Malvinas. Roberto Dunn. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Roberto Dunn
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789878715568
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que “la Sección Comando y Servicios pudo instalarse por fracciones en algunos galpones desocupados y se asignó de inmediato el sector para cocinar. Hubo que recurrir a instalar enseres de circunstancia para comenzar a cocinar y nuestro hábil y práctico cocinero el entonces cabo primero cocinero Alejandro Tachilez, como decimos en la jerga común, realmente se las rebuscó, porque no teníamos cocina de campaña y las ollas no habían llegado” (Dunn, 2020, pág. 109).

      La misión fue cumplida en el marco de las limitaciones y carencias cuyas causas hemos señalado. Aquí un testimonio de manera simple y llana, describe Tachilez que “nuestros enseres y elementos de cocina… nunca llegaron… Tuve que utilizar tambores de combustibles… los cortábamos por la mitad, les colocábamos manijas de alambre y los quemábamos para descascarar la película de pintura que los cubría por dentro (nunca llegaron)… El material con que estaban construidos se oxidaba luego de utilizarlos, así que nos pasábamos bastante tiempo preparando todos los días las improvisadas ollas” (Dunn, 2020, pág. 182). Esta situación produjo intoxicación con sus consecuencias, aspectos que forman parte del relato.

      En un ameno relato se refiere a la vida en campaña, las actividades operacionales y de guarnición, así como las vivencias personales, realizadas por la Compañía durante la estadía en Malvinas desde que llegaron hasta que se retiraron de la isla, mucho tiempo después que embarcaron hacia el continente el resto de los efectivos. Son interesantes las narraciones sobre las misiones al puente de Fitz Roy y su voladura, haciendo un análisis táctico y técnico de la tarea, prevista y ejecutada con éxito, a través de la información proporcionada por los involucrados y la bibliografía que trata el tema, haciendo salir a luz la verdad de los protagonistas.

      Relata Dunn (Dunn, 2020): “La misión de voladura del puente fue ejecutada con la profesionalidad, eficiencia, el esfuerzo y el espíritu de combate propios del zapador… Resulta de especial importancia aclarar esto, porque al regreso de la guerra, en el Comando de Ingenieros, se opinó sin argumentos ni conocimiento, de todo lo ocurrido y aquí relatado; que el daño causado al puente no había sido de importancia. Por ello, y aunque hayan transcurrido muchos años, es nuestro deber, desvirtuar esta crítica, por el honor zapador de quienes participamos en la guerra, y del fallecido teniente Blanco; porque, como se suele decir, profesores a distancia siempre los hay, y en particular, de los que en este caso no pisaron la turba” (pág. 140).

      Conmovedores son los recuerdos del último día de combate a partir del comentario de la vivencia: “Los cadáveres de los camaradas que habían muerto en el frente y habían sido evacuados… Esta fue una situación imborrable, por la emoción que nos causó observar los cuerpos embolsados, que se estaban cubriendo con la nieve... Esta situación límite de combate vivida ese día, cargada de sentimientos de impotencia, angustia y desazón, ha quedado como un hecho imborrable en nuestra memoria” (Dunn, 2020, pág.193).

      La emoción llega a su nivel máximo con el dramático relato de la muerte en combate del soldado Daniel Alberto Ugalde en la palabra del entonces cabo primero de Ingenieros Juan José Villaverde, que era su jefe de grupo. Cuenta que el 14 de junio a las 9 de la mañana comenzó un gran bombardeo, “cuando el fuego de artillería llega donde yo me encuentro. Ugalde salta de su posición hacia donde yo me encontraba. En medio del salto y en el aire es impactado por un proyectil en el pecho” (pág. 196).

      La otra cara de tan inefable dolor es el “cenotafio”, con los nombres de los héroes caídos durante la guerra. “Daniel Ugalde fue el primero en ser identificado, y está en dicho cementerio. El VGM Roberto Barrientos estuvo con su madre, Raquel García Ugalde, el día que recibió esta importante noticia. Raquel fue una luchadora incansable por lograr la identificación no solo de su hijo Daniel, sino de los demás caídos en suelo malvinense” (Dunn, 2020, pág. 232). El autor con palabras muy sentidas destaca su labor y enfatiza también la lucha llevada a cabo por el VGM Julio Aro. Este exsoldado combatiente, que integró las filas del Regimiento de Infantería 6, y el coronel británico Geoffrey Cardozo fueron nominados, el 11 de noviembre de 2020, al Nobel de la Paz por impulsar la identificación de los soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin. La nominación fue confirmada por el Comité Noruego, encargado de seleccionar a los candidatos y entregar ese galardón. En relación con esta auspiciosa noticia, Julio Aro, en una nota periodística da cuenta del valor de lo realizado: “El mayor premio ya lo hemos recibido, y es ese beso y ese abrazo de una madre que recuperó a su hijo” (https://www.pagina12.com.ar/304891-excombatientes-de-malvinas-nominados-al-nobel-de-la-paz).

      Luego de la rendición, el personal del Arma continuó con sus actividades. “Al otro día, el 15 de junio, temprano, se ordenó que todos los oficiales y suboficiales que habían instalado campos minados debían permanecer para delimitarlos. Se impartió dicha orden y los británicos les asignaron un lugar para su alojamiento, en proximidades del taller” (Dunn, 2020, pág. 207). Esta importante y sacrificada labor continuó luego del embarque y regreso de las tropas al continente. “Las tareas de demarcación —continúa Eito— de los campos minados, entre el 15 de junio y el 8 de julio, resultaron riesgosas por los proyectiles no explotados o abandonados y también por las trampas explosivas colocadas por la propia infantería” (Dunn, 2020, pág. 216), produciéndose el accidente del cabo primero Cattay. “Luego de tres días de curaciones y observación, a Cattay le fue amputada la pierna desde debajo de la rodilla… Para nosotros, el cabo primero Néstor R. Cattay fue el último suboficial argentino en salir de Malvinas” (Dunn, 2020, pág. 219). También es importante resaltar que “el soldado Roberto J. Barrientos de nuestra Compañía y los soldados Pablo Ruiz Díaz y Osvaldo Calla de la Compañía de Ingenieros 10 fueron los últimos soldados en salir de Malvinas” (Dunn, 2020, pág. 219).

      Con esas palabras describe el autor detalles de lo sufrido por los VGM. Luego de la contienda siguió una larga etapa de “ocultamiento, críticas y olvido”. Al referir al primer recibimiento oficial, sin rodeos aclara: “Este fue el comienzo de las críticas por desconocimiento, el ocultamiento, el olvido, el ninguneo y hasta la culpabilidad por la rendición en Malvinas… La indiferencia y el menosprecio generaron una clara actitud de ‘desmalvinización’, la que lamentablemente duró muchos años” (Dunn,2020, pág. 235). La contracara la encontramos a continuación de la narración, la cual transita por la situación de los VGM y, en particular, la de los miembros de la subunidad. “Sin dudas, la más importante Ceremonia de Homenaje a la Compañía de Ingenieros de Combate 601 fue la realizada en la Agrupación de Ingenieros 601, en Campo de Mayo, el 10 de junio de 2017” (Dunn, 2020, pág. 240).

      La dimensión de la importancia de lo realizado la proporciona Sigmund Freud que, en El malestar en la cultura, sentencia que existen algunos seres a quienes no se les niega la veneración de sus coetáneos, pese a que su grandeza reposa en cualidades y obras muy ajenas a los objetivos e ideales de las masas. Este es el caso de nuestros VGM, y cada 2 de abril se conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Creado por la Ley 25370 de noviembre de 2000, desde junio de 2006 es un feriado nacional inamovible. Esta consideración adquiere una valoración exponencialmente superior en el entorno descripto. Vaya este texto como sincero homenaje de manera personal y afectiva a todos los combatientes de Malvinas (oficiales, suboficiales, soldados, personal civil de las FF. AA.) que participaron en la contienda y ciudadanos que se trasladaron a las islas Malvinas para cumplir con tareas diversas.

      Este reconocimiento tiene un destinatario particular: los integrantes de la Compañía de Ingenieros de Combate 601, con muchos de los cuales nos hemos relacionado, en distintas actividades a lo largo de los años. La lectura del libro permitió superar el dicho de la sabiduría popular “el que no sabe es como el que no ve”, porque aportó de cada uno de ellos un mayor conocimiento y posibilidad de compresión, pensamientos, emociones y acciones. De manera que se han acrecentado la consideración y estima, de todos y cada uno —los que están, los que partieron y sus familiares— por su valía, esfuerzo, coraje, profesionalismo, entereza, camaradería y resiliencia puesta al servicio de la nación.

      El poema escrito por Francisco Romero cobra sentido y pertenencia con lo vivido, y narrado, por los zapadores en Malvinas. Francisco de Asís Marcelino del Corazón y de la Santísima Trinidad Romero, como lo nomina su partida de nacimiento. Como cadete de primer año de la Compañía de Ingenieros en 1910