El profesor de Historia Brad Gregory, de la Universidad de Notre Dame, se acercó a la noción de razón abierta partiendo del análisis de su noción contraria, la razón reducida o cerrada, que se presenta en la mirada naturalista de la realidad. Desde ese análisis, expone los peligros a los que este naturalismo cientificista arrastra no solo a la posibilidad de encontrar vínculos entre los distintos ámbitos del saber, sino a las ramas del saber humano en sí mismas. El profesor Gregory enfatiza en su ponencia la ausencia de fundamento metafísico y la falta de fecundidad de este naturalismo, que niega de entrada la posibilidad del discurso teológico (y, por lo tanto, cualquier apertura a un sentido trascendente). La apuesta por una razón amplia, crítica, capaz de descubrir desde una atalaya filosófica la riqueza y los límites epistemológicos de cada rincón del desarrollo intelectual humano (sea científico, artístico o de cualquier otra índole) supera con mucho las restricciones a las que nos somete el naturalismo contemporáneo.
De la Universidad Abat-Oliva CEU, el profesor Martín F. Echevarría participó en el congreso con una ponencia titulada «Psicología y antropología cristiana. Consideraciones epistemológicas a la luz de las enseñanzas del magisterio». En ella, explicó la relación epistemológica que conviene trazar entre la psicología, la filosofía y la teología a partir de la consideración de las cuestiones básicas del objeto de la psicología; defendió la posibilidad de desarrollar una psicología cristiana, suficientemente distinguida y definida, que armonice adecuadamente el estudio de la operatividad del ser humano con la intervención de la gracia santificante y los dones del Espíritu Santo, elevando dicho estudio al ámbito filosófico y teológico. Este diálogo entre saberes parece necesario, por ejemplo, para definir el concepto de normalidad en el ámbito psicológico. Concluyó esta tesis llamando a la responsabilidad que tienen las universidades católicas de promover esta vía de investigación epistemológica, poco explorada hasta hoy, y profundizar en ella.
El profesor Rafael Fayos Febrer, de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, trató de ofrecer una nueva perspectiva sobre el problema histórico de la relación entre el devenir y la libertad del hombre, a la luz de la doctrina educativa del filósofo Romano Guardini, un pensador alemán que aportó al gran debate intelectual del siglo XX la metodología de la consideración de las relaciones desde la oposición polar. Esta metodología, como propone el profesor Fayos, permite resolver la relación entre el devenir y la libertad a partir de dos puntos de referencia fundamentales: la identidad y el encuentro. De esta forma, pueden llegar a distinguirse con claridad diferentes niveles de libertad, que se conjugan de forma distinta con la vivencia humana del devenir. Así se asientan las bases para una propuesta pedagógica basada en el crecimiento, a través de los niveles definidos, en el descubrimiento de la propia libertad, hasta los valores fundamentales y hacia las cotas más elevadas de creatividad.
Los participantes en el Congreso pudieron disfrutar también de la ponencia de Stefano Zamagni, profesor de Economía en la Universidad de Bolonia y presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. El tema que este abordó fue el de la desigualdad social en el mundo de la revolución digital. El punto de partida es una doble premisa: se constata el hecho actual-histórico de la revolución tecnológica y digital y, a la vez, la existencia de la desigualdad económica y social en el mundo. El profesor Zamagni explicó en su ponencia las causas que explican que ambos fenómenos avancen de la mano (especialmente las sociopolíticas) y propuso varias iniciativas para revertir la situación.
El profesor Denis Larrivée, de la International Association of Catholic Bioethicists, presentó una conferencia con el título «The Appeal to Techne: Myopia in Modern Neuroscience’s Anthropological Vision». En ella, analizó la fábula científica que considera que el hombre no es más que una máquina muy compleja y que, por lo tanto, la antropología debe reducirse a una consideración de tipo meramente biofísico. El discurso del profesor Larrivée se centra en el análisis de este mito, aplicado a los estudios de las neurociencias, para estudiar el empobrecimiento de la propuesta antropológica resultante. Esta mirada, en esencia mecanicista, no solo va en detrimento de la concepción del ser humano, sino que mina también las posibilidades de desarrollo científico de las propias neurociencias a la hora de explicar la unidad sustancial del ser humano.
La última de las ponencias la impartió el profesor Miquel-Àngel Serra, de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, y trató sobre el neuromejoramiento humano y la relación entre los conceptos de mente, cerebro y trascendencia. A partir de una descripción de la maravillosa complejidad del cerebro humano, el profesor Serra abogó por la necesidad de abordar la cuestión con una mirada amplia, teniendo en cuenta no solo la consideración biológica y científica, sino también la filosófica y sapiencial. Con el afán de superar cualquiera de las propuestas reduccionistas que se han hecho a lo largo de la historia, el profesor Serra analizó todas las posibles connotaciones de neuromejoramiento (desde el tratamiento farmacológico hasta las propuestas del transhumanismo) y concluyó con los graves problemas morales y antropológicos que pueden llegar a suponer dichas connotaciones si no dialogan con una forma de saber metacientífica más amplia, como la filosofía o la teología.
A estas ponencias se añaden las participaciones en el Congreso en forma de comunicaciones. Para esta edición, se han seleccionado aquellas propuestas que respondían con más claridad y acierto a los criterios planteados por la organización, a pesar de que la inmensa mayoría de ellas eran de gran calidad científica. En esta selección pueden encontrarse verdaderas joyas de diálogo de razón abierta entre todo tipo de saberes. Más allá de las conclusiones alcanzadas, de los méritos y los logros particulares de cada uno de estos trabajos, la mayor riqueza es, sin duda, la experiencia comunitaria de grandes profesores e investigadores, reunidos en la búsqueda de la verdad, del bien y del sentido de la existencia humana.
Por lo tanto, no queda más que agradecer a todos los que han intervenido en este proyecto y a quienes lo han hecho realidad. Esperamos que el alcance de la propuesta del Instituto Razón Abierta siga creciendo y estableciendo redes de contacto y de colaboración entre profesores e investigadores de todo el mundo.
1 Discurso de monseñor Federico Lombardi. Presentación Premios Razón Abierta en Madrid. Septiembre, 2016. El discurso íntegro puede encontrarse en: http://premiosrazonabierta.org/el-concepto-de-razon-abierta/ (16 de julio de 2020).
NATURALISM AND THE DISCIPLINES
Brad S. Gregory
University of Notre Dame (USA)
I want to begin by reflecting on the phrase that identifies the Expanded Reason Awards. «Expanded» compared to what? To what reason has been in the past, or should be in the present, or might be in the future? Or perhaps all three? If we can identify shortcomings in the governing assumptions pertaining to the implicitly «contracted reason» as it is employed in research universities, then perhaps we might see some paths forward for its expansion – and not simply for those of us who happen to prefer our reason expanded rather than constricted, but for anyone who wants to be guided by reason as such in the pursuit of truth. In that case, «expanded» reason would mean restoring to its exercise what ought not to have been restricted in the first place. It would mean a move toward repairing what has without reason been broken.
The Expanded Reason Awards website includes remarks by Monsignor Federico Lombardi on the «concept of expanded reason» prompted by Joseph Ratzinger, who long before becoming Pope Benedict XVI expressed concerns about the predominant intellectual culture of our time.1 We lack a vision of knowledge as a whole, one that can integrate the ever more specialized findings of sub-fields within fields within disciplines, an overarching vision