lo sepan o no, lo entiendan o no, lo acepten o no…
mas es él el que conduce la Ley de la Unión y la Relación
por la Afinidad de la vibración,
con sus sentimientos de odio o amor,
de destrucción y de creación.
Él es pues la vida: “Pienso, luego existo”.
Es principio de la acción o es en sí mismo la acción.
Él es la Mente de Dios, génesis de toda creación.
Nada más te escribiría de lo que contiene y proyecta mi pensamiento…
si supiera que intuyeras, pero no somos todavía suficiente receptivos
y poco de cada uno podemos así saber.
Por eso importa aprender y llegar a comprender
las grandes Leyes que rigen toda vida y todo Ser,
cuya base es el Amor, el “simbólico Principio” de la Eterna Creación.
Y ¿sabes que nombre le da a todo esto el Hombre?
Aunque aún bien no lo entiende, lo llama Dios
pero ya va comprendiendo que es Poder y que es Amor.
No es propio que tú no lo aceptes…
Tú tienes inteligencia, ciencia, sinceridad y razón
y virtudes importantes como la honradez, el respeto a la amistad
y la mejor voluntad… entonces ¿por qué negar sin antes investigar?
Interrógate a ti mismo, busca tu contestación,
porque… ¿qué vas a ser tú sino una parte de Dios?
Aunque tú le llames “Nada”, Él sigue latiendo en tu corazón.
Y allí… ¿nada encuentras?
Allí en tu interior hay tu vibración y Su Vibración.
La “Nada” no existe… es la “sinrazón”.
Recibe el deseo de tu despertar.
Capta el pensamiento que hoy te dirige mi amistad,
que un día lejano te prometí siempre dar,
aunque entonces aún bien no comprendía que ella es Fraternidad,
que es la directriz divina para la Totalidad…
La Ley de la Unión y la Relación, la suma expresión del Amor!
Y ¿qué es el Amor?
Es sentimiento, es energía, es creación, es la Vida… Es “ese Dios”.
¿Tienes en ti otra respuesta que contenga más razón?
Se está transformando el mundo al peor nivel moral;
sus tendencias y ambiciones materiales,
sus instintos inferiores lo van a descompensar.
Su suelo, su agua, su atmósfera contaminada…
“Unos” pretenden limpiar, pero en cambio
“Otros” no la dejan de ensuciar.
Y en peores condiciones se encuentran tantos valores morales,
que, como tú bien dijiste, sin ellos no puede subsistir
ni la Sociedad ni la Humanidad.
Y tú todo esto lo debes notar… te hará razonar,
y posiblemente te pueda alarmar.
Mas, si aceptas la razón de que te sientes capaz,
acepta que ella deriva, no de hormonas ni neuronas,
sino de la Razón Universal, que de cierto existe,
pues la tienes tú, porque eres Ser Racional,
y puedes y debes por ti mismo razonar…
Y lleva en sí la Justicia, Sabiduría y Bondad;
y que todo lo gobierna, conduciéndolo a las metas
de Progreso y Armonía Universal…
(¡El Universo funciona! Nadie lo puede negar)
Y no obstante deja al Hombre su completa libertad,
con su latente razón que un día culminará,
pero que hoy le lleva a destruirse
por la falta de trascendencia de su materialidad…
para después resurgir,
con una fuerte experiencia, con la prueba de su error,
para poder por él mismo, volver a reconstruir…
viendo ya la trascendencia de su Espiritualidad.
Por tanto el Mal, tanto Mal…no tiene futuro ¡¡no trascenderá!!
Es el Error e Ignorancia que, en el Tiempo Eterno se transformarán;
cómo el negro lodo que inmerso en las Leyes, irremediablemente…
¡en espléndido nenúfar se convertirá!
Ilústrate en estos temas… los de mayor interés,
porque bien podrías servirte a ti mismo
y a esta Humanidad que muere porque no supo vivir.
Tienes talento, lo sabes y estás contento,
y tienes también Bondad… y eso es amigo mío,
poseer conocimientos de la Ciencia Universal.
Razona y sigue el ejemplo de ese Hermano Superior,
que al igual que cualquier otro,
alcanzó altos grados en su evolución,
y que entre nosotros cumplió su Misión.
Aunque sin tal sacrificio, proyecta a tu alrededor
las luces de las verdades que consiga tu razón,
para que alumbren a otros de menos evolución.
Pero, recuerda: no ha de ser solo “la humana razón”…
Has de encontrar “la Espiritual Superior”
Pues la una sin la otra, anulan al hombre en su proyección.
Para qué decirte más, si yo sé que en tu interior
puedes escuchar aún más de lo que pueda yo hablar…
cuando tu Ser necesite y se disponga a encontrar
Su nueva y mayor verdad.
2.- A UN ADOLESCENTE
Diciembre de 1988
Querido Xavier, ¿Por qué tanta prisa?
¿Hacia dónde vas? ¿Has pensado acaso dónde está el final?
No está en esta vida, lo debes aceptar.
Mas… eso tú solo debes meditar.
Hay tiempo de siembra y tiempo de cosechar,
y sol que madura el fruto que ha de alimentar.
Recorre ese tiempo, con confianza…sin ningún temor.
Siembra bien primero y madura al sol
del hogar que ofrece todo su calor.
Nútrete de él, de sus experiencias,
de