Por unidades. En este caso, la madera ha sido transformada en planchas o en tableros de medidas estándar.
Unidades de medida
Las mediciones anteriormente descritas y sus respectivas unidades de medida varían según el lugar del mundo en donde se las solicite. Por esta razón, será conveniente estipular las equivalencias que existen, ya que más de una vez el usuario se verá obligado a consultar una "tabla de equivalencias", pues aunque el sistema métrico decimal es el más extendido, conviene no ignorar otros sistemas de plena vigencia como el anglosajón.
1 docena regular | 0,891963 | metros cúbicos |
1 gruesa | 12 | docenas o 144 unidades |
1 línea francesa | 2,25 | milímetros |
1 línea inglesa | 1,5874 | milímetros |
1 metro cúbico | 1,121122 | docenas regulares |
1 metro cúbico | 35,319 | pies cúbicos |
1 metro cúbico | 61,038 | pulgadas |
1 metro lineal | 39,378 | pulgadas |
1 palmo | 194 | milímetros |
1 pie inglés | 304,79 | milímetros |
1 pie inglés | 12 | pulgadas |
1 pulgada inglesa | 25,3995 | milímetros |
1 pulgada inglesa | 16 | líneas inglesas |
Muestra de las diferentes capas que conforman un tablero contrachapado, con sus correspondientes cambios de densidades entre unas y otras.
Tableros contrachapados
La explotación tradicional de los recursos forestales, que durante años se había desarrollado paralelamente a una preocupante desaparición de ingentes superficies de bosque, se ha visto continuamente mejorada con la adopción de sistemas productivos más acordes con un aprovechamiento óptimo y un uso más racional de la materia prima. Y ello pasando del empleo simple de la madera salida del corte directo de los troncos a la utilización de otros productos madereros procedentes de un complejo proceso industrial.
Así, la aparición de los tableros de madera formados por varias capas, íntimamente unidas, ha permitido la obtención de piezas de gran superficie continua, con un comportamiento muy estable frente a los efectos climatológicos, exentas de los defectos y vicios de la madera en su estado natural, que conservan las propiedades de manipulación, corte, pulimentación y tratamiento, sin pérdidas de la belleza, calidez y comodidad del producto originario.
Perfil de tablero aglomerado donde se aprecian las fibras ordenadas con una densidad tal que permiten su fácil percepción.
Naturaleza del contrachapado
Contrachapar es formar un tablero con diversas chapas encoladas, unas sobre otras, con sus fibras en diferentes sentidos. El desarrollo de la técnica del contrachapado ha dado como resultado que se hayan anulado casi por completo los movimientos de dilatación y contracción tan propios de la madera. Esto se ha logrado al formarse un tablero con placas de madera en número par, que se encolan unas a otras, con las fibras encontradas en 90º o en algún otro ángulo determinado. Las chapas deben encontrarse compensadas en el tablero, de modo que el espesor total de las orientadas en un sentido sea equivalente a las orientadas en sentido contrario; de esta forma, las fuerzas actuantes quedan estabilizadas, y por tanto la pieza resultante no se deforma.
Clasificación del contrachapado
Los tableros contrachapados se dividen principalmente en tres categorías, de acuerdo con la calidad de las caras vistas:
Categoría A. Las caras exteriores del tablero contrachapado se presentan limpias, es decir, sin nudos, juntas defectuosas, grietas o cualquier fallo o mancha que interrumpa el continuo del veteado. En esta categoría se obtiene un producto de apariencia homogénea.
Categoría B. Las caras exteriores del tablero contrachapado pueden tener algunos defectos: pequeños nudos, leve discontinuidad del veteado o alguna mancha resinosa de discreta dimensión.
Categoría C. En estos tableros las caras exteriores exponen defectos visibles, como ondulaciones en las chapas interiores; y, sobre la superficie, grandes nudos y algunas grietas que se disimulan al estar las caras vistas pulidas.
Tableros aglomerados
Este tipo de tablero representa un mejor aprovechamiento de la madera como material. Esto se ha logrado gracias a las resinas sintéticas, que han hecho posible aglomerar la madera hecha astillas, consiguiendo una utilización más rentable del material, ya desde mediados del siglo XX, cuya técnica se ha ido perfeccionando, empleándose actualmente con gran profusión en la industria del mueble debido a las ventajas económicas de su versatilidad.
Prensado plano homogéneo: es un tablero de gran resistencia a la tracción, ya que sus partículas son iguales y del mismo tamaño, tanto en las superficies como en el interior.
Prensado plano de tres capas: es un tablero con una notable resistencia a la compresión, ya que las partículas son de distinto tamaño, de acuerdo con su disposición en el centro o superficie del panel, por lo que se generan tres capas de diferente densidad y porosidad.
Prensado plano de capas múltiples: es el tablero más completo de acuerdo con su comportamiento frente a las solicitaciones mecánicas, ya que tiene partículas progresivamente más finas desde el núcleo del panel hacia las capas exteriores; de esta manera, apenas son perceptibles las diferencias de tamaño de las partículas en cada una de las diferentes capas.
A partir del desarrollo del mueble moderno, que requería grandes superficies continuas de material leñoso, apareció el aglomerado en forma de tableros industriales que, posteriormente, han sido incorporados a la construcción y al bricolaje.
Todos los problemas que se pueden presentar en el momento de trabajar la madera desaparecen con el tablero aglomerado, ya que las virutas planas y cortadas, al cruzarse en todos los sentidos, forman un material estable y estructuralmente homogéneo, tanto en la superficie como en el interior.
Por todo esto, se puede decir que el tablero aglomerado, formado en un 90% de madera, se comporta mejor que muchas maderas constituidas orgánicamente.
Naturaleza del tablero aglomerado
La producción de este tipo de tablero no se restringe a un solo tipo de material, ya que las industrias que lo producen sacan constantemente al mercado nuevas modalidades y tratamientos, lo que permite tener una diversidad de aglomerados, según el uso que se le quiera dar. En todo caso, sus cualidades siguen siendo comunes, es decir, estabilidad frente a las variaciones del medio ambiente y a las pruebas a que está expuesto el tablero.
Como principales ventajas de este material, se pueden destacar :
– su estabilidad, aun mayor que en el tablero contrachapado, por la dirección multidireccional de sus fibras, que genera una dureza uniforme en toda la masa;
– su ausencia de defectos, tales como nudos, grietas, deformaciones y encoladuras;
– su resistencia a los efectos de la