, 138 kilos. Pero todos juntos

      con la princesa, el caballero y su caballo

      pesan 915 kilos. No hay fallo.

      ¿Cuánto crees que podrían pesar la princesa,

      el caballero y su caballo?».

      SOLUCIÓN 6

      —Amiga serpiente, la respuesta es 191 kilos. ¿Ve? Como le dije, usted será lectora y serpiente, pero yo también soy inteligente.

      Y así se despidieron las dos amigas, muy contentas de haber sabido solucionar los enigmas planteados. Era aún temprano y quedaba mucho día por delante, pero ya iba siendo hora de ir haciendo camino.

      La serpiente lectora comenzó a reptar árbol abajo, despidiéndose de todos sus amigos insectos que iba encontrando durante la bajada. Todos eran vecinos y vivían juntos dentro de aquel gran gigante. El árbol era grande y corpulento, muy alto, con un tronco al que costaba dar la vuelta y podías jugar al escondite en él, puesto que permitía situarte en un lado y tu amigo/a al otro y no veros. Era alto como los rascacielos. A veces, si llegabas arriba, pensabas que podías tocar el cielo. Se decía que los dinosaurios no pudieron llegar a alcanzar su copa10 de lo alta que estaba; también decían que servía como torre vigía11 de la selva, puesto que no había árbol más grande y gigante que él. La serpiente lectora disfrutaba de aquellos atardeceres cada día; subía hasta lo alto, respiraba el aire fresco y con unas vistas