En defensa de Julián Besteiro, socialista. Andrés Saborit. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Andrés Saborit
Издательство: Bookwire
Серия: Historia y Sociedad
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9788417893279
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de Besteiro tuvieron trágica confirmación».

      Aunque en ocasiones, sus palabras acertaron de pleno sin tener esa «trágica confirmación», como las pronunciadas en Oviedo en 1926, glosando la figura de Pablo Iglesias, donde Saborit destacó que Besteiro «siempre creyó que el Estado capitalista moderno se inclinaba hacia una democracia organizada de orientación económica, que terminará por una democracia social total».

      Saborit elegirá, dejando su impronta en la elección de los textos, defender su apuesta por el socialismo escandinavo y por el laborismo de Besteiro a través de textos del protagonista, pero, en cambio, no tendrá ninguna objeción en lanzarse, a cara descubierta, contra el comunismo, que «no es odioso: sus procedimientos, sí. Son execrables».

      En este libro, Saborit elige no tanto hablar de Besteiro como dar la voz a Besteiro (lo hace de forma íntegra en los capítulos 8, 9 y 10). Por eso, el lector se encontrará con numerosos textos del histórico dirigente socialista ya tratados y recogidos en todo o en parte en algunas obras anteriores de Saborit y de otros autores. Unas veces son discursos o conferencias, y otras veces son artículos publicados en los principales periódicos de la época, como lo eran El Sol y El Imparcial, y también revistas editadas por el PSOE como Democracia, Vida Socialista o Leviatán.14 Pero también incluirá a autores que hablan sobre Besteiro: Rafael Mira, Luis Jiménez de Asúa, Luis Araquistáin, Manuel Albar o José Prat (quién firmó la necrológica de Saborit para el diario El País15).

      Nos encontramos pues con unos textos que tienen un valor tan histórico como sentimental y documental, pero también recopilatorio.16 Y también un valor de reconocimiento a la abnegación de quien concibió el ejercicio cotidiano y voluntario como «archivero del socialismo español» como un deber de inexcusable cumplimiento diario.

      EN DEFENSA DE BESTEIRO

      Saborit, «cronista del socialismo», a decir de Abdón Mateos17, escribió y publicó entre 1961 y 1974 las dos primeras partes de su ciclo sobre Besteiro. En las dos, quedaron reflejados los principales rasgos de la biografía y del pensamiento político del socialista madrileño. Su mujer, Dolores Cebrián, el profesor que fue en la Institución Libre de Enseñanza, su dilatada militancia socialista en el PSOE y en la UGT, en cuyas presidencias fue el sucesor del fundador, Pablo Iglesias, su implicación y protagonismo en la huelga de 1917, sus aportaciones al debate constitucional de la II República y su presidencia de las Cortes Constituyentes de 1931 a 1933, la guerra y su ejemplar permanencia en Madrid hasta la derrota, su prisión y muerte en Carmona.

      En el final de su vida, pareciera que Saborit echa la vista atrás y hace repaso. Y siente la necesidad de saldar cuentas, de contar todo lo que sabe, de opinar sobre ello. Es como si el insigne socialista sintiese la llamada de la historia, en el modo en que esta puede dar sentido a una vida, y poner, como suele decirse, negro sobre blanco.

      Y lo hace incluso respecto a él mismo, pues dedica unas páginas a tratar su expulsión de la Agrupación Socialista Madrileña justo antes de la guerra.18 Tampoco evita recoger la opinión histórica que le merecía su convecino alcalaíno Manuel Azaña, del que dice que «fue un orador magnífico, un escritor cervantino; pero como político ni supo crear un partido ni regir un Gobierno. Basta leer sus Memorias para confirmar este juicio».

      Como decíamos, en esta cuarta parte, Saborit mantiene el espíritu y la estructura de las otras, pero además de recoger información biográfica y producción escrita de Besteiro (artículos, discursos, conferencias, entrevistas, todos ellos ya publicados), Saborit sale en su defensa. Como si tal actuación viniera a saldar la deuda de un discípulo con su maestro, pero no solo, sino la de ese «cronista del socialismo» para con la reputación política y el papel histórico de un personaje de la talla de Besteiro. Por eso, Saborit decidió no limitarse a recobrar las piezas del pasado en esta ocasión, o a narrar una vida o un pensamiento, sino que optó por defender una trayectoria y un legado ideológico partiendo de datos y de hechos concretos que jalonaron el intenso recorrido vital de Besteiro.

      LOS PRINCIPIOS DE BESTEIRO. SOCIALISTA Y REPUBLICANO

      Saborit sale al paso de las «desfiguraciones», como dice que se están haciendo sobre su persona. «¡Cuántas injusticias se han cometido al juzgar, vivo y muerto, a aquel hombre excepcional!», escribirá en las primeras líneas. Y lo hace, fiel a su metodología, escogiendo temas, citando textos en su literalidad y aportando su visión, interpretación y opinión.

      Saborit escribe para defender su coherencia frente a la exposición de posibles contradicciones, en defensa de su socialismo militante frente al «estigma» de «reformista», que algunos atribuían a Besteiro. «No hubo, pues, reformismo alguno», dirá en un pasaje, para concluir en otro que «Besteiro fue marxista sin gotas de humanista», porque al fin, según dijo el mismo Besteiro en una de las conferencias más referidas por el autor19: «el reformismo aparta a las masas del Socialismo».

      En Julián Besteiro, socialista, había utilizado, sin embargo, otros argumentos, si bien para defender la misma idea: «la política de reformas fue defendida por él (Besteiro), como lo fue siempre (defendida) por Pablo Iglesias, pero sin darle un sentido de colaboración con la burguesía. Ni Iglesias ni Besteiro formaron parte de ningún organismo oficial de carácter intervencionista, aunque defendieran esa táctica como principio esencial de la actuación obrera para garantía de sus intereses de clase».

      Y es justamente por esa razón, por la que creyó que era un error entrar a formar parte del Gobierno durante el primer bienio de la República (fue «contrario a la participación en el Poder, lo estuvo en 1917 y en 1930»), y así lo manifestó en su momento y mantuvo después, consciente como era de que «un periodo de impopularidad es una gran experiencia, que tiene sinsabores, pero también otros rasgos compensadores».

      Por eso, Saborit hará especial hincapié en defender el apoyo que Besteiro dio siempre a la República20, aportando como prueba el borrador de texto constitucional que elaboró, y explicando la negativa a apoyar la «colaboración ministerial» citando palabras del protagonista: «Queríamos ser una reserva del nuevo régimen, considerando un grave error gastar nuestras fuerzas desde el primer momento, sobre todo conociendo la deficiente educación política de clase de los trabajadores españoles. ¡Si solo teníamos entonces cotizando en todo el país ocho mil afiliados!».

      Saborit añadirá: «Besteiro fue republicano; pero con dolor, como él dijo muy sincera y notablemente, dejó de serlo para ser socialista. Ahora bien, en España, la República era un camino hacia el Socialismo, porque dentro de la Monarquía resultaba imposible aspirar al triunfo del Socialismo».

      El autor escribe para defender las convicciones de Besteiro. Y la de no formar parte del gobierno se mantuvo hasta el final, precisamente porque lo defendía desde la convicción socialista (marxista dirá) que le hacía creer que la colaboración ministerial llevaba al peligro de caer en el reformismo. Las acusaciones de lo contrario, sostendrá Saborit, fueron siempre para desprestigiarlo y casi siempre provenientes del sector comunista, porque «como en tantas otras ocasiones, los rusos, en fuerza de repetir una mentira, consiguen hacerla pasar por una verdad», afirmará.

      No faltan referencias a la vida interna de las organizaciones socialistas, como cuando, sobre el mismo asunto de la «colaboración ministerial», sostendrá que debiera haberse reunido a los Comités Nacionales de las organizaciones, y no derivado la decisión a las Comisiones Ejecutivas, como se hizo. «Porque lo esencial no es que un grupo de militantes, colocados en la cúspide, afronten los problemas, sino que la base los conozca y decida por sí misma». En la historia del PSOE, como comprobamos, los caminos hacia las decisiones siempre han sido tan importantes como las decisiones mismas. Ayer como hoy.

      Uno de los textos más resaltados y citados por Saborit será la conferencia que Besteiro pronunció en el teatro María Guerrero de Madrid el 20 de marzo de 1933 con motivo del 50 aniversario de la muerte de Marx y con la que clausuró la «Semana Marxista» organizada por las Juventudes Socialistas.21 Esto es así, porque partiendo de la misma, Saborit defenderá la pureza marxista (e incluso izquierdista) de Besteiro.