En el cuarto capítulo: “La pandemia de la covid-19 como elemento detonador de la reconfiguración del proceso de integración de Centroamérica”, Juan Carlos Fernández Saca analiza cómo la covid-19 puede constituirse en un dinamizador de sus dinámicas conflictivas internas y reforzar el impacto de dinámicas externas, en condiciones propias de la integración en Centroamérica a través del regionalismo estratégico post-Esquipulas. Además, analiza los impactos económicos y sociales de la pandemia, revisando los gastos y el acceso en salud, empleo e inequidad; las medidas adoptadas por los Gobiernos, con graves repercusiones económicas para la mayoría de la población, las mipymes y los resultados macroeconómicos; así como las reacciones improvisadas, medidas autoritarias y actos de corrupción en ciertos países. Por otra parte, el autor aborda el debilitamiento del multilateralismo en el mundo, el manejo dado por Trump al coronavirus y las medidas de China y Estados Unidos en su lucha por el liderazgo mundial, con posibles fracturas tecnológicas y de otra índole. Tal contexto pone a Centroamérica tanto ante la disyuntiva de alineamientos internacionales y de reforzar la institucionalidad de su proceso de integración en su estructura de gobernanza y gestión, como ante la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo. Allí el Sistema de la Integración Centroamericana (sica) ha podido articular un plan de contingencia regional contra la covid-19 y debe trabajar en la adopción de una visión estratégica y pragmática para el logro de los objetivos del proceso de integración centroamericano.
En el quinto capítulo: “El papel de la integración europea en el establecimiento de un nuevo orden mundial”, Carlos F. Molina del Pozo y Jorge A. Jiménez Carrero parten de la base del multilateralismo como forma para solucionar problemas globales donde todos los actores tengan voz. Analizan, desde sus elementos fundacionales, los principios de la Unión Europea, en donde el multilateralismo tiene un papel esencial. Comentan las experiencias de la Unión Europea en el manejo de la pandemia, en un contexto de competencias limitadas en materia de salud, que hoy solo permiten la complementación de lo que hacen los países. Puntualizan las diferentes medidas adoptadas, como la importante ayuda financiera en un paquete de 750 000 millones de euros para enfrentarla a nivel interno y el acuerdo sobre el presupuesto de la Unión Europea para el periodo 2021-2027, acompañado en el plano internacional de medidas multilaterales con Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio, el G-20 y el G-7. Los autores insisten en que el proceso de integración europea tenga mayores y nuevas competencias en materia de salud, con un papel preponderante de actuación comunitaria, lo cual seguramente incidiría en el orden mundial para un nuevo multilateralismo entre bloques supranacionales, donde en el futuro se disponga de un sistema sanitario multilateral a nivel global, dentro de un orden mundial de Estados y de entes no estatales, contexto en el que las integraciones regionales como la latinoamericana constituyen la mejor manera de afrontar los problemas comunes de la pospandemia.
En el sexto capítulo: “El enfoque alemán en la primera ola de la pandemia: más luces que sombras”, Viviana García Pinzón y Detlef Nolte se refieren a los principales componentes de la estrategia alemana en el enfrentamiento de la covid-19 en la primera ola, los cuales han permitido considerar a Alemania un país exitoso gracias a características de la economía alemana como el empleo formal, el sistema de protección social, la capacidad financiera del Estado y su política de Estado de bienestar, la construcción de consensos en una democracia consensuada, la coordinación exitosa entre el gobierno federal y los diferentes landes o gobiernos estatales, el respeto de las libertades civiles y de las opiniones de los científicos. No obstante, también señalan algunos errores y protestas de grupos minoritarios de la población alemana, donde tanta protección hace temer un relajamiento de las medidas de control y un segundo rebrote, en un contexto de recesión de algunos sectores de la economía. En cuanto a la política alemana en el marco de la Unión Europea, los autores destacan la contribución mediadora del país y su aceptación de un endeudamiento europeo en el paquete probado por la Unión Europea, donde el eje francoalemán ha vuelto a ejercer liderazgo. Finalmente, la experiencia alemana le deja varias lecciones a la integración latinoamericana, principalmente en materia de liderazgo e instituciones, que son precisamente dos de los principales elementos allí faltantes.
En el séptimo capítulo: “Tensión y rol de las instituciones regionales frente a la covid-19: un estudio comparado”, Bárbara Carvalho Neves, Cairo Gabriel Borges Junqueira y Clarissa Correa Neto Ribeiro analizan cómo la pandemia de la covid-19 ha desencadenado cambios y acontecimientos de proporciones globales que afectan el papel que el regionalismo y la integración tienen para los Gobiernos de cada país, en diferentes regiones del mundo. Así, se observa estancamiento en América Latina en procesos como Mercosur, pero avances en procesos de otros continentes, como el de la Unión Europea y el de la Unión Africana, donde la integración es importante para la solución de problemas comunes. Ello permite reflexionar de manera comparada sobre respuestas y acciones conjuntas desarrolladas frente a la covid-19 en los tres continentes, con un enfoque de institucionalismo histórico para las estructuras de poder durante el tensionamiento en tiempos diferentes de la pandemia, en el análisis de tres variables principales: la estructura institucional, para revisar si los bloques disponen de un mínimo sistema para la crisis en la salud; la toma de decisiones, para estudiar la reacción de cada bloque a la covid-19 mediante medidas preventivas o reactivas; y las acciones regionales, sean unilaterales, bilaterales o acciones coordinadas multilaterales, todas ellas estrategias diferentes en la evolución de la pandemia, ajustables en la pospandemia.
Se puede concluir que los temas abordados en el presente libro ponen en evidencia las diferencias tan marcadas entre las respuestas comunitarias dadas por procesos supranacionales como la Unión Europea y actuaciones multilaterales como las de China, frente a una América Latina de actuaciones soberanas nacionales aisladas, en las que se ha dejado de aprovechar las ventajas del multilateralismo de los procesos regionales y donde solo el centroamericano muestra algunos avances. En procesos en crisis como Mercosur, en los capítulos se plantea la conveniencia de realizar ajustes profundos al proceso para que tenga mejores condiciones de respuesta en la pospandemia, mientras en el caso centroamericano se espera que profundice su institucionalidad y tenga una nueva visión de desarrollo. Por su parte, la integración adelantada en la Unión Europea o en el caso particular de Alemania, aunque con un poco de retraso, se han dado respuestas sanitarias y económicas importantes de manera cooperativa y consensuada para enfrentar la pandemia, que permitirán en la pospandemia trabajar en un nuevo multilateralismo que mejore las acciones de cooperación mundial, coyuntura en la cual son importantes los estudios comparativos sobre las acciones adelantadas en distintos continentes, como el europeo, el africano y el latinoamericano.
Edgar Vieira Posada y Félix Peña
Editores
Capítulo 1. Diagnóstico y desafíos de la acción multilateral regional en tiempos de pandemia: los casos europeo y latinoamericano y el papel de China
Carlos