© Plutón Ediciones X, s. l., 2021
Traducción: Benjamin Briggent
Diseño de cubierta y maquetación: Saul Rojas
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I.S.B.N: 978-84-18211-71-3
Estudio Preliminar
El filósofo griego Aristóteles es considerado, al igual que Platón (de quien fue discípulo), pionero y padre de la filosofía occidental. Por lo sistemático de sus estudios, el rigor con el que los llevaba a cabo y la diversidad de los campos que abarcó, se considera también uno de los primeros investigadores científicos dentro del concepto moderno de dicho término. Puede afirmarse que sus ideas han influenciado el pensamiento intelectual en occidente por más de dos mil años.
Aristóteles nació en Estagira, antigua colonia jonia limítrofe con el reino de Macedonia, en el año 384 a. C. Su padre, Nicómaco, fue médico de cabecera del rey Amintas II de Macedonia. La ascendencia jonia del futuro filósofo le impulsaba hacia la investigación de la naturaleza, mientras la paterna le inclinaba a la biología.
Joven todavía, quedó huérfano de padre y madre, y fue educado por su tutor, Proxeno de Atarneo, en Asia Menor. Cuando tenía diecisiete años, marchó a Atenas e ingresó como estudiante en la Academia de Platón, donde permaneció hasta la muerte del maestro en el año 347 a. C. Las investigaciones de la Academia eran tanto teóricas como prácticas y aun cuando Aristóteles se apartara de la doctrina de su maestro, siempre lo tuvo en consideración, así como aquel reconoció la valía de su discípulo.
Desaparecido el maestro, Aristóteles marchó a Asia Menor y allí comenzó a enseñar y formar su escuela propia. En el año 343 a. C. fue llamado por Filipo II, rey de Macedonia, que le encargó la educación de su hijo Alejandro, que en aquel momento contaba con trece años de edad. En la corte de Pela (castillo real de Miera) permaneció hasta el año 335 a. C. La victoria de Queronea había consagrado la hegemonía de Macedonia en Grecia (338 a. C.) y asesinado Filipo II, con Alejandro en el poder, Aristóteles regresó a Atenas.
Allí sus enseñanzas las realizó en el gimnasio del Liceo durante trece años, pero a la muerte del gran macedón (323 a. C.), las ansias de libertad de los atenienses expulsaron a las guarniciones macedónicas. Aristóteles fue acusado de filomacedón y antes de que se repitiera la malograda historia de Sócrates, huyó a la isla de Eubea, en donde había heredado una finca de su madre, falleciendo al año siguiente (332 a. C.), a la edad de sesenta y dos años.
Excelente marido, padre afectuoso y hombre honrado. Muerta Pitias, su primera mujer, de su segunda mujer Herpilis, tuvo a Nicómaco, futuro editor de la obra Ética Aristotélica que lleva su nombre.
Obras
En Roma, Andrónico de Rodas las ordenó y sistematizó y las publicó según una distribución conocida como Corpus Aristotelicum. El primer grupo de libros, el Organon, estaba formado por las Categorías, la Hermenéutica o Interpretación, los dos Analíticos, los Tópicos y las Reputaciones sofistas. Un segundo grupo lo constituyen los libros de física, Sobre el firmamento, Sobre la generación y la corrupción y Meteorológicos. En el mismo grupo están los libros que hablan de la vida humana o animal: De anima y Parva naturalia, Historia de los animales, Las partes de los animales. Tras este grupo se hallan los 14 libros de la Metafísica. Otro grupo está formado por los libros sobre ética y política. Ética a Nicómaco, Ética mayor y Ética a Eudemo, sigue la Política. Por último están los libros de Retórica y Poesía, que en realidad fueron escritos en su periodo inicial de la Academia. A estas obras hay que añadir otras de juventud y la compilación de 158 constituciones de ciudades-estado griegas.
Llamado también el Estagirita, por su población natal, un pórtico del gimnasio dedicado al Apolo Licio (de aquí el nombre de Liceo) utilizado para el paseo (peripatos) fue el lugar preferido para sus lecciones, de aquí que su escuela se llamase el Liceo o también el Peripato (Escuela Peripatética).
El sistema aristotélico tuvo su punto de partida en el platonismo, pero sustituyó la visión idealista de su doctrina por una especulación realista que parte ante todo del sentido común. Aristóteles sistematizó el saber filosófico de su época según una división de las ciencias y una estructuración interna del saber científico que se constituyó en modelo para muchos siglos y que incluía la lógica, la psicología, la biología, la física, la política y la ética, además de la filosofía primera o metafísica que él mismo creó. Averroes la dio a conocer al mundo árabe occidental y Santo Tomás de Aquino la cristianizó.
Las obras contenidas en el presente volumen son: Metafísica, Ética a Nicómaco, Política y Retórica.
Metafísica
Según opinión generalizada, el término Metafísica fue el nombre dado por el recopilador Andrónico de Rodas en el siglo I a. C., a la serie de libros de Aristóteles, ordenados por letras del alfabeto griego, que concernían a lo que el propio Aristóteles denominó “filosofía primera”. Como los libros en cuestión fueron colocados en la clasificación y publicación de las obras del Estagirita detrás de los ocho libros de la Física se los llamó Metafísica, es decir, “los que están detrás de la física” o con mayor precisión: “las cosas que están detrás de las cosas físicas”.
Los eruditos están de acuerdo con que esta designación que en su origen tuvo simplemente una función meramente clasificatoria, resultó muy adecuada, porque con los estudios objeto de la “filosofía primera” según definición del propio Aristóteles, se constituyó un saber que aspiraba a penetrar “más allá de” o “detrás de” los estudios “físicos”, esto es, de los estudios concernientes a “la Naturaleza”, de forma que la Metafísica se ocupaba de un saber que trascendía al saber físico o “natural”.
Lo más común era según Aristóteles, el ser, que no tenía nada que ver con una realidad separada como las ideas platónicas. El ser se presenta, únicamente, como unión de un predicado con un sujeto, o como una sustancia. El candente problema del ser, posee en la Metafísica aristotélica un claro planteamiento: “Cuando nos preguntamos por el ser, es como si nos preguntásemos por la sustancia; por consiguiente el objeto principal de nuestro estudio debe ser la naturaleza del ser, entendida como sustancia”.
La Metafísica aristotélica no se ocupa, sin embargo, de los seres que existen, sino de los seres en cuanto existen.
Se divide en catorce libros y en varias partes, algunas de las cuales no son propiamente de Aristóteles. En ellos planteó un problema que ha caracterizado la filosofía hasta la actualidad.
La Metafísica ha sido la obra más influyente de la filosofía occidental.
En la actualidad se tiende a considerar como un conjunto de escritos diversos compuestos en distintas épocas, lo que explica que en algunos libros se observa una mayor influencia del platonismo. También hay que considerar la aportación de Teofrasto.
Subordinada a la Teología en la filosofía medieval, desde el siglo XVI junto al término de metafísica se aplicó con el mismo significado que el de Ontología (Tratado del Ser). En Descartes, Spinoza, Leibniz y otros filósofos del siglo XVII, la metafísica aparecía todavía en última conexión con los conocimientos de las ciencias naturales y humanistas, nexo que en el siglo XVIII se perdió. Tanto en la Edad Moderna como en la Contemporánea, continuó siendo uno de los grandes temas de debate filosófico.
El motivo que inspira a Aristóteles a escribir su Metafísica es el deseo de adquirir la forma de conocimiento que merece más el nombre de sabiduría. La intención